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Innovación 07 jun 2018

Nueva York reúne a los líderes de 'blockchain' para debatir su futuro

Consensus, la conferencia de Coindesk celebrada recientemente en Nueva York, ha vuelto a demostrar que las expectativas que generan 'blockchain' y los criptoactivos viven su punto más álgido. Más de 8.400 profesionales e inversores asistieron a un evento que el año pasado solo tuvo 2.200 visitantes.

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Entre los asistentes se encontraban famosos emprendedores como Jack Dorsey (fundador de Twitter y Square), grandes proveedores de tecnología como IBM o Microsoft, bancos como BBVA o los reguladores de Reino Unido o Canadá.

Las criptodivisas, los nuevos modelos descentralizados basados en 'tokens' y la eficacia que los registros distribuidos aportan a los procesos atraen con fuerza al talento y al dinero, según se pudo comprobar en Nueva York. En la puerta de la conferencia se vieron filas de coches de súper lujo y ‘The New York Times’ dedicó un reportaje fotográfico a la reunión como si se tratase de un evento de la alta sociedad.

Toda esa publicidad es bien recibida por la industria de ‘blockchain’ pues aún necesita mucho tiempo, recursos e inversiones para llegar a alcanzar una madurez que le permita demostrar su potencial con aplicaciones reales.

El tema estrella fueron los criptoactivos. Bitcoin volvió a protagonizar los titulares, especialmente gracias a las declaraciones de Dorsey quien dijo que esperaba que se convirtiese en la moneda nativa de Internet. Pero detrás del ruido mediático, se generaron importantes debates entre quienes se interesan por generar nuevos modelos de negocio basados en ‘tokens’.

Tokenización

Las economías basadas en 'tokens' —esas unidades de valor que una organización crea para gobernar su modelo de negocio y dar más poder a sus usuarios para interactuar con sus productos— abren un nuevo mundo de posibilidades para crear modelos de intercambio de bienes y servicios de manera descentralizada que disparan la imaginación de empresas y ‘startups’. Así, en Consensus, se habló mucho de su uso para crear aplicaciones descentralizadas o para la comunicación entre máquinas en el Internet de las cosas.

Los profesionales coincidieron en la necesidad de generar estos ‘tokens’ con tecnologías robustas por motivos de seguridad y en centrar los proyectos en los ‘tokens’ llamados de utilidad, más que en los que se usan para dar acceso a la participación en una empresa o a inversiones. Estos últimos han proliferado en exceso, según los expertos, quienes no los consideran sostenibles en el largo plazo.

‘Blockchain’ fue el otro gran tema de conversación. La industria financiera está empujando con fuerza para aplicar esta tecnología en sus procesos pero el camino está siendo complejo. Los profesionales de la banca coincidían en señalar que las soluciones productivas estaban tardando en llegar más tiempo del que esperaban y que la integración o migración con los sistemas ‘legacy’ (los heredados de otros tiempos) resulta difícil.

Aprendizaje

Pero a pesar de estos retos, el sector bancario lo tiene claro: tiene que aprender cómo utilizar esta tecnología y prepararse para la disrupción que va a suponer en el futuro. Todos coincidían que actualmente están en esta fase de aprendizaje que va a ser esencial para desarrollar nuevos modelos de negocio.

Entre las lecciones aprendidas se destacó la importancia de seleccionar un lenguaje de programación para los ‘smart contracts’ de acuerdo a los requisitos de seguridad y escalabilidad que sean necesarios en cada proyecto.

La industria financiera también se mostró descreída de que fuesen a funcionar los modelos descentralizados para los servicios bancarios pues se cree que siempre se va a necesitar una clara política de gobernanza. Al operar en mercados tan regulados, los clientes necesitan alguien al que acudir en caso de problemas o para resolver conflictos, se concluía.

Con muchas nuevas ideas, contactos y pilotos en la cabeza, la flor y nata del ‘blockchain’ mundial dejó Nueva York para volver a sus países de origen y seguir construyendo las soluciones de futuro del llamado Internet del valor.