Malta, la isla colonizada por ‘blockchain’
El país insular aprueba una robusta legislación sobre la cadena de bloques que está compuesta por tres leyes y que sitúa al país como la nación más avanzada en la materia.
Incrustada en el Mediterráneo, a medio camino entre Europa y África, Malta ha sido siempre un destino estratégico. En la antigüedad, los fenicios y los británicos, pasando por los romanos y aragoneses, defendieron su ocupación por su espléndida localización en el mapa. Hoy, en pleno siglo XXI, la isla — que se adhirió a la Unión Europea en 2004 — quiere seguir siendo un sitio clave. Pero esta vez en temas tecnológicos. A finales de 2018, el Gobierno maltés ha puesto en marcha una novedosa regulación, única en su tipo en todo el planeta, compuesta por tres leyes en materia de 'blockchain', criptomonedas y tecnologías de registro distribuido (DLT, 'distributed ledger technology').
“En Malta, nos hemos lanzado como la isla 'blockchain'”, dice en repetidas ocasiones Joseph Muscat, el primer ministro de ese pequeño país con casi 476.000 habitantes. La nueva legislación — aprobada en el Congreso local durante el verano pasado, pero que ha entrado en vigor el primer día de noviembre – está compuesta de una Ley de Innovación Digital, que ha permitido la creación de la Autoridad de Innovación Digital de Malta (MDIA, por sus siglas en inglés). Este organismo autónomo pondrá las bases para poder operar la tecnología 'blockchain' y los contratos inteligentes. Además promoverá el avance, el diseño y la utilización de tecnologías innovadoras.
Una de sus tareas principales será otorgar certificación a las plataformas DLT. Es decir que dará credibilidad y seguridad jurídica a los usuarios que deseen utilizar una base de datos que gestionan varios participantes y que no está centralizada. La segunda regulación (la Ley de Arreglos y Servicios de Tecnología Innovadora) determinará las normas necesarias para que las empresas operen con criptomonedas y sistemas descentralizados (DLT). La tercera normativa (la Ley de Activos Financieros Virtuales) regulará las operaciones con criptomonedas, los ICOs (oferta inicial de activos financieros virtuales) y los proveedores de 'criptocarteras'. En pocas palabras: se ocupará de regular el mercado y proteger al inversor.
“'Blockchain' tiene el potencial de irrumpir poderosamente en muchos aspectos sobre cómo funcionan las empresas y las economías, incluso cómo se organizan las sociedades”, comenta George Sammut, analista de la consultora PwC. La cadena de bloques se abre paso en distintas industrias a una velocidad de locomotora y es por eso que su regulación resulta relevante e imprescindible para ciertos países. “Malta ahora se encuentra en lo alto de la tabla y se destaca como la primera jurisdicción en el mundo en haber diseñado un ecosistema completo para los sistemas descentralizados”, explica Juanita Brockdorff, experta de KPMG.
La intención del Gobierno maltés es convertir a la isla en un 'hub' de 'blockchain' y atraer así nuevas inversiones, según las fuentes oficiales. Parece que tal esfuerzo empieza a tener buenos frutos. Por ejemplo, OK Blockchain Capital —el brazo de inversión de OK Group, un grupo que se centra en las inversiones de la industria de 'blockchain'— ha solicitado la autorización al Gobierno maltés para crear una institución de crédito y prestar servicios a las compañías de criptografía y 'blockchain'.
“Se ha creado un refugio para que las empresas de criptografía [técnica que protege documentos y datos] prosperen aquí en Malta”, ha dicho, a la revista Forbes, Eman Pulis, responsable del Malta Blockchain Summit 2018, un evento celebrado el pasado noviembre. “Los principales intercambiadores de criptomonedas, como Binance y OKEx, ya se han trasladado al país”, ha dicho durante el encuentro. El avance de la isla en las nuevas tecnologías se adereza con su avance económico. Tan solo 2017, el PIB de ese pequeño país creció un 6,7%, más del doble que el promedio del resto de los países de la Unión Europea.