El wifi 7 ya está en camino: el internet más rápido y eficiente
El wifi es uno de los mayores éxitos de la era tecnológica. Pero la progresiva digitalización de los hogares con el internet de las cosas (IoT, por su sigla en inglés), que permite la comunicación de los elementos electrónicos, va a requerir de una red más potente y que ya está en marcha para expandirse en 2023: el wifi 7. La séptima generación de esta tecnología, que se estima que alcanzará un valor de cinco billones de dólares en 2025, ofrecerá cuatro veces más velocidad, menos latencia (demora en la propagación y transmisión) y más capacidad, estabilidad y eficiencia.
Tras varias versiones, en la actualidad la Wireless Ethernet Compatibility Alliance (WECA), la organización que promueve y certifica su uso, tiene homologados los wifis 6 y 6E, aunque en Europa la mayoría de conexiones inalámbricas en el hogar aún son de quinta generación o inferiores. Lo siguiente por llegar es el wifi 7, bajo el nombre técnico de la versión 802.11be, que ofrecerá una velocidad máxima de 40 gigabytes por segundo (Gbps): el cuádruple de la máxima del 6E. Esta mejora será clave para asentar la reproducción de contenidos 4K y 8K, aunque esta última sea residual, reducir al mínimo la latencia en las partidas de videojuegos en ‘streaming’, e impulsar el metaverso, con experiencias en realidad aumentada y virtual con latencia mínima y conexión más estable.
Roberto Romero, tecnólogo creativo de la compañía Accenture Song Metaverse Continuum, señala que la “gran revolución” de la conexión a internet inalámbrica será poder conectar todos los dispositivos a la energía de ondas de radio o radiofrecuencia (RF, por su sigla en inglés) para transmitir y recibir voz y datos sin necesidad de tener wifi en casa. “El wifi de las casas tiene fecha de caducidad, en 10 o 15 años desaparecerá. La WECA lleva trabajando en las seis versiones desde 1999 y cada vez hemos tenido más ancho de banda, menos latencia y capacidad para conectar más dispositivos. Pero hemos llegado a un límite”, apunta.
Romero opina que para que esto suceda no habrá que esperar al despliegue del wifi 7. “A la mayoría le va a bastar con la cobertura de 6G. Todos los dispositivos tendrán un modem y se conectarán a esa red sin necesidad de tarjeta SIM físicas, que pasarán a ser virtuales. Solo necesitarás configurar tu dispositivo para tener red. Los iPhone y los Apple Watch ya son compatibles con este sistema”, explica. BBVA fue una de las primeras entidades financieras españolas en desplegar el wifi 6 en sus edificios corporativos en España y Portugal. Sin embargo, el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información chino prevé que habrá que esperar hasta 2030 para la comercialización masiva de esta tecnología.
Santiago Torres, profesor de la Escuela de Arquitectura, Ingeniería y Diseño de la Universidad Europea, apunta a una evolución intermedia. “La capacidad de las redes físicas es superior a la de las redes móviles y creo que va a convivir. Tanto en las empresas como en las viviendas mantendremos ambas conexiones. Hay situaciones que dependiendo de cómo esté configurado un punto de acceso nos pueden ofrecer mejores prestaciones la red del operador que la red wifi. Cuando estemos en la calle, la tecnología tendrá dos vertientes: las antenas y puntos de acceso en elementos urbanos”, augura el académico.
¿Está España preparada para abordar estos retos?
“Estamos en el top cinco de infraestructuras a nivel de seguridad y telecomunicación. Pero necesitamos un mayor despliegue de radios, por eso necesitamos más antenas. La clave está en la inversión entre la empresa privada y la pública, haber generado una gran red de fibra y de radio. Solo estamos por detrás de Corea del Sur por densidad de población y disponemos de una capa de seguridad robusta. Gracias a la fibra podemos expandir una red 5G a través de España. Se planea llegar al 100% en diciembre del 2024”, apunta Romero.
Torres recuerda que en España juegan grandes jugadores en el mercado de las telecomunicaciones. “Tenemos a Telefónica, Vodafone y Orange, que han invertido muchísimo en el despliegue de fibra y 5G. No tenemos nada que envidiar a otros países, ya que la competencia les empuja a invertir. No se pueden permitir que no desarrollen una tecnología que esté empujando el resto”, explica.
De hecho, en España casi el 96% de los hogares dispone de una conexión de banda ancha, según la Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares del INE de 2021.
¿Y a nivel global? “Habrá una red de acceso universal con precios asequibles. Las redes de telecomunicaciones son fundamentales para la evolución de los sistemas de información, así que en 10 o 15 años los países menos desarrollados tendrán infraestructuras mínimas de conexión a la red”, agrega Romero.