Mundos virtuales en 3D con tecnología española
Se llama Virtway y es una empresa española que acerca los mundos virtuales 3D a áreas tan diversas como la educación, la cultura o los comercios, y lo hace a través de un motor de desarrollo propietario y multiplataforma.
Después de doce años en el sector recreando mundos virtuales para la web y los videojuegos, Virtway, empresa internacional, pero localizada en Oviedo, se volvió a convertir en startup y reseteó su estrategia para trabajar con su propio motor de desarrollo 3D, propietario y multiplataforma, y dirigir su mirada hacia las posibilidades del mundo móvil. De este modo, y a partir de su propia tecnología, sus mundos virtuales pueden disfrutarse igualmente desde el PC que desde el iPad y están perfilando los detalles para que también sea compatible con Android. Como comenta José Antonio Tejedor, cofundador de la compañía, “esto supone una facilidad de uso enorme, los usuarios solo tienen que abrir la aplicación o la app, en el caso de los móviles, y listo. Es una experiencia que está gustando mucho en el sector educativo”.
En el terreno educativo, la empresa se encuentra trabajando en el desarrollo de un mundo virtual en el que podrán participar estudiantes a partir de los once años. Para ello, colaboran con colegios en España, Reino Unido, Atlanta, Nueva York, Boston, Colombia o México y están ultimando detalles para lanzarlo a lo largo del año, posiblemente en el mes de junio, confirma Tejedor. En este mundo virtual en 3D, los estudiantes se relacionan con estudiantes de otros países a través de avatares y realizan actividades colaborativas: “Es como la vida real, hablan entre ellos y participan en juegos con estructura, es decir, ajedrez, damas, etc.”, explica Tejedor. Además, en el futuro, se ampliará con la práctica de idiomas y con intercambios culturales.
El mundo virtual tiene una parte pública accesible para todos sus miembros, y en la que se imparten videoconferencias que permiten visualizar un mismo vídeo a todos los participantes, algo que no permite ni Skype, ni hangouts, recuerda Tejedor, se ofrecen visitas a museos, como es el caso del Museo de Ciencia e Innovación de la Coruña o el Museo de Arte y Diseño de Atlanta ya disponibles, y se comparte conocimiento abierto. Después, está la parte privada, donde se puede contactar con los profesores, acceder a ponencias, etc.
La idea es crear también un mundo virtual con diferentes universidades, un proyecto en el que Virtway se encuentra trabajando en la actualidad.
No solo en el terreno de la educación Virtway ha desarrollado proyectos, sino también en el ámbito empresarial, donde los mundos virtuales ofrecen amplias posibilidades, como por ejemplo dar formación a los empleados a través de una herramienta atractiva, citarse para llevar a cabo reuniones o, en el caso de empresas destinadas a la fabricación o la venta, realizar una demostración de sus productos.
De hecho, en el segmento de la venta online, Virtway ha creado Viviwo, una plataforma de compras en fase de pruebas destinado tanto al turismo como a las compras. “Se trata de una plaza central de reunión con tiendas, galerías de arte y donde se pueden comprar productos de todo tipo, aunque el proceso se finaliza en la web de la empresa no en la plataforma”, explica el responsable.
Una empresa que retransmite eventos deportivos virtuales o una tienda de ropa son algunos de los primeros inquilinos de este mundo, que, en el futuro, estará separado por distritos (moda, juegos, etc.). Según Tejedor, “el coste por estar en este centro comercial virtual no está definido, pero sería como estar en un centro comercial tradicional”.
En la actualidad, la versión de Viviwo disponible se puede disfrutar con tiendas online, pero la empresa se encuentra preparando un actualización que permitirá concurrir a millones de usuarios.
Virtway ofrece desarrollos para empresas, centros educativos, agencias de turismo o instituciones y negocios culturales. Entre sus soluciones, además de estos mundo virtuales, desarrollan juegos y aplicaciones multiplataforma, formación mediante simuladores, juegos formativos, turismo desde el móvil o visitas virtuales interactivas.
Como partners, cuentan con la Universidad de Oviedo y la Universidad de Stanford y, financieramente, tienen el respaldo de un grupo de inversores suecos que han inyectado al proyecto 5 millones de euros.