Diferentes aplicaciones de la realidad virtual que pueden ser útiles en tu día a día
La realidad virtual (VR) se coló en la vida de más de uno desde el mundo de los videojuegos. No obstante, sus aplicaciones van ya mucho más allá del propio entretenimiento y son algo más que útiles para distintos sectores en el día a día de cualquier persona o profesional.
Un ejemplo muy destacado en este sentido es el uso creciente, y con gran potencial, que la realidad virtual tiene en la medicina. Este sector es uno de los que más se está aprovechando de los avances de esta tecnología, ya que se aplica tanto a simuladores para la formación médica, operaciones de cirugía, tratamiento de fobias y traumas psicológicos o el manejo del dolor mediante técnicas de distracción.
Uno de los casos más claros, en este sentido, es de las aplicaciones informáticas que se utilizan en la simulación de vuelos. Además de una reducción de costes y de grados de contaminación, los futuros pilotos pueden formarse en el pilotaje de las aeronaves con mucha más seguridad. También se puede aplicar al entrenamiento de conductores de tanques, camiones y toda clase de vehículos. Ya al margen del campo sanitario, la realidad virtual constituye todo un avance y un ahorro de costes en el entrenamiento de los profesionales militares, al generar un entorno virtual en el que pueden mejorar sus habilidades sin necesidad de entrenar en un campo de batalla. Se pueden simular diferentes situaciones y ejercicios.
Esas aplicaciones de realidad virtual cobran, de igual manera que en el caso anterior, una importancia sustancial en el ámbito educativo, ya que aportan innumerables ventajas a los alumnos de cualquier edad. Entre los universitarios, es muy útil para los ingenieros que puedan diseñar modelos de arquitectura o, entre los estudiantes de medicina, poder observar algunos sistemas del cuerpo humano.
Según varios expertos, los alumnos procesan mucho mejor los contenidos mediante las aplicaciones de la realidad virtual, ya que suelen ser mucho más atractivas para ellos incluso en edades tempranas para el aprendizaje de determinados conocimientos de lo más amplios y variados.
El turismo o el conocimiento, aunque sea virtual, de determinados países o parajes lejanos también es posible con las aplicaciones de realidad virtual. Siempre será más gratificante el viaje físico a determinados destinos, pero con las aplicaciones ya existentes se puede recrear viajes que se planifiquen en el futuro.
Un caso más concreto es lo que ya ocurre con la oferta de los museos. Las imágenes producidas por la realidad virtual recrean espacios que permiten contextualizar los objetos de un museo o una exposición, con unas explicaciones más directas de las que el visitante puede obtener sin recurrir a estos métodos.
Además, estas aplicaciones suponen una mejor conservación de algunos complejos u obras de arte más antiguas, sin que suponga un mayor deterioro de los mismos. Al mismo tiempo, según los expertos, aporta un mayor dinamismo e interactividad, lo que puede suponer un atractivo añadido para aquellos que consideran estos espacios como algo aburrido o poco entendible.
Incluso, la realidad virtual puede aportar un conocimiento más preciso de escenarios o parajes ya desaparecidos y de cómo ha sido la evolución a lo largo de siglos de historia de los mismos. Sería casi como adentrarse en un juego o en una aventura en mundos que no se han llegado a vivir.
Casi como en una vuelta a la casilla de salida, el mundo de los videojuegos y el entretenimiento también han avanzado de manera muy considerable con las nuevas aplicaciones de la realidad virtual. Incluso, se puede llegar a tener la sensación de encontrarse en una sala de cine, correr en un coche deportivo o recrear aventuras de lo más dispares sin la necesidad de unas condiciones físicas que no se tendrían si se abordaran de manera presencial.