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Solo cinco meses después de que BBVA distribuyera 3.000 licencias de ChatGPT Enterprise entre sus empleados, el 83% de ellos lo han incorporado a su rutina de trabajo y ya han creado unos 3.000 GPTs. Estas adaptaciones de la herramienta se diseñan para llevar a cabo tareas específicas, que van desde analizar información financiera a ayudar a responder consultas legales de clientes en menos de 24 horas, o hacer seguimiento de la satisfacción del cliente.

En la primera jornada del Encuentro Financiero de ABC-Deloitte, Jon Ander Beracoechea, Chief Scientist en BBVA, advirtió que la Inteligencia Artificial (IA) tiene un potencial transformador para el sector financiero que aún no se está valorando en toda su magnitud. Aunque los beneficios inmediatos de la IA ya están siendo aprovechados por la banca en áreas como la prevención de fraudes y la personalización de servicios, su verdadero impacto a medio y largo plazo será "mucho más profundo y amplio" de lo que se anticipa, explicó.

Tras formar a más de 50.000 empleados en datos, BBVA desarrolla un nuevo programa en esta ocasión junto a la Universidad de Navarra centrado en el uso de herramientas como ChatGPT, para potenciar la productividad optimizando la eficiencia en la toma de decisiones y operaciones diarias. Se enmarca dentro de un acuerdo de colaboración para capacitar a los profesionales del banco en ciencia de datos y en las nuevas tecnologías emergentes.

La capacidad de aprendizaje y de predicción de las máquinas se ha incrementado a lo largo del tiempo. Esto se observa tanto en los asistentes virtuales, que cada vez son más eficientes al responder y ejecutar tareas gracias a la mejora de los grandes modelos de lenguaje (LLM), como en plataformas de 'streaming' o comercio electrónico, que utilizan algoritmos para personalizar contenidos. El 'machine learning', especializado en el reconocimiento de patrones, es un campo en auge con décadas de historia.