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Blockchain 05 dic 2017

De Alan Turing al ‘ciberpunk’: la historia de 'blockchain'

El número de empresas e inversores que apuestan por ‘blockchain’ continúa creciendo. Pero, ¿cómo surgió?, ¿qué hizo falta para desarrollar su primera aplicación práctica, bitcoin? ¿y quiénes fueron sus pioneros?

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Bitcoin —la primera criptomoneda— y la tecnología que la sustenta, ‘blockchain’ o cadena de bloques, no surgieron de un día para otro. Son la consecuencia de más de 40 años de investigaciones.

A lo largo de la primera mitad del siglo XX, distintas iniciativas —la mayoría vinculadas al ámbito militar—, sentaron las bases técnicas de la criptografía, una disciplina que durante un largo tiempo fue dominio de los gobiernos. Años más tarde, a partir de estos avances matemáticos se desarrollaron una serie de algoritmos que permitieron la creación de la ‘criptografía de clave pública’, un precedente imprescindible para el desarrollo de ‘blockchain’ y bitcoin. Pero no fue hasta la década de los 90 cuando otro conjunto de proyectos informáticos, vinculados a la libertad de información y la búsqueda de un sistema descentralizado, hicieron posible la publicación de Bitcoin P2P e-cash, el primer hito hacia la creación de la criptomoneda.

Todo este proceso histórico va ligado a un cambio de paradigma con importantes consecuencias económicas: la eliminación de la figura intermediario para validar las transacciones. El hecho de hacer innecesario al ‘tercero’ en un intercambio de valor supone un enorme ahorro de costes, lo que ha hecho a este tipo de tecnologías especialmente atractivas para las empresas.

Como dijo en una reciente charla en DevAcademy el consultor Iñigo Molero, coautor del libro Blockchain: La revolución industrial de Internet, “para saber a dónde vamos, es importante saber de dónde venimos”. De su ponencia nace este repaso a los pioneros de ‘blockchain’ y bitcoin.

La criptografía, el corazón de ‘blockchain’

La criptografía es esencial en ‘blockchain’, donde la información es compartida de forma encriptada por enormes redes de ordenadores sin ninguna jerarquía. El primer ámbito que fue consciente del poder de esta disciplina —definida por la RAE como “el arte de escribir con clave secreta o de un modo enigmático”— fue el militar.

Durante Segunda Guerra Mundial los gobiernos se dieron cuenta de la relevancia de la criptografía para la codificación y descodificación de información. La historia de Alan Turing, matemático británico y considerado padre de la criptografía, ya es parte de la cultura popular. Como narra la película The Imitation Game, fue quien consiguió descifrar los códigos de Enigma —la máquina que utilizaban los alemanes para sus comunicaciones en la Segunda Guerra Mundial—, lo que supuso una enorme ventaja para los aliados.

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Imagen del Memorial Alan Turing, considerado el padre de la criptografía, en Manchester.

Los estadounidenses hicieron algo similar en la Guerra del Pacífico: decodificaron el código púrpura, la máquina de cifrado utilizada por Japón durante la guerra. Estos logros hicieron de la criptografía una disciplina fundamental para los gobiernos, que prefirieron mantenerla como un secreto de Estado por la sensibilidad de sus usos durante tiempos de guerra.

La situación fue cambiando a partir de los años 70, cuando un grupo de visionarios avanzaron en sus investigaciones para hacer más accesible la libertad en las comunicaciones que ofrecía la criptografía. Estaban sentando, sin saberlo, las bases intelectuales y técnicas de ‘blockchain’ y bitcoin.

Una historia de algoritmos

En 1976 Whitfield Diffie y Martin Hellman crearon el Algoritmo Diffie-Hellman, con el que proponían romper las claves encriptadas en dos, de modo que hubiese una pública y otra privada. Con la clave pública se puede encriptar un mensaje, pero para desencriptarlo es necesaria la clave privada.

Otro avance decisivo fue la creación de los Árboles de Merkle por el estadounidense Ralf Merkle. Además, casi al mismo tiempo que Diffie y Hellman publicaron su algoritmo, Merkel descubrió su puzle. A los tres se les considera creadores de la criptografía de clave pública.

Solo un año después del algoritmo Diffie-Hellman, los también estadounidenses Ron Rivest, Adi Shamir y Leonard Adleman inventaron el Algoritmo RSA (por las siglas de sus apellidos) para la generación de claves, el cifrado y el descifrado de mensajes.

Para probar la fuerza de su código, publicaron una prueba para los lectores de una revista que consistía en descifrar un mensaje a cambio de 100 dólares. Nadie lo consiguió hasta mediados de los 90, cuando a Derek Atkins, Michael Graff, Arjen K. Lenstra y Paul C. Leyland se les ocurrió poner a trabajar en un mismo problema a ordenadores de personas diferentes alrededor del mundo para sumar más capacidad de cómputo.

La frase que descifraron era esta: ‘The Magic Words are Squeamish Ossifrage’ (que significa: las palabras mágicas son quebrantahuesos aprensivo).

Los años 90 y el ‘ciberpunk’

Con esas bases técnicas consolidándose, en los años 90 se dio otro empujón a las tendencias que cristalizarían en ‘blockchain’ y bitcoin. Destacan el PGP (Pretty Good Privacy) de Phil Zimmermann en 1991, el primer software de encriptación ampliamente utilizado y la Electronic Frontier Foundation (EFF, creada en 1990), de donde salió el manifiesto cripto-anarquista de Tim May, uno de los textos referentes en toda esta historia.

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Las luces artificiales de ciudades como Tokio, en concreto el barrio de Shibuya, han sido de las metáforas más utilizadas por el género 'ciberpunk' para el ciberespacio. - Guwashi, Tokio (Japón)

Fueron fenómenos enmarcados en el ‘ciberpunk’, un movimiento que defiende la libertad de expresión, el acceso a la información y la privacidad como elementos básicos que han de ser protegidos y promovidos mediante la tecnología y la criptografía.

Las semillas para bitcoin ya estaban sembradas, pero es justo mencionar que antes hubo otros precedentes que se quedaron por el camino, como Digicash, Hashcash, Bitgold, de Nick Szabo (quien esbozó el concepto de los contratos inteligentes) o B-Money, de Wei Dai.

El 31 de octubre de 2008, Satoshi Nakamoto publicó el estudio en el que había estado trabajando: Bitcoin P2P e-cash, un sistema de dinero electrónico ‘peer-to-peer’, independiente de intermediarios. Menos de un año más tarde (el 3 de enero de 2009) se generó el primer bloque de la cadena de bloques de bitcoin, llamado bloque Génesis, que marcó el inicio de la red Bitcoin.

Por último, 5 días después, el 8 de enero de 2009, Satoshi Nakamoto, el creador (o creadores, pues su identidad real no está confirmada) de bitcoin, publicó Bitcoin v0.1 released, anunciando la primera transacción de la criptomoneda.