La Europa ‘startup’ al fin explota
El informe anual de las empresas innovadoras de la Comisión Europea cifra el crecimiento de la inversión en un 36% durante 2017, con las ‘fintech’ a la cabeza.
La Europa ‘startup’ al fin crece. Este es el titular que quiere destacar, por encima de todo lo demás, el informe Tech Scaleup Europe 2018, elaborado por la fundación Mind the Bridge para la Comisión Europea. El dato más claro para hablar de un salto histórico para la Europa innovadora es la cantidad de capital que han amasado las ‘startups’ europeas durante 2017: más de 18.800 millones de euros.
Si se compara con la media de lo conseguido durante el periodo 2014-2016, vemos el calibre del crecimiento, pues apenas se alcanzaban los 11.700 millones de euros por ejercicio. En concreto, la comparación interanual cifra esta expansión en un porcentaje espectacular: el 36%. Es decir, 2017, como indica Alberto Onetti, presidente de Mind the bridge, parece situar el ecosistema emprendedor tecnológico europeo “en una nueva liga”. Nueva liga que encabezan las ‘startups’ dedicadas al sector ‘fintech’, que acumulan el 20% de la financiación, el triple que en 2016.
España ha logrado, según este estudio, unos resultados agridulces. Es el sexto país en el ranking de los que más financiación han conseguido levantar: unos 2.830 millones de euros, desde que la Comisión Europea monitoriza este sector. Pero si se mira cómo se ha comportado en 2017, España está a la cola de Europa. Su sector ‘startup’ apenas ha crecido un 17% cuando la media europea se sitúa en el 36%. Sigue liderando el sur de Europa, la región menos dinamizadora del sector innovador, pero países como Italia están pasando por un mejor momento en cuanto a su crecimiento.
Suiza ha sido el país que más ha triunfado en 2017, doblando el tamaño de su ecosistema y siendo el líder en ICOs, las rondas de financiación desreguladas que suceden en el interior de las criptodivisas (bitcoin, ethers etc.). Otra gran triunfadora del ecosistema ‘startup’ es Estonia. Lidera una estadística fundamental, la del número de ‘scaleups’, es decir, ‘startups’ que han logrado levantar un capital mínimo como para considerarse empresas en crecimiento. En un solo año, su número de ‘scaleups’ ha crecido en un 60%, casi el doble de la media europea.
Pero no todo son buenas noticias. A pesar de los datos de 2017, Onetti subraya en su prólogo que son ridículos si se los compara con el tamaño de los grandes ecosistemas innovadores del mundo: “Este crecimiento no es suficiente para cerrar la brecha con otros ecosistemas, que continúa siendo enorme. Sobre todo con Estados Unidos. Tienen cuatro veces más ‘scaleups’ que Europa. Más allá de ese dato, logran una financiación ocho veces superior. En otras palabras, Estados Unidos está mejor equipado para producir más gigantes tecnológicos y alimentarlos con capital”.
Parte del problema europeo viene de su práctica total dependencia del capital privado. Un 85% de la inversión es asumido por este sector. Hasta ahora, solo un 12% del dinero logrado por las ‘startups’ llega de IPOs, es decir, de salidas a bolsa. Para más inri, el país que más contribuye a estas IPOs es Estados Unidos (un 25%), que sigue atrayendo a las mejores ‘startups’ de Europa a dar el salto a índices como el Nasdaq. Destaca la presencia en el informe de las ICOs, la financiación dentro de las redes ‘blockchain’, que suman un meritorio 3% al total. La zona caliente de esta vía de financiación es el llamado ‘cripto-valley’ suizo, que absorbe la mitad de las ICOs.
¿Y qué significa no tener unas salidas a bolsa consistentes? Pues que el ecosistema se arriesga a desbordarse por exigir en exceso al sector privado. “Esto [la baja salida a bolsa de las ‘startups’ europeas] supone un problema, porque las IPOs, más allá de ofrecer un crecimiento del capital, ofrecen oportunidades de salida (‘exit’, en la jerga del sector) para los fondos de inversión. Sin ‘exits’, el motor del capital de riesgo podría colapsar”. Además, la media de edad de las empresas que logran una salida a bolsa es, según indica el informe, excesivamente alta: 8,7 años, lo que les exige sobrevivir durante ese periodo sin el alivio que supone una IPO.
En resumen, la Europa ‘startup’ crece más que nunca. Pero “más que nunca” aún no es suficiente. Y en lo que toca a España, 2017 ha sido un año malo en resultados. Toca evaluar por qué se ha ralentizado el sector.