Los retos de futuro de la tecnología ‘wearable’
El de la tecnología ‘wearable’, la de los dispositivos ‘ponibles’, es uno de los segmentos del sector tecnológico que a mayor velocidad avanza, a un ritmo que supera, incluso, al de la telefonía móvil. Desde pulseras de monitorización de la salud (‘fitness trackers’) hasta relojes inteligentes de última generación con sistemas de monitorización para la práctica del deporte, pasando por las gafas de realidad virtual, la tecnología ‘wearable’ está en pleno auge.
El despegue de los ‘wearables’ ha sido una consecuencia tan inevitable como bienvenida del incremento de nuestra dependencia de los ‘smartphones’. Gracias a los avances en el diseño y la oferta en el segmento de los relojes inteligentes, esta tecnología se ha convertido ya en una obsesión. Pero, alimentar esta obsesión para así seguir ampliando el mercado ‘wearable’ depende de la capacidad del segmento para, tanto en términos de programación, de desarrollo de aplicaciones y de mejora de los diseños, evolucionar al mismo ritmo que la imaginación de los usuarios.
¿Están preparadas las aplicaciones?
Uno de los principales retos a los que se enfrenta la actual generación de dispositivos ‘wearables’ es la falta de aplicaciones rompedoras. La ausencia de aplicaciones robustas, capaces de satisfacer las diferentes necesidades de los consumidores, es un factor clave para el futuro del segmento. En la actualidad, en el mercado cuesta encontrar aplicaciones más allá de las dirigidas a la monitorización de la actividad física y de la salud – control del ritmo cardiaco, de la ingesta calórica y de la dieta – y de las de lectura textos, respuesta de llamadas y envío de notificaciones. A pesar de su utilidad, ninguna se trata realmente de una aplicación ‘rompedora’, esto es, capaz de capturar la imaginación de los consumidores o de llamar su atención suficientemente como para impulsarles a comprar o utilizar un dispositivo ‘wearable’.
Según la empresa de estudios de mercado Gartner, “de aquí a unos años, la mitad de las interacciones con aplicaciones se va a canalizar a través de dispositivos ponibles”. De ser cierta esta afirmación, en breve deberíamos asistir a la llegada de una nueva generación de aplicaciones al mercado. Los usuarios desean disponer de aplicaciones en los sistemas operativos dominantes, esto es iOS y Android.
Los retos de la tecnología 'wearable'
De entre las muchas cuestiones que todavía tiene por resolver la tecnología ‘wearable’ para convertirse en un fenómeno de masas, cabría destacar los siguientes:
- Aplicaciones rompedoras.
- Gestión de energía.
- Dependencia tecnológica creada por la realidad aumentada y el procesamiento automático.
- Avances en arquitectura de ‘software’ para compensar el tamaño de las pantallas de estos dispositivos.
- Gestión de redes inalámbricas y redes de área personal (PAN – Personal Area Networks).
- Seguridad frente a posibles accesos no autorizados a los datos almacenados en los dispositivos, cuando no ataques que puedan conllevar directamente el secuestro funcional del propio dispositivo.
Pero una vez resueltos estos problemas de seguridad, por sus posibilidades de uso gracias a interfaces ‘manos libres’ e independiente de la ubicación, la tecnología wearable puede contribuir al desarrollo de soluciones muy útiles en una gran variedad de campos. Así, por ejemplo, en operaciones de emergencia y de búsqueda y rescate, o en centros logísticos o almacenes, el uso de estos dispositivos con capacidades avanzadas de movilidad y conectividad permitiría mejorar el trabajo de los equipos sobre el terreno o de los operarios. En lo que a tareas específicas de seguimiento se refiere, podrían contribuir, por ejemplo, a coordinar y controlar mejor las rondas del personal sanitario en centros hospitalarios o las tareas de los equipos de rescate en situaciones de emergencia.
En entornos industriales, podrían utilizarse dispositivos que permitieran a los técnicos de reparación visualizar constantemente los planos de los equipos en los que estuvieran trabajando, mientras que en una línea de montaje, los operarios podrían ejecutar determinadas tareas de manera remota, lo que permitiría mejorar su seguridad. En el comercio minorista, la tecnología wearable podría ayudar a mejorar la calidad y la rapidez del servicio, permitiendo al personal de ventas acceder a información sobre los productos de una manera más fácil.
Cualquier avance tecnológico pasa por una fase de introducción y una de descubrimiento durante su ciclo de vida, y el caso de los ‘wearables’ no es ninguna excepción. Por las mejoras que va a ofrecer en términos de ancho de banda, el despliegue de las redes 5G va a suponer un punto de inflexión para los ‘wearables’, permitiendo el lanzamiento de soluciones como las de monitorización de la salud en tiempo real o el uso simultáneo de multitud de apps. La combinación de ‘wearables’ y 5G va a impulsar la aparición y la mejora de un gran número de aplicaciones.
Habrá momentos en los que los consumidores cuestionen el propósito y uso de dichos dispositivos. Algunas personas se mostrarán totalmente reacias a utilizarlas. Pero, tanto a nivel de aplicaciones como de ventajas, el potencial de la tecnología ‘wearable’ es demasiado elevado como para ignorarlo. Si tomamos como referencia el impacto de los smartphones en nuestro día a día, el futuro de la tecnología ‘wearable’ se antoja, cuando menos, igual de brillante, limitado únicamente por nuestra propia imaginación.