La nube, 5G e internet de las cosas: el potencial de la economía digital en Europa
Las innovaciones y desarrollos tecnológicos se convertirán en un elemento clave que impulse la creación de nuevos empleos entre los países de la zona.
Actualmente trabajan en Europa 239 millones de personas, la cifra más alta alcanzada desde que se tienen registros, y la inversión casi ha regresado a los niveles anteriores a la crisis. La UE y la zona del euro llevan creciendo 22 trimestres consecutivos, y la Comisión Europea espera que en 2019 este repunte se sitúe en torno al 1,7%, según las últimas estimaciones. En este progreso, las innovaciones y desarrollos tecnológicos han tenido mucho que ver, y en los próximos años se convertirán en un elemento clave que impulse ese avance. Tanto es así que la economía digital supondrá un 4% del PIB de la zona en 2020, frente al 1,9% que representaba en 2015.
Para que se cumplan estos pronósticos, los países de la Unión Europea están trabajando en asentar las bases del Mercado Único Digital. El objetivo es crear un escenario común en el que se puedan poner en marcha las iniciativas adecuadas que integren a las tecnologías precursoras de este avance. “Tecnologías de base, como el 5G o el ‘cloud computing’; y otras más disruptivas que permiten la explotación y monetización masiva de los datos, como son el ‘big data’, la analítica avanzada y los modelos de inteligencia artificial y ‘machine learning’, facilitarán la adopción de nuevos modelos de negocio impensables hasta hace poco”, apunta Miguel Ángel Barrio, Ingeniero de Telecomunicaciones y MBA Executive de IE Business School, y Head of Entelgy, The BusinessTech Consultancy.
“Otras tecnologías todavía no tan explotadas, como ‘blockchain’ , IoT o el Internet de las Destrezas [la capacidad de ejecutar un trabajo físico desde cualquier parte], serán un motor en la transformación digital de los negocios y la industria y las que marcarán la pauta y el desarrollo en los próximos años”, añade Barrio.
Dentro de esta estrategia, la economía de datos ayudará a crear nuevos puestos de trabajo – en 2020 se prevé que participen en ella unos 10,4 millones de personas-, a generar esos nuevos modelos de negocio y más servicios públicos innovadores, y favorecerá el crecimiento de la UE. El reto que se plantea ahora es la elaboración de unas normas, en gran medida impulsadas por la industria, que fomenten la innovación, ayuden a las empresas a acceder al mercado y garanticen la interoperatividad entre diferentes productos y servicios.
Pasos que ayudan a avanzar
La mayoría de las tecnologías mencionadas se basan en el análisis de datos o ‘big data’. De ahí que su correcta regulación, común a toda la UE, sea imprescindible para aumentar su uso y crear un ecosistema digital adecuado para su desarrollo.
“Las normas se consideran a menudo una cuestión técnica, pero la importancia de sus repercusiones y beneficios económicos es algo que las empresas y los consumidores en el mercado único notan cada día”, manifestó Elżbieta Bieńkowska, comisaria de Mercado Interior, Industria, Emprendimiento y Pymes de la CE, durante la presentación en noviembre de un plan de acción para hacer más eficiente la normalización en el mercado único.
Un uso más extendido de los servicios basados en el ‘cloud’ podría añadir unos ingresos adicionales de 449.000 millones de euros al PIB de Europa.
Bieńkowska también señaló que un sistema de normalización que funcione bien ayudará a Europa a mantener su ventaja como pionera y a seguir el ritmo de los cambios y las oportunidades en materias como el Internet de las cosas, macrodatos, robótica, fabricación avanzada, impresión en 3D, tecnologías de cadena de bloques e inteligencia artificial.
Solo una gestión adecuada de esos datos garantizará, por un lado, proteger la privacidad de los ciudadanos y, por otro, mejorar su uso por parte de las organizaciones. Un paso adelante en este sentido se dio en mayo del año pasado con la entrada en vigor del nuevo Reglamento General de Protección de Datos (RGPD).
Teniendo en cuenta el impulso que están suponiendo los datos para la economía global, Carlos Torres Vila, presidente de BBVA, escribió recientemente una tribuna en Financial Times abogando por una regulación de intercambio de datos entre sectores: “La próxima Comisión Europea debería priorizar una regulación intersectorial de intercambio de datos y mostrar que la apertura de los datos puede impulsar la innovación y beneficiar a los clientes y las empresas”. El presidente de BBVA considera que el punto de partida podría residir en la Directiva de Servicios de Pago 2 (PSD2).
Otro de los avances que se produjeron en 2018 fue la aprobación del nuevo Código Europeo de las Comunicaciones Electrónicas para impulsar las inversiones en redes de banda ancha en toda la UE. Esto significa, no solo disponer de conexiones más rápidas, también facilitar la actividad empresarial y la vida a los ciudadanos. “Los ‘smartphones’, las comunicaciones 5G, el ‘cloud computing’, etc., son tecnologías que habilitan ahora y en un futuro cercano el crecimiento económico sobre nuevos modelos de negocio empresariales disruptivos”, manifiesta Barrio.
En este contexto, y como se adelantaba al principio, crecerán las oportunidades laborales vinculadas la economía de datos. La Comisión Europea estima que en 2020 habrá algo más de 359.000 empresas que desarrollen su actividad dentro del sector digital, y que generarán riqueza para el conjunto de la UE y de la zona euro.
Colaboración público-privada
BBVA trabaja activamente con la Comisión Europea para impulsar el uso de servicios en la nube en Europa a través de su papel activo en distintas iniciativas regulatorias. Una de ellas es el grupo de trabajo DM Cloud Stakeholders, del que BBVA es miembro activo, que busca la armonización de certificados de seguridad para los proveedores de servicios ‘cloud’ y la creación de un código de conducta que facilite la portabilidad de datos y el cambio de proveedor.
El objetivo final de estas propuestas es acelerar la adopción de las tecnologías ‘cloud’ y facilitar el flujo libre de datos, aspectos considerados esenciales para la economía y competitividad europea. En la actualidad, tan solo un 26% de las empresas de la Unión Europea están utilizando servicios en la nube, tal y como destacó durante la última sesión plenaria del grupo, celebrada en BBVA, Pierre Chastanet, responsable de la unidad de ‘cloud y software’ de la Dirección General para Redes de Comunicación, Contenido y Tecnología (DG-CONNECT) de la CE.
A su vez, según cálculos de la CE, un uso más extendido de los servicios basados en el ‘cloud’ podría añadir unos ingresos adicionales de 449.000 millones de euros al PIB de Europa (EU28) con un impacto significativo en el empleo y la generación de nuevos negocios.