No descuides tus actualizaciones
Muchas veces, por pereza o por desconocimiento, aplazamos las actualizaciones indefinidamente sin saber que, al hacerlo, estamos dejando puertas abiertas por donde diferentes tipos de malware o atacantes pueden colarse, incluyendo el ransomware WannaCry que en mayo tuvo en vilo a cientos de empresas en todo el mundo.
Si hasta ahora tu respuesta a las actualizaciones era “quizás en otro momento”, es mejor que sigas leyendo.
¿Por qué son tan importantes las actualizaciones?
Para explicarlo de forma sencilla diremos que las actualizaciones son indispensables para solventar los fallos de seguridad de un programa o una aplicación.
Cuando se desarrolla un programa o se introduce alguna nueva funcionalidad, algunas veces existen “fisuras” o pequeños fallos de programación que no son detectados en las pruebas iniciales y que generan brechas de seguridad. Estas brechas abren puertas en nuestro ordenador que son las que permiten que se filtre el malware.
Las actualizaciones aplican parches de seguridad que solucionan esas brechas para que el programa tenga una protección adecuada frente a determinados tipos de malware. Uno de estos parches no instalados a tiempo fue justamente lo que permitió al ransomware WannaCry introducirse en miles de ordenadores.
Debes saber además que continuamente se liberan ejércitos de virus que van en busca de vulnerabilidades por donde colarse. Toda actualización es imprescindible, porque no solo introduce mejoras en el programa, sino que también incorpora nuevos parches que van subsanando los fallos que se van detectando.
¿Qué pasa con los programas que ya no utilizamos?
Esas aplicaciones que no utilizamos y por consiguiente no actualizamos, podrían haber creado procesos o levantado puertos innecesarios en nuestros equipos que podrían ser conocidos, descubiertos y aprovechados por un atacante o un malware y por tanto, lo más recomendable es desinstalarlas y borrarlas.
Pero también existen programas que no utilizamos directamente pero que son utilizadas por otras aplicaciones. Un ejemplo claro de ello es Java, necesario para muchos programas y sitios web.
¿Qué pasa si no actualizamos Java? Al utilizar un programa que requiera la ejecución de Java, esta acción se puede convertir en una puerta abierta para una potencial infección.
Y nuevamente el WannaCry
El ya legendario ramsonware WannaCry no hubiera sido noticia si todos los equipos que tenían instalado Windows se hubieran actualizado nada más requerirlo, dado que el fallo ya había sido detectado y existía un parche de seguridad que lo subsanaba. Pero, ya se sabe, esto de no dejar para mañana lo que puedes hacer hoy no siempre se aplica y , en informática, las consecuencias pueden ser graves.
Moraleja: actualiza todos los programas y aplicaciones en cuanto que te lo requieran. Procrastinar no es una opción cuando se trata de tu seguridad.