A menudo se dice que los datos son el recurso más valioso del mundo actual, de la misma forma que lo fue el petróleo en el siglo pasado.
Para el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres Vila, dicha afirmación demuestra que no se ha entendido adecuadamente la comparación. Y así lo ha explicado ante más de 3.000 asistentes en el auditorio principal de Money20/20 Europe, el evento ‘fintech’ de referencia del continente europeo.
En el encuentro tecnológico, que este año se celebra en Ámsterdam, el consejero delegado presentó su ponencia ‘Cómo los datos cambiarán el mundo, una vez más’, en la que explicó que los datos por sí mismos no son importantes, sino lo que se puede hacer con ellos, es allí donde está su valor real y las oportunidades.
Carlos Torres Vila comenzó su presentación explicando que el verdadero valor de los datos no radica en su valor intrínseco –que a diferencia del petróleo es prácticamente cero–, sino en el valor que se obtiene a partir de su análisis –y de la forma en la que se personaliza ese análisis para desarrollar servicios específicos.
Pero aquí, advirtió, el uso de los datos requiere una condición fundamental: una gestión muy cuidadosa.
Uno de los desafíos del mercado de los datos es la tendencia a generar enormes asimetrías de información, algo que ha sido explotado con mucho éxito por las grandes plataformas tecnológicas. Históricamente, las llamadas ‘big tech’ han hecho un gran trabajo en vincular diversos tipos de datos, en sistemas cerrados y sin que el dueño de esos datos esté necesariamente al tanto de la situación.
Desde el punto de vista de la competencia, los datos son un elemento esencial en ciertas actividades como la publicidad personalizada, la calificación crediticia de un individuo o los seguros, explicó. “Sin embargo, cuando el modelo de una empresa está construido sobre el acceso exclusivo a determinados datos, es fácil que alguien te lo puedan arrebatar. Las ventajas competitivas se deben generar, no sobre un acceso exclusivo, sino sobre el valor que generamos a partir de esos datos”, afirmó.
El consejero delegado fue entrevistado por la periodista financiera con una larga experiencia en CNBC, Louisa Bojesen, quien se interesó por el uso de los datos en el futuro.
Carlos Torres Vila, consejero delegado de BBVA y la periodista financiera Louisa Bojesen.
Carlos Torres Vila señaló que uno de los temas que BBVA está analizando es la idea de un ‘banco personal de datos’. Esto parte del convencimiento absoluto de que los datos pertenecen fundamentalmente al cliente, sea este un particular o una empresa. El papel del banco es trabajar con ahínco para garantizar esa premisa y desarrollar modelos de negocio que no lo contradigan.
A modo de ejemplo, Carlos Torres Vila se refirió a los escándalos recientes que han afectado a grandes empresas, especialmente con temas de privacidad, y en particular con aquellas empresas que esperan que los clientes les cedan sus datos de manera gratuita, es decir, solo a cambio de poder acceder a los servicios que ofrece dicha empresa.
"Existe una gran oportunidad para ampliar la confianza que los clientes depositan en las entidades"
“Creemos que la privacidad es un derecho humano fundamental y el precio a pagar por un servicio no tiene por qué ser la pérdida de la privacidad. Si uno decide no compartir datos, no debería significar que se queda marginado”, expresó.
El consejero delegado explicó que si bien algunas personas argumentan que los reguladores de la UE han aplicado mucho rigor contra los diversos sectores económicos con la implantación de las normativas GDPR y PSD2, su opinión es más bien la contraria. Cree que los reguladores han reconocido el derecho a la privacidad y ambas directivas avanzan en esa dirección.
“En Europa tenemos la normativa GDPR y somos grandes promotores de ella y creemos que es la forma de hacer las cosas. Pero también nos parece que se ha de extender a otros sectores y geografías, ya que actualmente no hay igualdad de condiciones. Por ejemplo, hay sectores que pueden acceder a los datos que la banca protege de sus clientes, pero no se puede hacer lo mismo en sentido inverso y eso puede evitar que las personas puedan sacarle todo el valor a sus datos”.
Una relación de confianza
Carlos Torres Vila también abordó la visión de BBVA ante los datos y cómo prevé utilizar estos recursos en el futuro. Todo comienza con la confianza, afirmó.
La visión de BBVA parte en primer lugar de utilizar los datos para ofrecer las mejores soluciones para sus clientes, tanto particulares como empresas. En segundo lugar, el uso de estos datos exige el consentimiento permanente (de los clientes). Y por último, gracias a ese consentimiento, BBVA podrá ofrecer las herramientas adecuadas para sus clientes, garantizando que sus datos les aportan valor real, ya sea a la hora de ayudarles en la toma de decisiones o para que puedan sacar el mayor provecho a su dinero.
Consultado sobre algunos ejemplos reales en torno a los datos, el consejero delegado mencionó productos como BBVA Valora, que permite a los usuarios explorar las áreas preferidas para la búsqueda de vivienda, estimar gastos de mantenimiento, seguros e hipoteca, y hacer comparaciones en tiempo real. Son productos desarrollados a partir del análisis de datos y que están a disposición del cliente porque se cuenta con su consentimiento.
La confianza que esto genera, y que consiste en poner siempre al cliente en primer lugar y trabajar en su beneficio, es lo que permitirá al banco crecer y hacer más por sus clientes, aseveró.
Sobre el futuro, Carlos Torres Vila afirmó que existe una gran oportunidad para ampliar la confianza que los clientes depositan en las entidades a la hora de gestionar su dinero y extenderla a la gestión de sus datos personales, por su propio interés. BBVA cree que los datos pertenecen a la persona y esto será la base de cualquier desarrollo futuro, concluyó.