Emprender a los 50 o 60 es posible: claves y casos de éxito para inspirarse
Los profesionales más sénior del mercado también pueden iniciarse con éxito en el camino del emprendimiento. Solo en España, se calcula que más del 40% de los emprendedores tiene más de 45 años, según el ‘II Mapa de Talento Sénior 2022’. La experiencia profesional de estos trabajadores, su red de contactos y su mejor situación financiera pueden ser de gran ayuda de cara a emprender a partir de los 50.
Aunque al hablar de emprendimiento se suele pensar en emprendedores jóvenes, emprender después de los 50 años también es posible. Así lo demuestran los datos del II Mapa de Talento Sénior 2022 elaborado por la Fundación MAPFRE y publicado por el Centro de Investigación Ageingnomics. Este informe, que analiza la situación del talento sénior en España en comparación con siete países europeos (Alemania, Francia, Italia, Polonia, Suecia y Portugal), revela que, a pesar del descenso generalizado que se produce en la actividad emprendedora una vez se superan los 45 años, hay emprendedores con más de 50 y 60 años en todas estas regiones.
De hecho, solo en España, se calcula que las personas mayores de 45 años suponen alrededor del 42,2% del total de la población emprendedora. En concreto, las personas con una edad comprendida entre los 45 y los 54 años constituyen un 27,8% del total, mientras que las personas de entre 55 y 64 años representan un 14,4%.
Esta actividad emprendedora puede venir motivada por la detección de una oportunidad de negocio o por una necesidad, generalmente relacionada con las dificultades para encontrar un puesto de trabajo y mantenerse activo dentro del mercado laboral. En ambos casos, emprender después de los 50 puede ayudar a los profesionales sénior a dar un cambio a su vida.
Ejemplos de emprendedores de más de 50
Algunos de los profesionales que decidieron emprender a los 50 han conseguido desarrollar sus ideas de negocio y posicionarse dentro del mercado de manera relevante y pueden ser un referente para otros emprendedores.
- Harland Sanders. El fundador de la cadena de comida rápida KFC (Kentucky Fried Chicken) abrió la primera franquicia de la compañía en 1952, cuando tenía 62 años. La multinacional es hoy en día una de las marcas de comida rápida más famosas del mundo y opera en más de un centenar de países.
- Arianna Huffington. Con 55 años y acompañada de los cofundadores Kenneth Lerer y Jonah Peretti, Arianna Huffington abrió en 2005 el periódico digital 'The Huffington Post', que actualmente suma doce ediciones internacionales.
- Carmen Hijosa. En 2013 y ya sexagenaria, Carmen Hijosa fundó Ananas Anam para comercializar su tejido: el Piñatex, una alternativa al cuero hecha a partir de las fibras de hojas de piña. Por este tejido, la emprendedora fue nominada al premio 'European Inventor Award' de 2021 ('Premio al Inventor del Año en Europa').
Las claves sobre cómo emprender a los 50
Emprender a los 50 o incluso a los 60 no difiere demasiado de hacerlo con 30 o 40. Independientemente de la edad con la que se afronte este reto, todo emprendimiento comienza con una idea de negocio e incluye una serie de procesos que todo emprendedor debe cumplir para poder darle forma. Estos trámites incluyen el análisis de mercado, la elaboración del plan de negocio o la búsqueda de financiación, y son ineludibles tanto para los emprendedores más jóvenes como para los más sénior.
En la carrera del emprendimiento, la constancia y la pasión por el proyecto resultan fundamentales, pero para emprender después de los 50 también es imprescindible adaptarse a las nuevas tecnologías y novedades del mercado. En este contexto, es recomendable que las personas mayores de 50 años que quieran emprender adquieran conocimientos en áreas como programación, experiencia de usuario (UX, según sus siglas en inglés), marketing o análisis de datos.
Además, también es aconsejable que estén al día con las nuevas tendencias tecnológicas. De cara a los próximos meses, BBVA Spark, la iniciativa de BBVA para empresas de alto crecimiento, destaca la importancia del 'foodtech' (la tecnología aplicada a la alimentación), el 'cleantech' (la tecnología aplicada a las energías limpias), el 'deeptech' (que desarrolla soluciones basadas en investigaciones científicas y avances tecnológicos), las finanzas embebidas y la neurotecnología.
Ventajas de emprender después de los 50
Aunque en algunos casos la edad pueda ir de la mano de un desconocimiento de las tendencias y novedades tecnológicas punteras, emprender después de los 50 ofrece algunas ventajas frente al emprendimiento joven. Al haber desarrollado ya una carrera profesional, estos emprendedores pueden tener un mayor conocimiento del mercado y el mundo empresarial y ser más conscientes de los riesgos, retos y oportunidades que ofrece.
Los emprendedores de más de 50 años también cuentan con la ventaja de tener una red de contactos que puede ayudarles a impulsar su negocio, sobre todo si deciden emprender en el sector donde habían ido desarrollando su actividad profesional. Esta red de contactos puede hacer que tengan más facilidades para encontrar socios, trabajadores e inversores que apuesten por el proyecto.
La situación económica y personal y de aquellos que deciden emprender después de los 50 también es más ventajosa que aquellos que deciden hacerlo en la treintena. Estos emprendedores, por norma general, se benefician de tener una situación económica más estable y suelen tener un colchón financiero que les protegerá en caso de que el proyecto no sea tan exitoso como se espera. Además, su carga familiar es mucho más reducida, ya que sus descendientes suelen ser más mayores que los de aquellos que emprenden en su juventud, lo que les permitirá dedicar más tiempo y energía al proyecto.
Emprender después de los 50 es posible. Aunque los emprendedores sénior tengan que afrontar el reto de actualizarse según las tendencias e innovaciones del mercado, estos profesionales cuentan con la ventaja de tener una dilatada experiencia profesional que les ayudará a impulsar sus proyectos. La edad no es un obstáculo: emprender a los 50 y a los 60 es posible.