Móviles reacondicionados: más económicos y sostenibles
Los móviles reacondicionados han ganado popularidad en los últimos años. Además de que permiten a los usuarios llevar a su bolsillo la alta gama a un precio más asequible, reducen notablemente el impacto ambiental que conlleva fabricar teléfonos desde cero.
Menos del 40% de los residuos electrónicos de la Unión Europea se reciclan, según el Parlamento Europeo. A medida que este tipo de basura no para de crecer, cada vez más compañías y usuarios apuestan por dar una segunda vida a los móviles. La venta de dispositivos reacondicionados ha crecido un 15% en 2021, según la consultora Counterpoint Research. Este tipo de aparatos aspiran a convertirse en una alternativa más económica y sostenible de cara a hacerse un hueco en el mercado de los ‘smartphones’.
“El reacondicionamiento de aparatos electrónicos ha surgido como una alternativa más económica y sostenible frente a los dispositivos nuevos”, señala Nathanaël Berbessou, General Manager de Back Market España, un servicio de productos reacondicionados. El mercado de los móviles reacondicionados y usados ha crecido especialmente en la región de Asia y el Pacífico y en Europa, según la firma Persistence Market Research. A esta tendencia, según Berbessou, también ha contribuido “el contexto de inflación y un modelo de consumo actual insostenible a largo plazo”.
Otra de las claves del éxito de estos dispositivos es la subida de precio de los teléfonos nuevos. La industria del ‘smartphone’ se ha visto tocada por la escasez de algunos productos, los retrasos en los envíos y el incremento de los precios del transporte causado por el encarecimiento de materias primas y los precios de la energía. Así lo explica Félix Martín Aguilar, CEO y cofundador de Aliqindoi: “Algunos modelos de gama media y alta de compañías como Apple y Samsung están fuera del alcance de muchos usuarios, que tienden a buscar alternativas como el mercado reacondicionado o de segunda mano para conseguirlos”.
El origen de los móviles reacondicionados
Los móviles reacondicionados tienen en promedio una antigüedad de entre 18 y 24 meses, según Berbessou. Su origen es muy diverso. Algunos provienen de empresas que comúnmente cambian los dispositivos de sus empleados después de unos meses de uso. Tal y como señala Martín Aguilar, también hay terminales que han sido comprados y devueltos tras ser abiertos y encendidos, otros que están de exposición en las tiendas y los que han presentado problemas técnicos, pero han sido reparados.
Estos móviles pasan por un proceso exhaustivo de revisión para garantizar que están en buen estado. “Antes de ponerlo en venta, se hace una apertura física del dispositivo y se realizan unos chequeos para comprobar que es un equipo que no está mojado, golpeado y que no tiene ningún elemento que haya sido dañado”, cuenta Berbessou. Posteriormente, se hacen algunas pruebas para garantizar que el móvil funciona correctamente. Este proceso es el que marca la diferencia entre los dispositivos reacondicionados y los de segunda mano: estos últimos no tienen por qué pasar por ningún proceso de reparación o revisión.
La democratización de la alta gama
De esta forma, los usuarios pueden adquirir dispositivos ‘premium’ o mejores que los que tienen a un precio muy inferior al de venta. “En el mercado de reacondicionados, entre el segundo y tercer año, nos movemos en precios de entre el 40% y el 60% del valor desde su lanzamiento”, comenta Martín Aguilar. A ello se suma que estos móviles suelen contar con una garantía que normalmente supera el año.
Pese a todas estas ventajas, algunos ‘smartphones’ reacondicionados pueden tener pequeños detalles estéticos propios del uso, como rayones o golpes. Por ello, es importante fijarse en ello antes de comprar cualquier terminal. Algunas investigaciones concluyen que, a la hora de adquirir móviles de segunda mano, los usuarios priorizan que funcionen bien, el estado de la batería y su apariencia. Algunas plataformas como Back Market cuentan con una clasificación por grados, que permite al consumidor decidir si quiere un móvil que esté en un estado “correcto”, “muy bueno” o “excelente”.
Disminuir el impacto medioambiental de los móviles
Aparte de por los beneficios económicos, hay usuarios que optan por este dispositivo por motivos medioambientales. De hecho, algunas investigaciones concluyen que el factor ambiental es ligeramente más motivador que el financiero a la hora de comprar un terminal reacondicionado. En 2019 se generaron 53,6 millones de toneladas de basura electrónica en todo el mundo, según Naciones Unidas (ONU). Se espera que en 2030 esta cifra alcance las 74,7 millones de toneladas.
“Un ‘smartphone’ nuevo tiene una vida útil de tres años antes de ser reacondicionado y de dos años después de serlo”, explica Berbessou, en referencia al estudio El impacto medioambiental de lo digital en todo el mundo, de la Agencia Francesa para la Transición Ecológica (ADEME). El experto aboga por prolongar su vida útil de estos terminales. Al optar por un móvil reacondicionado, se ahorra la extracción de 243 kilogramos de materias primas, lo que equivale al peso de 12 bicicletas. La venta de electrónica reacondicionada ha evitado además la emisión de 803.000 toneladas de dióxido de carbono en 8 años de actividad. Mientras que las personas compran y desechan cada vez más aparatos, optar por móviles reacondicionados contribuye de forma notable a la economía circular.