Qué papel deben jugar los bancos centrales ante el auge de las criptomonedas
El continuo proceso de innovación y el uso cada vez menor del efectivo están dando forma a un nuevo sistema monetario digital. Según José Manuel González-Páramo, consejero ejecutivo responsable de economía y relaciones institucionales de BBVA, los bancos centrales deben decidir qué papel van a jugar en este nuevo entorno.
José Manuel González-Páramo impartió una charla titulada ‘La digitalización del dinero’, el pasado 20 de junio en Oporto, en el Seminario de Inversores y Emisores del Sector Público organizado por BBVA Corporate & Investment Banking. En este seminario anual, donde participaron más de 75 representantes de instituciones públicas, el consejero ejecutivo de BBVA inició su ponencia con un repaso a la historia del dinero, que comienza en el Neolítico cuando los primeros asentamientos humanos se ven en la necesidad de comerciar unos con otros, y continúa con la aparición de las primeras monedas en Asia Menor, entre el 680 y el 560 antes de Cristo. “Tuvimos que esperar aproximadamente 1.300 años para ver la aparición de una nueva forma de dinero: el papel moneda”, señaló. “Aparece en China en el siglo IX, pero no fue hasta la llegada de Marco Polo a Asia en el siglo XIII cuando los europeos se enteraron de su existencia.”
La siguiente gran evolución del dinero fue la aparición del dinero electrónico en el siglo XX, que no se puede considerar dinero ‘per se’, porque está respaldado por efectivo o depósitos. Y finalmente, la aparición de la divisa digital, basada en la tecnología ‘blockchain’.
Según explicó González-Páramo, existen cuatro elementos del nuevo mundo digital que han permitido el desarrollo de las divisas digitales: la hiperconectividad y, concretamente, la capacidad de transmisión de datos a gran velocidad; la gran capacidad de computación, es decir, la descentralización del proceso de almacenamiento y verificación de datos; la reducción en el coste de las operaciones y la criptografía como elemento de protección y seguridad de los datos.
Las críticas que han recibido el bitcoin y otras criptomonedas han sido principalmente por su elevada volatilidad –que dificulta su consideración como unidad de valor–, el anonimato -que puede favorecer su uso ilícito-, los riesgos operacionales ligados a posibles fraudes o robos y el consumo de energía eléctrica ligado a las operaciones y a las complejas técnicas criptográficas requeridas.
"Los bancos centrales se enfrentan al hecho de que estamos abandonando el dinero en efectivo"
En contraste, recientes iniciativas han desarrollado las ‘stablecoins’ o monedas digitales estables, cuya característica principal es que su volatilidad está limitada por diseño y referenciada a un colateral, que puede ser una divisa o cesta de divisas tradicionales (como el dólar o el euro), un bien material (como el oro) o un algoritmo que maneja el precio, controlando la cantidad de criptomonedas que hay en circulación. El objetivo de las ‘stablecoins’ es gestionar su volatilidad y elevar la confianza.
El ejecutivo de BBVA puso como ejemplo de ‘stablecoins’ el caso de J.P. Morgan, que ha sido el primer banco en crear y probar con éxito una divisa digital ligada a una divisa tradicional (el dólar), y el caso de Facebook, que ha anunciado recientemente la creación de una criptodivisa llamada Libra, que está totalmente respaldada por una cesta de depósitos bancarios y valores gubernamentales a corto plazo de gobiernos estables con baja probabilidad de incumplimiento.
Los bancos centrales están aún estudiando si emitir divisas digitales.
La emisión de divisas digitales por parte de los bancos centrales
José Manuel González-Páramo aseguró que las 'stablecoins' se encuentran en una fase muy incipiente en su desarrollo y todavía no se puede considerar que ofrezcan garantías suficientes para cumplir las tres funciones del dinero: ser un medio de pago, ser una unidad de contabilidad y cumplir con la función de almacenamiento de valor o de riqueza. Se refirió también a la posibilidad de que los bancos centrales emitan divisa digital, algo que está actualmente en estudio.
“Creo que las criptomonedas están aquí para quedarse”, añadió José Manuel González-Páramo. “Es muy importante que entendamos lo que significa tener ‘bitcoins’ en lugar de ‘stablecoins’ y entender también la difícil elección que deben tomar los bancos centrales, porque ahora se enfrentan al hecho de que estamos abandonando el dinero en efectivo. El dinero se deteriora, es costoso de gestionar, como lo es la logística en torno al dinero… Todo esto lo evitas con divisas digitales, pero te enfrentas a nuevos problemas. Por eso es muy importante que los bancos centrales acierten cuando decidan qué hacer al respecto”.