Diferencias entre el autoempleo y el emprendimiento
Trabajar por cuenta propia es una de las tendencias más demandadas en los últimos tiempos. El desarrollo profesional, la autogestión, la toma de decisiones, el tipo de retribución, etc. se convierten en ventajas cuando una persona inicia una aventura profesional. Las fórmulas más habituales suelen ser el autoempleo y el emprendimiento y, aunque no están exentas de cierto riesgo, pueden llegar a aportar grandes beneficios si se desarrolla eficazmente el modelo de negocio.
Estas fórmulas para trabajar por cuenta propia pueden parecer similares, ya que ambas aportan la autonomía que busca quien no quiere depender de un empleo por cuenta ajena, si bien existen ciertas diferencias. Comenzamos con una definición de qué es el autoempleo y el emprendimiento para distinguir mejor los dos términos.
Autoempleo y emprendimiento: qué son
El autoempleo es una modalidad de trabajo por cuenta propia, es decir, la persona trabaja para sí misma. Lo hace ejerciendo su actividad profesional en un comercio, oficio o negocio. La gestión de esta actividad empresarial corresponde solo al autoempleado y es el responsable de la generación de sus propios ingresos. La figura más común dentro de esta denominación suele ser la de autónomo, persona física que realiza una actividad económica sin estar sujeto a un contrato de trabajo.
El emprendimiento tiene que ver con el proceso de crear, desarrollar y administrar un negocio o empresa por cuenta propia. Suele partir de una idea o solución creativa pensada para dar respuesta a un problema u oportunidad de negocio detectado en el mercado. El emprendimiento, que comienza normalmente con una pequeña empresa o empresa emergente, aspira a grandes oportunidades de crecimiento y puede estar formado por una o más personas.
Autoempleo y emprendimiento en España y América Latina
En España, hay más de tres millones de autónomos de los cuales un 63,8 % son hombres y un 36,2 % mujeres y suponen el 16 % de la población activa, según el INE. Una tendencia que, según este organismo, continúa al alza. Por su parte, la actividad emprendedora se ha incrementado, situándose en un 5,5%, según el informe 'GEM España 2021-2022'. Una tasa de actividad emprendedora que seguirá creciendo, ya que el porcentaje de personas con intención de emprender en los próximos tres años es del 10%, según el citado informe.
Cifras con buenas previsiones que también apuntan otros países de América Latina donde el interés por el autoempleo y el emprendimiento siguen creciendo. En México, el número de micro, pequeñas y medianas empresas formadas por autónomos y emprendedores es de 4,4 millones, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). De ellos, el 61% son hombres y el 39 % mujeres. Junto con México, países como Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Uruguay y Perú, lideran el ranking de la innovación y el emprendimiento en América Latina.
A escala global, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Taiwán, India y Países Bajos son los cinco países más emprendedores del mundo, según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM). Por su parte, Estados Unidos, Canadá, Suecia, Suiza y Noruega se encuentran en los primeros veinte puestos, con España en la posición 41.
Autoempleo y emprendimiento: principales diferencias
Conocer las diferencias entre autoempleo y emprendimiento es fundamental para aquellas personas que deseen trabajar por cuenta propia y que el proyecto dé los frutos deseados. Estas son algunas de las principales cuestiones que diferencian a las dos fórmulas de empleo:
- Propósito. El autoempleo trata de solucionar un problema individual, es decir, la persona interesada se convierte en su propio jefe y se genera un salario de forma autónoma. Mientras tanto, el emprendimiento trata de ofrecer una solución a otras personas a través de un servicio o producto que, idealmente, cubre una necesidad de mercado.
- Límite de crecimiento. El autoempleo, al referirse a una única persona, puede llegar a un límite de crecimiento en el que incrementar la facturación ya no sea posible. Sin embargo, uno de los objetivos principales del emprendimiento tiene que ver con la creación de un negocio escalable, es decir, de crecimiento continuado en el tiempo y sin límites.
- Persona versus grupo. En el autoempleo es una sola persona la que realiza una actividad profesional para generarse un salario. En el emprendimiento, una pequeña empresa puede comenzar con uno o unos pocos emprendedores hasta convertirse en una empresa que acoja a muchos empleados.
- Esfuerzo. El autoempleo requiere todo el esfuerzo por parte del profesional. Esto hace que tenga más dificultades para descansar o conciliar con su vida personal ya que de su propia actividad dependen sus ingresos. Los emprendedores, sin embargo, pueden delegar su trabajo en otros equipos y tomarse necesarios tiempos de descanso.
Trabajar por cuenta propia es un proceso que requiere un tiempo de maduración de todas las variables que implica cada modelo profesional. Sin embargo, conviene destacar que el autoempleo puede llegar a evolucionar en emprendimiento si el profesional tiene la intención y sigue los pasos adecuados para dar el salto.
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