La inteligencia artificial y el ‘big data’, están demostrando ser una fuente positiva de innovación en el sistema financiero. La irrupción digital y el avance tecnológico están generando una revolución en la sociedad y en la organización empresarial. Tal y como explicó Jorge Sicilia, economista jefe del Grupo BBVA y director de BBVA Research, el sector financiero no es ajeno a estos cambios y la siguiente ola de innovación va a estar basada en la inteligencia artificial.
Jorge Sicilia participó en un encuentro organizado por el Global Interdependence Center en la Fundación Rafael del Pino. En su ponencia trató el tema de la ‘Tecnología Financiera en banca / Inteligencia Artificial’, centrándose en las oportunidades y los desafíos que plantea el uso de datos en el sector bancario.
Si bien las funciones del sector bancario no han cambiado, estas funciones presentan un extenso y dinámico uso de datos, la principal materia prima del cambio tecnológico actual. A través de ellos el sector está cambiando como consecuencia de las nuevas opciones de personalización masiva y la posibilidad de crear mercados individuales para cada usuario por parte de múltiples proveedores. No cambian las funciones, cambian los actores y cómo se declinan todos estos servicios.
El ‘big data’ y la inteligencia artificial son clave en toda la cadena de valor, empezando por una mejor comprensión del entorno en el que se desarrolla el negocio bancario a través del análisis de la dinámica social y de la realidad económica, pero también sirve para entender mejor las necesidades de los clientes.
Dados los importantes avances en inteligencia artificial y en ‘big data’ se han generado nuevos indicadores de alta frecuencia para entender el entorno económico. “Éstos son capaces de completar los datos ya publicados por los institutos estadísticos oficiales, pudiendo predecir el ciclo económico y proporcionando una mayor granularidad aún no disponible en los datos oficiales”, explicó Sicilia, al tiempo que hizo referencia a los estudios de BBVA Research. Hay una avenida que explorar entre la empresa privada y los institutos públicos para generar datos de calidad que sirvan para el uso público, en beneficio de la sociedad.
De igual manera, la inteligencia artificial y el ‘big data’ han servido para ajustar la estrategia y la oferta comercial a las condiciones económicas imperantes, que ahora se pueden evaluar en tiempo real por una multitud de nuevos entrantes que enriquecen la competencia y proveen de servicios innovadores a los clientes. Además, a pesar del recelo que existe hacia la digitalización y la datificación, ambos aspectos resultan realmente útiles a la hora de cumplir mejor con las obligaciones para con el cliente: desde la detección del fraude, hasta el cumplimiento de las obligaciones que requieren los supervisores y reguladores.
Por último, tanto la inteligencia artificial como el ‘big data’ han conseguido enriquecer y personalizar la oferta del sector financiero a los clientes. La incorporación y el análisis de los datos de los usuarios hace posible que se les pueda ofrecer una información personalizada que les permita tomar mejores decisiones. Así lo demuestran diversas herramientas que ha desarrollado BBVA como Bconomy, que permite a los clientes conocer su salud financiera y disponer de planes de mejora a medida, o el agregador bancario One View.
Jorge Sicilia, economista jefe del Grupo BBVA y director de BBVA Research.
El reto: alcanzar la confianza del cliente
Sin embargo, la inteligencia artificial y el ‘big data’ también están suponiendo un reto para el sector financiero, dado que cada vez es más importante que en un servicio donde el centro es el cliente, se alcance la confianza de los usuarios.
Por un lado, es necesario que las empresas se rijan por principios éticos, “que aseguren autonomía, no maleficencia, beneficencia y justicia", afirmó Sicilia. Por otro lado, el papel de la gobernanza dentro de la propia empresa resulta crucial, ya que es necesaria “una adopción de los procesos y la tecnología que garantice el anonimato y la seguridad de los datos”, añadió. La gobernanza de la colección de los datos, de la agregación, de su combinación -evitando sesgos- y de su uso es imprescindible en este campo ético.
Igualmente, el rol de la regulación es clave. “Son imprescindibles unas normas dadas por las autoridades que aseguren la responsabilidad, la no discriminación, la privacidad y los derechos del consumidor”, señaló Sicilia. Además, estos derechos deben estar protegidos completamente en el sistema, es decir, tanto a nivel horizontal como específicamente en cada sector. La confianza del cliente dependerá de cómo la empresa gestionará estos principios éticos, la gobernanza del dato y de los procesos y del cumplimiento de la regulación.
Nuevos desafíos para la competencia y la estabilidad del sector
El uso de los datos ha supuesto toda una revolución en el sector bancario. Junto a los bancos tradicionales, ha surgido un nuevo conjunto de jugadores en el sector financiero: las ‘fintechs’ y las ‘bigtechs’. También han aparecido nuevos modelos de negocio, como el ‘open banking’, y un nuevo marco de competencia, en el que existe una economía emergente superestrella (China) que se suma a las tradicionales con una fuerza inusitada, una competencia más amplia en un mercado más cada vez más grande y nuevas cadenas de valor en una oferta centrada en el usuario.
En ese sentido, y a la hora de visualizar hacia dónde se enfoca la competencia, la regulación es clave. “El acceso a los datos va a ser la principal barrera de entrada, ya que las ‘bigtechs’ (Google, Amazon, Facebook y Apple) son invencibles en este aspecto” si no se garantiza la igualdad de condiciones, apuntó Sicilia. Este hecho hace necesario un esfuerzo regulatorio en las diferentes capas del sector, una armonización en las diferentes regulaciones y una cooperación internacional, de manera que se preserve la competencia en beneficio del usuario.
En definitiva, Sicilia aseguró que “el uso que estamos haciendo de la inteligencia artificial y ‘big data’ está permitiendo grandes avances en nuevos ámbitos”. “Todos los nuevos jugadores están introduciendo muchas dinámicas en el sistema, lo cual por una parte es extremadamente beneficioso, ya que las entidades financieras tienen la posibilidad de aprovechar las oportunidades que la tecnología ofrece”, añadió. Y es imprescindible que se haga “en beneficio del usuario”.
Finalmente, Sicilia se refirió a los problemas de confianza en el uso de datos, recalcando una vez más que “la ética, la gobernanza y la regulación serán clave no sólo en términos de la relación con los clientes, sino también en términos de estabilidad financiera”, concluyó.