La banca tradicional en el mundo cripto, un puente hacia la confianza
BBVA está explorando desde hace seis años el potencial de la tecnología ‘blockchain’ como gran catalizador en la generación de valor de las finanzas 2.0 y confía en su capacidad para construir una sociedad más avanzada en términos económicos y sociales. Alfonso Gómez, CEO de BBVA Suiza, acaba de participar en la V edición del Foro Blockchain & Activos Digitales de El Confidencial, patrocinado por Grant Thornton, Allfunds, Criptan y Metrovacesa, donde ha compartido las claves sobre los activos digitales, el papel de responsabilidad de la banca tradicional y las oportunidades que están surgiendo.
Hace apenas un año y medio BBVA, a través de su filial en Suiza, lanzó una innovadora oferta bancaria para clientes particulares e institucionales de banca privada y a través del servicio New Gen, que permite combinar la inversión en activos tradicionales con la compraventa y custodia de criptoactivos.
En su formato original, las transacciones de criptomonedas siempre se han considerado operaciones donde los clientes tenían el 100% de la responsabilidad, tanto en su intercambio como en la custodia. Según ha ido creciendo el ecosistema, con cada vez un mayor número de protocolos y casos de uso, se ha ido convirtiendo en un espacio más y más complejo que necesariamente requiere de la implicación de otros actores para salvaguardar la seguridad y la confianza dentro de este entorno. Del mismo modo, los usuarios que operan con tecnología ‘blockchain’ requieren mayores niveles de sofisticación en las infraestructuras y mecanismos para garantizar soluciones que minimicen los riesgos operacionales y de contrapartida.
Por supuesto, el sector financiero y en concreto los bancos, no son ajenos a este proceso de profunda transformación. “Nos encontramos ante un momento de convergencia tecnológica sin precedentes que implica cambios importantes en las estrategias de distintos sectores, y uno de los más afectados junto con el tecnológico en sí mismo, es la industria financiera. En este sentido, debemos elevar nuestra sensibilidad a los cambios y convertirnos en ejes transformadores para seguir aportando valor a la sociedad, siendo más rápidos, más eficientes, más predecibles y, por tanto, más confiables”, apunta Alfonso Gómez, CEO de BBVA Suiza.
La custodia siempre ha sido una actividad tradicional de la banca y es aquí donde se puede seguir aportando mayor confort de cara a la regulación, no solo por la propia experiencia en la materia, sino también por la capacidad de integrar bajo un mismo paraguas ambos mundos, con todo lo que implica de cara a los clientes bancarios.
En este sentido, BBVA pone la educación financiera como eje transformador para que la transición a las finanzas digitales 2.0 se aplique con todas las garantías. Uno de los grandes retos está en poder avanzar al ritmo que lo hace la industria y trasladar este conocimiento a los distintos departamentos que componen el banco, desde desarrollo tecnológico y operativo hasta los equipos legales y de riesgos, para trabajar en una misma dirección y con una visión clara al servicio de los clientes.
En el mundo actual emergen nuevos modelos de negocio de forma continua, además opera 24/7 y tiene liquidez automática para sus activos, a menudo distribuidos globalmente. Este nuevo espacio debería ser capaz de impactar positivamente en la sociedad y mejorar la cobertura de las necesidades, elevando así la productividad y seguridad del sistema.
Alfonso Gómez destaca que “como banco, la depositaría y custodia de estos activos es la pieza angular de la confianza en este sistema, y nuestra misión debería pasar por jugar un rol absolutamente crítico para facilitar a nuestros clientes una fuente de liquidez con garantías que asegure la convergencia absoluta entre un mundo tradicional y el digital, actual y a futuro”. Asimismo, señala que “creemos en la tecnología 'blockchain' como fuente de liquidez y eficiencia en el sistema. Cuando estos activos son divisibles, se genera una democratización no solo en términos de acceso a la tecnología, sino como forma de acceso a una sociedad más justa”.