“El BCE debería fomentar la cooperación público-privada en el diseño del euro digital”
El debate sobre la conveniencia de una moneda digital, emitida por el Banco Central Europeo, ha ido en aumento en las últimas semanas. En un seminario organizado por la Federación Bancaria Europea, Pablo Urbiola, del equipo de Regulación Digital de BBVA, ha afirmado que “el BCE debería fomentar la cooperación público-privada en el diseño del euro digital, aprovechando las fortalezas de todos los actores”.
Así, el BCE podría desarrollar una infraestructura robusta y flexible, y la funcionalidad básica de pago (similar al efectivo) del euro digital, mientras que los bancos y otros proveedores de pagos regulados desarrollarían funcionalidades avanzadas y de valor añadido. Para que esta cooperación público-privada sea un éxito, “es fundamental que el marco general diseñado por el BCE sea lo suficientemente flexible y que permita a los actores privados desarrollar modelos de negocio en un espacio competitivo”.
En este sentido, ha afirmado que los bancos españoles están preparados para la eventual llegada del euro digital. De hecho, BBVA, junto con los otros 15 principales bancos españoles, ha participado en las primeras pruebas ante la posible emisión de la moneda digital del BCE.
Pablo Urbiola ha participado en un seminario sobre el euro digital organizado por EBF (por las siglas en inglés de European Banking Federation), donde distintos expertos han dado su punto de vista sobre la emisión de una moneda digital en Europa. En este foro, ha señalado que los desafíos a los que el BCE pretende responder con esta iniciativa son muy diferentes entre sí, al igual que las funcionalidades que un euro digital requeriría para ser eficaz en cada escenario.
“Por ejemplo, si un euro digital tiene como objetivo responder a la disminución del uso de efectivo, debe diseñarse como una versión electrónica del efectivo, es decir, simple, fácil de usar, con funcionalidad básica”. Pero si un euro digital tiene como objetivo responder a la amenaza de las monedas digitales extranjeras, “debería poder replicar (e idealmente superar) algunas de las funcionalidades más avanzadas de estas iniciativas”, ha explicado.
¿Es necesario un euro digital?
“Aunque es difícil argumentar que se necesita un euro digital en este momento, existen buenas razones para que el BCE explore la posible emisión de una moneda digital y se prepare para ello si surge la necesidad en el futuro”, ha comentado el miembro del equipo de regulación digital en BBVA.
Sin embargo, cree “fundamental que el BCE siga con un enfoque prudente y pragmático: monitorizando la evolución del mercado y la materialización de los escenarios que ha identificado”.
Si bien es cierto que la pandemia ha acelerado el declive del uso del efectivo como medio de pago, este aún está lejos de desaparecer. “Si eso sucediera en el futuro, un euro digital podría, en teoría, ayudar a preservar el acceso y el uso del dinero del banco central”. En este sentido, durante una crisis financiera es previsible que la demanda de dinero digital del banco central puede aumentar. Pero “es precisamente en esas circunstancias cuando queremos evitar que un euro digital provoque un desplazamiento de los depósitos fuera de los bancos comerciales”.
Además, los bancos están reaccionando al aumento de la demanda de productos digitalizados por parte de los clientes. “Teniendo en cuenta toda la innovación que se está produciendo en el mercado de pagos, no está claro qué demandas de los clientes podrían satisfacerse con un euro digital en lugar de otras iniciativas”, ha afirmado Pablo Urbiola. Por tanto, el banco central debe considerar “las oportunidades y riesgos de un euro digital, y de las diferentes opciones de diseño”, ha dicho.