Escenarios de futuro: qué son y para qué sirven
Históricamente, los seres humanos han estado fascinados por el futuro y han intentado mitigar su incertidumbre a través de diversos medios, incluidas profecías, presagios y predicciones. Afortunadamente, los tiempos modernos han proporcionado una solución que no requiere consultar el Oráculo de Delfos: los escenarios de futuro.
Tradicionalmente entendemos el futuro como un destino al que estamos orientados de forma predeterminada. De hecho solemos pensar en el futuro como algo que se va descubriendo ante nuestros ojos con el paso del tiempo, como escondido bajo una manta. Esta forma de ver el futuro nos contagia una ansiosa necesidad de vislumbrar lo que se esconde al otro lado del tiempo para poder, sabiendo lo que va a ocurrir, prepararnos para aceptar y adaptarnos al cambio.
Sin embargo, el futuro no existe y por tanto no hay ninguna manera de pronosticar lo que va a ocurrir. El futuro es una idea. Y como tal depende de que creamos en ella para establecerse como un objetivo al que dirigirnos como sociedad. Este concepto tiene mucha fuerza porque transforma el futuro de ser un destino a ser una posibilidad.
Si el futuro no es más que una idea, dejamos de percibirlo como singular para hablar de él en plural, es decir, pensamos en futuros. Un abanico de posibilidades sobre las que tenemos agencia y que podríamos construir.
Esta forma de pensar dio pie en los años 60 a los Estudios de futuros cuyo objetivo es analizar sistemáticamente los cambios que ocurren en el presente para imaginar futuros alternativos: posibles, probables y preferibles.
A raíz de estos Estudios de futuros existe una aproximación desde el diseño que algunos denominan Diseño de futuros, la cual utiliza las habilidades del Diseño para tangibilizar visiones de esos futuros alternativos, de forma que podamos impulsar una reflexión desde el presente.
Entonces, ¿Qué es un escenario de futuro? Es una visión del futuro, uno de esos futuros en plural que se describe de manera inmersiva para provocarnos una reflexión que nos permita articular acciones concretas que podemos hacer hoy para anticiparnos a lo que pudiese pasar en los próximos años.
Una buena forma de tomar decisiones sobre el futuro, a falta de adivinarlo, es identificando las grandes incertidumbres que nos plantea y valorando el impacto que las cosas que ocurren hoy podrían tener en diez, quince o veinte años. Por ejemplo: quién no se pregunta hoy hacia dónde nos llevará la Inteligencia Artificial.
Los escenarios de futuro y su importancia
Los escenarios de futuro aportan múltiples perspectivas en áreas clave de incertidumbre. Para llegar a ellos, existe un conjunto de metodologías y herramientas con las que se pueden proyectar posibles opciones basadas en patrones de cambio identificados, análisis de tendencias y cuestiones críticas, combinando el uso de datos científicos y las aportaciones desde otros saberes.
Es decir, se valoran las posibles respuestas a las grandes incertidumbres críticas que nos plantea todo esto para poder definir un punto de vista y un plan con acciones que nos encamine hacia un futuro que deseamos construir.
En BBVA estamos trabajando para construir las capacidades que nos permitan mirar al futuro y construir escenarios con los que reflexionar. Para ello desde el equipo de Diseño se ha impulsado la creación de un observatorio de tendencias en el que un pequeño grupo de personas están recopilando señales emergentes de cambio e identificando tendencias sobre las que construir esos escenarios de futuro.
Este ejercicio les ha llevado en el último año a trabajar con múltiples equipos dentro de BBVA analizando tendencias y reflexionando sobre el futuro. El objetivo es sensibilizar a la organización en torno a este tipo de metodologías y conseguir aportar otro punto de vista a la reflexión estratégica.
En definitiva, los escenarios de futuro son una herramienta potente para afrontar las grandes incertidumbres de estos tiempos, y una buena forma de definir el futuro que preferimos vivir.