Ordenador portátil o sobremesa, ¿qué comprar?
Los ordenadores personales han ido conquistando los hogares y los centros de trabajo desde hace tres décadas y desde entonces hasta hoy la oferta de los mismos ha ido creciendo cada vez más hasta llegar a una gran especialización. Pero pese a haberse convertido en una herramienta imprescindible para el día a día, no siempre se tiene claro cuál es el ordenador que mejor encaja en el perfil de uso y necesidad de cada persona. Aquí algunas de las claves principales a la hora de decidirse por la compra de un portátil o un sobremesa.
La primera cuestión a resolver tiene que ver con el sistema operativo que se desea. Los más extendidos son dos: Windows de Microsoft (89% del mercado) y OS X de Apple (8%), en sus distintas versiones. Con un 2% se sitúa en tercer lugar Linux, un sistema operativo elegido casi exclusivamente por una buena parte de profesionales informáticos. Así como la elección de Windows o Linux no condiciona el tipo o marca de ordenador que se vaya a adquirir, el sistema operativo MacOS solamente puede encontrarse en los portátiles y sobremesa de la marca Apple.
Los usuarios de los ordenadores de la icónica manzana se decantan por estos por razones como el diseño, la fluidez, la sencillez, la seguridad ante los virus o el 'malware' y la estabilidad de su sistema operativo. Por el contrario, cuentan con destacadas desventajas. Parten de precios sustancialmente más elevados, solo pueden configurarse los equipos antes de realizar la compra, reemplazar piezas es caro y no está al alcance de cualquiera.
La variedad de ordenadores con sistema operativo Windows que ofrece el mercado, sin embargo, es enorme en cuanto a tipo, utilidad y precio tal y como señala Juan Carlos López, manager de Beep Madrid Aluche: “Hoy en día cualquiera puede encontrar el ordenador que necesita. El surtido que hay en el mercado es muy amplio y el precio hace tiempo que ha dejado de ser un problema porque se venden ordenadores para absolutamente todos los bolsillos”.
Movilidad
Se trata de uno de los factores que más se tiene en cuenta en la decisión de compra y en este aspecto los portátiles no tienen rival. El mismo hecho de que las baterías de estos equipos cuenten hoy en día con mayores autonomías, permite incluso al usuario utilizarlo durante toda una jornada. Asimismo, como revela el responsable de Beep “es cada vez más frecuente encontrarse con personas que se llevan el ordenador cuando hacen una escapada o se van de vacaciones”.
Parece lógico pensar que si solo se va a utilizar el ordenador en el hogar la elección pasa por un sobremesa, sin embargo, el espacio y su propio uso dentro del hogar condicionan habitualmente al comprador como indica Juan Carlos López: “No todo el mundo dispone en casa de una habitación en la que poder poner un sobremesa con su correspondiente pantalla y los periféricos. Además, cada vez más se pide movilidad dentro del hogar, como segunda pantalla en el salón o para ver películas o navegar en internet desde la propia habitación. Y esas nuevas costumbres, vuelven a favorecer al portátil”.
Flexibilidad
En cuanto a las posibilidades de configuración, ampliación o reparación de un ordenador, sale peor parado el portátil. Un ordenador de sobremesa permite desde la posibilidad de comprarlo y montarlo por piezas y a la carta. Incluso se puede reponer un componente dañado u obsoleto por otro nuevo o mejor.
En este sentido, el portátil es un equipo más estanco y con una arquitectura más compleja y delicada a la hora de afrontar una reparación. Juan Carlos López no deja lugar a la duda a este respecto: “El portátil es mucho más difícil de reparar y muchísimo más caro. Cambiar, por ejemplo, una tarjeta gráfica a un portátil cuesta de 100 euros en adelante mientras que en el sobremesa lo puede hacer el usuario mismo con solo reemplazar un componente por otro. El portátil hay que llevarlo siempre al servicio técnico, abrirlo y hasta en muchos casos, desmontarlo entero”.
Un hombre trabaja con su portátil y con el ordenador de sobremesa.
Vida útil
Es otro aspecto en el que el sobremesa se impone al portátil por razones como la robustez, la facilidad para actualizar su 'hardware' y el trato que normalmente se le dispensa como señala el manager de Beep Madrid Aluche: “La movilidad influye mucho en este aspecto porque aunque se trate el portátil con cuidado, siempre está expuesto a golpes inesperados que van haciendo mella. De igual manera, en un portátil todos los componentes están mucho más ajustados y esto supone que está más expuesto”.
En base a su experiencia relata que “la vida útil media de un portátil suele rondar los cuatro años y a partir de ahí comienza a dar ciertos problemas. Mientras que muchos de los que apuestan por un sobremesa pueden contar con él perfectamente durante diez o doce años".
Pantalla y teclado
Pese a que hay portátiles con pantallas suficientemente grandes en el mercado, estos no pueden competir con las que se montan para los equipos de sobremesa. No obstante, es cada vez más frecuente que quienes pasan muchas horas frente al ordenador y tengan un portátil, conecten este a un pantalla auxiliar y optimizar así su experiencia de usuario.
De igual manera, y en lo referente al teclado, el de un ordenador de sobremesa es más completo y cómodo que el de un portátil. Un aspecto que vuelve a ser particularmente significativo para aquellos que hagan un uso más intensivo del ordenador.
Potencia
En rangos similares de precio los procesadores de los sobremesa siguen superando en potencia y rendimiento a los de los portátiles pero aquí también la distancia se ha reducido considerablemente en los últimos tiempos. Salvo para quienes se dedican a la producción audiovisual o los aficionados a los juegos, tanto los sobremesa como los portátiles de gama media del mercado cubren las necesidades del usuario medio.
Memoria RAM
De ella depende el funcionamiento rápido y efectivo de los procesos informáticos y es la responsable de la lentitud que en ocasiones se detecta en los ordenadores. Lo habitual hoy en día es que un ordenador portátil lleve una RAM de 4 GB, que es suficiente para el usuario medio. Mientras que en un nivel de precio similar, un sobremesa suele equiparse con 8 GB que permite satisfacer un uso más intensivo y profesional. Tal y como sucede en el caso de los procesadores, en este caso también son aficionados a los juegos y los del mundo audiovisual quienes precisan de una mayor memoria RAM y suelen decantarse por los 16 GB.
Precio
Los sobremesa han sido siempre ordenadores mucho más asequibles en cuanto al precio de compra se refiere pero la distancia con los portátiles se ha ido acortando hasta convertirse en un elemento de menor peso a la hora de decidirse por uno u otro. Tanto es así que tal y como declara Juan Carlos López “al final si además de comprarte el PC, tienes que adquirir también una buena pantalla y algunos periféricos, el coste final puede llegar a ser más elevado en el caso del sobremesa a día de hoy”.
En todo caso, si el usuario no es muy exigente y el uso que le va a dar al ordenador se limita a la navegación por internet, la ofimática y la reproducción de vídeo, en ambos casos dispone de ordenadores de entrada de gama a primeros precios. “Los portátiles son mucho más asequibles que hace unos años. Si no eres un usuario demasiado exigente, a partir de 500 euros puedes hacerte con uno y si te vas al entorno de los 800, ya tienes un portátil de gama media muy interesante. Mientras que comprarse uno realmente bueno está al alcance desde 1.500 euros”, señala López.
Una vez señalados los principales aspectos a tener en cuenta, la decisión última dependerá de los gustos, necesidades y posibilidades del comprador, pero a modo de resumen se podría decir que el ordenador de sobremesa destaca sobre todo por su robustez y flexibilidad, mientras que el portátil es imbatible en la movilidad. En los demás aspectos, quizá ni uno ni otro se diferencien tanto para la mayoría.