Las ‘startups’ unicornio que triunfan en América Latina
La región cuenta ya con 13 empresas tecnológicas que han adquirido la denominación financiera más cotizada: compañías valoradas en al menos 1.000 millones de dólares.
América Latina se llena de unicornios. Desde Tijuana (México) hasta el estrecho de Magallanes (Chile), las empresas de tecnología que han alcanzado —en alguna etapa de su proceso de aumento de capital— los 1.000 millones de dólares han conquistado a miles de usuarios. Por el momento son un pequeño grupo: 13 firmas en total, que se han forjado en las principales economías de la región, pero que han llevado sus servicios por toda la zona. Incluso han cruzados océanos. Recientemente se ha unido a esta élite del mundo emprendedor una colombiana: Rappi, una plataforma de entrega a domicilio bajo demanda.
La firma colombiana —con presencia en seis países de la región y que recientemente acaba de recibir una inyección de capital de 200 millones de dólares— no ha sido las única que ha alcanzado la categoría de unicornio este año. Tres empresas brasileñas han probado también estas mieles: PagSeguro (pagos a través de dispositivos móviles), Nubank (una ‘fintech’ de tarjetas de crédito) y 99taxis (el ‘Uber latinoamericano’). La racha ha sido sorprendente, en una zona del mundo en donde ser emprendedor era hasta hace no mucho toda una novedad.
Al menos así lo considera Susana García-Robles, jefa de operaciones financieras del Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin), el laboratorio de innovación del grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La experta del organismo multilateral apunta que el concepto de emprendedor era casi desconocido a principios de los años noventa del siglo pasado en la mayor parte de los países de América Latina y el Caribe. El término se asociaba a aquellas personas que habían perdido el empleo y que, mientras encontraban otro, optaban por la alternativa de montar un pequeño negocio. Pero esta idea se transformó una vez iniciado el nuevo milenio.
“A mediados de la década de los 2000, términos como innovación, inversor ángel, empresario y capital de riesgo gradualmente dejaron de ser considerados como conceptos elitistas y comenzaron a entenderse como conceptos imperativos para el crecimiento económico”, explica la analista. Algo se había transformado en los jóvenes (y no tan jóvenes) que buscaban oportunidades y que veían en las nuevas tecnologías una alternativa para saciar su hambre crecimiento. “El sueño de estar en el mismo trabajo hasta jubilarse, o buscar una 'profesión segura y rentable' no era tan atractivo para la nueva generación”, destaca.
Rappi es la última 'startup' en unirse al club de unicornios en América Latina. La firma colombiana hace entregas bajo demanda de todo tipo de productos a través de una 'app' .
Un nuevo ecosistema
Muchos de estos jóvenes, que han construido el tejido innovador en la zona, han estudiado en universidades extranjeras, principalmente de Estados Unidos, y regresaron a sus países de origen con ideas frescas, explica Adrián Caldart, profesor del IESE Business School. Fue así como nacieron gran parte de los emprendimientos que ahora son unicornios. La mayoría de ellos dio a luz antes o poco después de la burbuja de internet en 2001, que demostró cómo las empresas digitales pueden llegar crear un valor gigantesco en un período de tiempo relativamente corto, destaca un análisis elaborado por el BID.
Brasil se ha convertido en el país de la región con más unicornios. A la reciente incorporación de las tres últimas firmas brasileñas, se suman dos viejas conocidas en el mercado sudamericano: B2W (comercio electrónico) y TOTVS (servicios de tecnología y 'software'). El segundo sitio en la tabla es para Argentina, que hasta el año pasado ocupaba la primera posición en la palestra. En esta nación han surgido Mercadolibre (un 'Amazon latinoamericano'), OLX (anuncios clasificados en la web), Despegar (agencia de viajes en línea) y Globant (firma dedicada a la informática y el desarrollo de ‘software’).
El ranking de unicornios continúa con México, donde se encuentra Softtek, una compañía experta en TI, y KIO Networks, que ofrece servicios de tecnologías de información de misión crítica. Y en la cola están Colombia (con Rappi) y Chile con un solo unicornio: Crystal Lagoons, una firma que ha desarrollado una tecnología para construir lagunas artificiales. Pero este es solo el principio de una lista que se expandirá en los próximos años, dice García-Robles. “Está surgiendo un nuevo modelo de ecosistema de innovación, hecho en América Latina”, concluye.