Educación digital contra el ciberfraude, los bulos y el ciberacoso en el Día Internacional de la Educación

El origen del Día Internacional de la Educación se remonta al 13 de diciembre de 2018, día en el que la Asamblea General de Naciones Unidas decidió reconocer el papel que desempeña la educación en la promoción de la paz y el desarrollo, fijando en el calendario la fecha del 24 de enero como el Día Internacional  de la Educación. El objetivo de este evento, que en esta sexta edición se celebra bajo el lema  Aprender para una paz duradera es impulsar el compromiso con una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todos.

Educación digital: promoviendo comportamientos seguros en Internet

Cultivar habilidades digitales y promover unos hábitos seguros en Internet debe incorporarse como un objetivo más para la enseñanza, y es que la educación digital es esencial para equipar a la sociedad con habilidades necesarias para existir en el entorno digital, entender la ciberseguridad y, ante todo, convertirse en impulsores del cambio en la percepción de la seguridad cibernética.

Este objetivo está reflejado en la Recomendación de la UNESCO sobre la Educación para la Paz, los Derechos Humanos y el Desarrollo Sostenible: “Deberían promoverse las competencias digitales por considerarse fundamentales para la participación social, económica y política en un mundo interconectado. El acceso a las tecnologías digitales debería contribuir a mejorar los resultados del aprendizaje y a fomentar la colaboración y el compromiso entre los educandos, creando un entorno de aprendizaje más dinámico. La alfabetización mediática e informacional es esencial para desarrollar el pensamiento crítico del alumnado y para combatir amenazas como el ciberacoso, el discurso de odio, el acoso, el ciberfraude, la información errónea y la desinformación”.

Sin duda alguna, la digitalización ha supuesto un enorme avance en nuestras interacciones y ha transformado la manera en la que accedemos a la información. Sin embargo, también ha traído ciertas amenazas, como el cyberbullying, el ciberfraude o la desinformación, como resalta, precisamente, la UNESCO, y que refleja una clara necesidad de seguir educando a la sociedad en términos de ciberseguridad para:

• Crear un un entorno digital inclusivo, respetuoso y libre de acoso.
• Elevar la  conciencia en la protección de la información personal.
• Aprender a discernir, con precisión, la información para no caer en bulos que circulan sin control por Internet.

Los riesgos no acaban aquí, y es que el uso de las nuevas tecnologías conlleva más desafíos que deben ser abordados con urgencia, especialmente entre la población joven. Una de esas amenazas es la constante exposición a las pantallas, lo cual supone una pérdida de control sobre el tiempo, anulando gradualmente la voluntad y capacidad de tomar decisiones de forma consciente. Además, esta dependencia afecta negativamente a facultades cognitivas como la memoria, y puede generar la necesidad de gratificación inmediata. Otro de los peligros a los que se enfrentan los adolescentes y niños es la dificultad en el desarrollo del lenguaje, ya que la comunicación virtual a menudo sustituye las interacciones cara a cara, haciendo que la adquisición de habilidades lingüísticas sea más difícil. Estas dinámicas pueden desencadenar problemas más serios, como el sentimiento de soledad, la depresión o incluso intentos de suicidio. Una vez más, se hace evidente y necesario el papel de la educación para que, tanto los jóvenes como los adultos, aprendan a disfrutar de las ventajas de la era digital de manera segura, consciente y sin amenazas.

¿Cómo formarse en ciberseguridad?

La educación en ciberseguridad debe ser una responsabilidad colectiva que se extienda a todos los estratos de la sociedad: abarcando desde los jóvenes que dan sus primeros pasos en el entorno digital, los padres que deben aprender a gestionar esta nueva realidad y adquirir conocimiento para supervisar y proteger a sus hijos, y los profesionales, en el ámbito laboral, que deben estar equipados con las herramientas y el conocimiento necesario para resguardar la información corporativa.

Existen numerosas fuentes que ofrecen contenidos para el desarrollo de habilidades de ciberseguridad a distintos niveles y destinados a distintos perfiles de usuario.

BBVA contribuye a fomentar el conocimiento en ciberseguridad a través de tres paths formativos de unas ocho horas de duración cada uno,  y accesibles libremente para cualquier persona en la plataforma de Coursera.

Además, el Grupo realiza una labor educativa mediante la publicación de contenidos en su portal corporativo con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la existencia de las ciberamenazas y ayudar a prevenir el fraude. A esto hay que sumarle la constante apuesta por llevar la concienciación en ciberseguridad a los clientes y empleados a través de talleres, eventos y charlas adaptadas a todas las edades, y con diferentes entrenamientos.

Para apoyar esta responsabilidad que afecta a toda la sociedad, administraciones públicas de todo el mundo llevan a cabo diversas iniciativas para la concienciación de los distintos colectivos de la sociedad (personas, empresas, niños, mayores…). Un ejemplo es el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (INCIBE), que ofrece información en diferentes formatos, como artículos, infografías, cursos o juegos, destinados a elevar la conciencia y resiliencia de la ciudadanía ante posibles amenazas. Este organismo tiene también una sección específica para los más pequeños de la casa: Internet Segura For Kids.

Tampoco nos podemos olvidar de la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad (ENISA), una organización que trabaja para mantener un nivel alto de ciberseguridad dentro de la UE. Y que cada mes de octubre, nos recuerda la importancia de estar concienciados a través de la web de European Cybersecurity Month. En ella, podemos encontrar todo tipo de contenidos de formación y concienciación para celebrar el mes grande de la ciberseguridad (sin perder de vista el resto del año).

A esta oferta hay que añadir multitud de iniciativas desarrolladas por empresas, fundaciones, ONGs, etc. Por ejemplo, la National Cybersecurity Alliance, tiene a disposición de todos los ciudadanos consejos para mantener nuestra seguridad online a salvo.

La búsqueda de contenidos formativos en ciberseguridad debe realizarse siempre recurriendo a fuentes fiables y teniendo cuidado con los mensajes alarmistas o no suficientemente rigurosos, que pueden generar confusión.

Únete a la celebración del Día Internacional de la Educación apostando por la enseñanza en ciberseguridad para construir una defensa sólida frente al cibercrimen y resaltar la necesidad de promover una cultura de conciencia y responsabilidad en el entorno digital.