Los algoritmos son los protagonistas en las empresas de éxito. Las tomas de decisiones se basan en datos. El científico Esteban Moro explica lo que aporta a empresas y usuarios interpretar los comportamientos con métodos matemáticos.
Esteban Moro está a caballo entre España y Estados Unidos. El experto en big data de la Universidad Carlos III y profesor visitante en el MIT, analiza el papel de los algoritmos y su poder en la sociedad actual.
¿Detrás de las empresas de éxito actuales hay siempre un algoritmo?
Hoy en día en las empresas de mayor éxito hay un algoritmo detrás. Desde Google, que está montado sobre un algoritmo que es PageRank, hasta el de la plataforma Uber. Las grandes empresas están montadas sobre algoritmos y cada vez quedan menos compañías que no estén basadas en análisis de datos.
¿Son la solución a todos los problemas actuales?
El algoritmo permite llegar más lejos en la toma de decisiones. Aunque no hay que dejar que tome automáticamente dichas decisiones. Siempre tienes que poner detrás a una persona que lo vigile.
¿Los algoritmos tienen que estar legislados?
Una de las cosas buenas que tiene el hecho de tomar decisiones basadas en datos es que uno puede seguir la trazabilidad de esa decisión. Los algoritmos tienen que ser abiertos y accesibles por parte del público y también de los legisladores para saber si se está cometiendo algún tipo de discriminación. Cada vez que una empresa toma una decisión basada en algoritmos, éste no tiene que ser privado o al menos debe ofrecer información detallada que demuestre que detrás no hay discriminación racial, por sexo o por edad… y esto último sucede bastante.
¿Terminarán Google o Facebook haciendo pública la información sobre sus algoritmos?
El algoritmo de búsqueda de Google no se conoce al 100% pero sí cómo funciona. Los de Facebook no son públicos, aunque visto lo que ha pasado con el algoritmo del feed de noticias [departamento de la compañía que se encarga de gestionar la actualidad] creo que debería hacer pública alguna parte del algoritmo para que no se repita la viralidad de noticias falsas que ha causado una gran polémica y que han podido condicionar los resultados de la votación presidencial en Estados Unidos.
Google y Facebook manejan tantos datos que tienen la capacidad de hacer una solución automática basada en algoritmo para detectar la fiabilidad de las noticias. En las elecciones americanas se ha acusado directamente a Facebook de no haber implementado ninguna medida contra las noticias falsas que se han propagado en su plataforma y que iban directamente contra Hillary Clinton y Obama. Y el 44% de los norteamericanos se informa a través de esta red.
Entonces, ¿deben publicarlos?
El valor de empresas como Facebook o Google está en los datos, no en el algoritmo. Cada vez van a publicar más sus algoritmos porque saben que es en el dato donde está el valor. Y saben que sólo ellos tienen la capacidad de recopilar información de millones de clientes.
¿Es fácil manipular los algoritmos?
Hay que entrenarlos de forma constante. Pongo el ejemplo de los algoritmos de detección de fraude por tarjeta de crédito: cada vez que pasas tu tarjeta de crédito por un terminal, esa operación va al banco que comprueba que eres tú el que está pasando esa tarjeta y lo hace mediante una algoritmo que comprueba que habitualmente vas por ese sitio de tiendas, que es la zona por dónde vives… en esos milisegundos que van desde que pasas la tarjeta hasta que dicen que es aceptada hay un algoritmo detrás que detecta si eres tú o es un fraude. Pero ese algoritmo puede también caer en manos de los estafadores, por eso hay que incorporar constantemente información. Al fin y al cabo, el algoritmo lo que hace es transformar comportamientos en matemáticas, no está escrito en piedra. Si ese comportamiento cambia tienes que cambiar la manera en la que lo traduces.
¿Dónde es mejor recoger datos?
Hay muchas fuentes de datos -tarjetas de bancos, aplicaciones, redes sociales, teléfono- aunque todas tiene sus problemas. Twitter, por ejemplo, tiene la desventaja de que no sabemos nada de quien está detrás de una cuenta. Se infiere, y si no es posible existe un algoritmo para ello.
¿Qué esperan los usuarios de los algoritmos?
Como usuario final deseamos que nos hagan más fácil la vida. Queremos que nos mande al restaurante que más nos guste, que nos cruce con la persona más afín… buscamos que nos ayuden a tomar decisiones que de otra manera hubiésemos sido incapaces de tomar al no poder analizar tanta información. Yo, por ejemplo, no me puedo enterar de todo lo que ocurre en el mundo, y al final utilizo un periódico, que es un algoritmo con una serie de personas entrenadas a su vez con algoritmos mentales que me seleccionan los artículos.
¿Qué tiene que tener un algoritmo para triunfar?
La mayoría de los algoritmos hoy en día se basan en utilizar muchísimos datos. El valor en las empresas está en los datos.
¿Qué puede aportar a los bancos?
A un banco como BBVA ya le está aportando. Las empresas financieras son productores y consumidores de información y datos desde hace muchísimos años. En un banco tiene todo el sentido utilizar algoritmos para analizar todos los datos que genera y para ofrecer mejores servicios a sus clientes. Desde cómo ayudar a una persona a invertir su dinero hasta ofrecerle una mejor experiencia de cliente o gestión del fraude. Los datos mejoran los algoritmos, permiten por ejemplo a personas beneficiarse de un crédito aunque no tengan una historia financiera prolongada con el banco.