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Emprendimiento y Startups Act. 10 ago 2017

Novelo (ZaveApp): “Innovar no es inventar algo, sino desarrollar productos fáciles de usar”

La importancia de fomentar la cultura del ahorro, adaptada a la sociedad tecnológica de la actualidad, fue lo que inspiró a Octavio Novelo a crear ZaveApp, un emprendimiento que debutó en México este año y que en 2016 operará en Estados Unidos y en la Unión Europea. Novelo es uno de los 33 innovadores del ebook Hablan los protagonistas.

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Descríbenos tu emprendimiento, ¿qué servicio presta ZaveApp?

El concepto más simple es un cochinito electrónico, una alcancía en un teléfono celular. Es una alcancía como la conocemos todos pero llevada a la era de pagos digitales. Ahora que utilizamos medios de pago como tarjeta de débito o crédito, creamos una alcancía que puedes tener en cualquier teléfono inteligente y que alimentas precisamente a través de tarjetas de débito o crédito.

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Octavio Novelo

¿En qué momento empezaste a colaborar en el ecosistema emprendedor del país?

Llevo cuatro años y medio siendo emprendedor. Cuando terminé la carrera, trabajé en la industria financiera durante casi seis años; me salí en junio de 2011. Y primero puse un sitio web que era un market place para vivienda en el DF y en eso estuve dos años. Después, por varias razones, incluyendo que no terminaba de despegar el producto, salió la idea de ZaveApp, inspirada en algo que habíamos pensado hace más de diez años y donde, ya conociendo de programación y de aplicaciones, vimos que podíamos desarrollar un producto propio. Y poco a poco en el proceso del primer año de ZaveApp, gradualmente fui dedicándome cada vez más a tiempo completo a ello y dejando de lado la operación del otro negocio.

¿Te consideras un innovador? ¿Por qué?

Sí, porque creo que lo importante al innovar es desarrollar productos fáciles de utilizar. Es difícil innovar en general, pero es más difícil aterrizar una idea a algo tan sencillo que pueda tener un alcance masivo. Y en ese sentido creo que en ZaveApp hemos logrado –encabezado por mí pero con un soporte de un gran equipo– aterrizar dos conceptos que son de uso generalizado y conocimiento universal, como son la alcancía y el redondeo. En ese sentido, no estamos inventando nada, lo que sí estamos inventando y logrando transformar es llevar eso a una plataforma digital, con las ventajas que conlleva. Entonces pienso que innovación no es necesariamente inventar algo de la nada, sino juntar pedazos de procesos y cosas que existen y que la gente pueda adoptar y ponerlos en un empaque muy bonito y fácil de usar.

¿Cuál ha sido la motivación de tu proyecto?

Hace bastante tiempo, como 12 años, cuando yo estaba estudiando, hubo un concurso sobre cómo incentivar el ahorro en México. Y lo que yo vi como estudiante es que era muy difícil ahorrar, porque básicamente implicaba tener dos cuentas ya que si no tienes un lugar donde físicamente puedas separar el dinero y segregarlo, pues no es ahorro. Y también lo que vimos en ese momento es que una manera de recaudación sencilla era en los pagos en efectivo. Cuando vas a los establecimientos comerciales te dicen que si quieres redondear para alguna fundación, lo cual está muy bien, está perfecto donar a una fundación, pero ¿por qué no podría yo redondearlo para mí mismo y ese dinero mandarlo a mi ahorro? Y esa fue la primera idea.

Después pasó el tiempo y me volví emprendedor en tecnología y un día pensé que con una aplicación podía hacer eso y ofrecerlo a usuarios de cualquier banco. Esto se retomó hace dos años. Pasamos un año en investigación y desarrollo y en enero de 2015 lanzamos ya una versión beta, primero no transaccional, en donde aprendimos del usuario, entendimos sus motivaciones para ahorrar, en qué montos y plazos. A finales de mayo de 2015 lanzamos el producto real, donde ya puedes ahorrar para diferentes objetivos.

Entonces la motivación nace de lo difícil y aburrido que es ahorrar, pero todos sabemos la importancia y es como un deseo generalizado de la población. Estamos tratando de hacer un producto que sea sumamente fácil de entender y de usar y que cree interés para que la gente activamente esté ahorrando dinero.

¿Cuáles son los retos o barreras a los cuales se enfrentan los emprendedores en México actualmente?

Los últimos dos años han sido muy importantes y se ha avanzado muchísimo en el llamado ecosistema emprendedor. En otras ocasiones lo he dicho: creo que es una tendencia mundial irreversible, positiva, y no nos podíamos quedar afuera del barco. Lo que se ha hecho está bien, es bueno que se haga y se tiene que hacer más. Creo que estamos en una mejor posición de la que estábamos hace dos años. Ya hay un cierto volumen de incubadoras o aceleradoras como Wayra, que es con la que estamos –de Grupo Telefónica-, que hace cinco años no existían en el país, y eso es muy positivo. Pero seguimos bastante lejanos de la forma en la que opera el ecosistema principal de innovación a nivel mundial, que es Silicon Valley.

Yo lo que digo como ejemplo es, en mi país, en México, con una muy buena idea que hoy está aprobada y validada y que la acabamos de ir a exponer a varios bancos europeos a finales de octubre pasado, hemos estado con ustedes en BBVA. He tardado un año en conseguir los primeros 100.000 dólares de capital semilla de alguien como Telefónica, que creyera en nosotros y pudiéramos avanzar. Eso, en Silicon Valley, lo puedes hacer en dos semanas.

Entonces, sí, estamos mejor, pero nos falta muchísima velocidad para que las cosas sucedan, velocidad en todos los jugadores del ecosistema, tanto en las aceleradoras como en los fondos de capital de riesgo, en los mismos emprendedores y en los procesos de gobierno. Creo que estamos mejor que hace dos años, pero todavía hay muchas áreas de oportunidad para mejorar, sobre todo, desde mi punto de vista, en la velocidad.

¿Cómo definirías el ADN del emprendedor/innovador mexicano?

En México existe muchísima innovación, porque creo que los mejores emprendedores se hacen en la adversidad. Viniendo de un contexto donde muchas cosas que pueden salir mal salen mal, porque el país no es perfecto, creo que eso nos pone en el lado bueno para ser  más creativos, sustancialmente más creativos que lo que podrían ser nuestros padres en países que se conocen como plenamente desarrollados.

Si nos ayudan a catalizar ese aspecto con un ecosistema adecuado, creo que desde México pueden surgir verdaderas compañías de alcance mundial, pero nos faltan ciertos ingredientes todavía".

Ya estuve en Silicon Valley y en Londres y, con respecto a la gente de allá, diría que estamos en la misma capacidad o, en algunos casos, en capacidades superiores. Necesitamos complementar eso con una visión de alcance mundial,que si llegas aquí a proponer una idea y dices ‘voy a crear una app que va a operar en 180 países’, la gente en tu país se lo crea y no digan que eres un soñador. Nosotros por eso ya abrimos nuestra empresa en Estados Unidos y en 2016 vamos a operar allá y en la Unión Europea, con ZaveApp.

¿Cuál consideras que es el papel de los organismos oficiales y no oficiales en el proceso de emprendimiento?

Tienen un papel muy importante, sobre todo en las fases iniciales, porque ellos pueden ser los que con un interés menos mercantil y más de largo plazo, con una visión social, pueden darte los primeros apoyos para despegar tu idea.Una idea que a lo mejor es un simple dibujo y un concepto. Entonces sí son fundamentales.

De nuevo digo: las bases están sentadas y funcionan, lo único que tendríamos que mejorar es la velocidad de respuesta. Si tienes en cuenta que el 80% de las empresas mueren antes de dos años de operación, pues cada día de esos primeros dos años de nosotros como empresa es mucho tiempo. Entonces, cuanto más rápido avancen las cosas para nosotros, bajamos el nivel de riesgo del proyecto. Así que podemos aprender a tener procesos más estandarizados y más ágiles.

¿Cómo definirías las oportunidades financieras para el emprendimiento mexicano actualmente y por qué?

Hay muy buenas oportunidades, sobre todo por la posición geográfica de México. Si tenemos una visión de que arriba, en Estados Unidos, hay un mercado de 300 millones de personas, y puedes diseñar un producto en México con costos que son más bajos que si lo hicieras basado en Estados Unidos, hay oportunidades enormes. Lo único es que, de nuevo digo, para que eso funcione, toda la industria se tiene que mover de manera más ágil. Creo que somos el ecosistema más avanzado de toda Latinoamérica, junto con Chile, y la ventaja que tenemos con ellos es que en el mercado interno de aquí hay 120 millones de personas, frente una población mucho menor en Chile. Sí podría catalogar que nuestro país y la Ciudad de México como tal, creo yo, estamos en el top 10 de ecosistemas emprendedores a nivel mundial. Y todavía podemos subir escalones si mejoramos temas de velocidad de respuesta.

¿Cuál es tu visión del futuro de la innovación en México?

Pienso que cada vez más va a florecer este ecosistema. Más gente va a salir de las universidades o de empresas a tratar de innovar y hacer emprendimientos de base tecnológica o startups. Creo que va a haber historias de éxito y de fracaso, como en todo el mundo, más de fracaso que de éxito, pero eso le deja muchísima riqueza al país, tanto a nivel cultural como a nivel empresarial.

El proceso creo que es único y cada quien habla como lo va viviendo, pero pienso que tenemos que encontrar esa conexión real entre las grandes empresas que ya existen y las startups, porque al final cualquier negocio significa ventas, y para vender tienes que hacer un producto útil para alguien más. En ese sentido, si las grandes empresas colaboran en probar y diseñar, en conjunto con startups, productos que puedan suplir necesidades específicas de ellas, creo que se crea un ganar-ganar. Porque puedes aliviar un dolor para una empresa grande que no encuentre un proveedor del mismo tamaño que ella, por la agilidad que una startup puede tener; y al mismo tiempo una startup puede encontrar un canal de ventas grande que le puede dar, en un primer momento, un nivel de supervivencia para seguir desarrollando, y después tendrá más clientes de esa talla.

En mi opinión, lo que va a surgir son estas aceleradoras con un sponsor atrás de alguna gran empresa.

Un caso específico, ahora que acabamos de estar en Londres: Tesco, que es una cadena de supermercados como Walmart, patrocina una aceleradora exclusivamente para el sector de retail, donde ellos están. Entonces, lo que están buscando básicamente es fomentar startups que a ellos les puedan servir para mejorar su negocio. Ese tipo de incubadoras creo que son el futuro de hacia dónde va a ir esto. Esas aceleradoras se están volviendo una extensión del RMB de las grandes empresas y eso está bien.

¿Qué consejos darías a alguien que quiere emprender en México?

Hay varios, pero pienso que el más importante y relevante que cada día lo compruebo es que no creo en el concepto de salir de la universidad y emprender. Sí hay casos de éxito impresionantes, como podría ser Facebook, pero son uno entre un millón. La realidad es que la experiencia disminuye tus posibilidades de fracasar. Por eso, el consejo que daría es siempre trabajar antes y regarla con dinero de alguien más, antes de salir a hacer lo tuyo, porque la vas a regar, y la vas a seguir regando.

Para disminuir esas posibilidades, creo que primero es sano acumular experiencia trabajando para alguien más y en todos los aspectos, desde aprender a delegar hasta aprender las diferentes áreas de una empresa y entender en dónde puedes agregar valor, para después tú salirte y hacer algo en específico. Mi consejo es ese: trabaja primero para alguien más y acumula algo de experiencia. Y eres tú el que vas a ver adentro de una empresa un área de oportunidad en alguna parte del proceso, y entonces ahí empezar a pensar qué es lo que puedo arreglar y hacer más eficiente haciéndolo yo solo, empezar a pensarlo, y llega un punto en donde tienes que brincar y jugártela. Pero antes hay que validarlo, preguntarle a muchísima gente si lo que tú estás viendo ellos también lo ven, porque ese es el error que comete mucha gente: que diseña productos que solamente ellos quieren usar.

Octavio Novelo hace énfasis en que una de las áreas de oportunidad actuales del ecosistema emprendedor mexicano es la velocidad de respuesta en los procesos para emprender. Asegura que si se trabaja en agilizar dichos procesos y estandarizarlos, México podría escalar peldaños en el ámbito del emprendimiento y la innovación mundial.