Cuatro soluciones ‘blockchain’ a explorar en 2019
Estas son, según los expertos de BBVA Next Technologies, cuatro de las plataformas emergentes de la tecnología de la cadena de bloques que habrá que vigilar el próximo año.
Este año está suponiendo un punto de inflexión para la tecnología de la cadena de bloques. A través de pilotos y pruebas de concepto, tanto empresas como entidades públicas, consorcios e incluso gobiernos se encuentran inmersos en un periodo de exploración para determinar el potencial de ‘blockchain’, entender sus límites y delimitar los espacios regulatorios en los que podrá operar.
A lo largo de este ejercicio de prueba y error, algunas plataformas están demostrado ser prometedoras para mejorar determinados procesos en distintas industrias; al tiempo que otras han sido descartadas. BBVA Next Technologies, la empresa de ingeniería de ‘software’ especializada en tecnologías emergentes, ha dedicado un espacio en su ‘Radar de Tecnologías 2018’ a explorar la evolución de la cadena de bloques en los últimos años y a analizar sus retos actuales y cuáles serán los próximos pasos a tomar para sacar partido de ella en el futuro.
Los autores explican que este periodo de experimentación ha servido para “afianzar” la tecnología, pero que también ha implicado “profundos cambios y choques con la realidad” al constatar algunos de sus límites. En concreto, como hitos reseñables del último año el informe destaca el “crecimiento descontrolado” de las ICOs, que posteriormente han empezado a regularse paulatinamente.
Los retos de la tercera ola ‘blockchain’
La primera ola de ‘blockchain’, protagonizada por Bitcoin, servía casi exclusivamente para la transferencia de dinero. Pero tras ella llegó la plataforma de ‘smart contracts’ Ethereum, como ejemplo más representativo de la conocida como “segunda ola de ‘blockchain’”, que permitía ejecutar una lógica más compleja más allá de las transferencias en la plataforma.
Con esta nueva generación, conocida como la tercera ola, llegaron también una serie de retos nuevos, entre ellos:
- Escalabilidad: la capacidad de aumentar las transacciones por segundo, manteniendo la seguridad.
- Privacidad: la necesidad de establecer canales privados entre actores.
- Sostenibilidad: la necesidad de pasar del actual modelo de financiación basado en las ICOs (mediante el cual se generan ‘tokens’ para proporcionar flujo inicial de dinero), hacia un modelo en el que las empresas reciban un flujo constante de dinero en el tiempo para poder ser más sostenibles.
- ‘Governance’ o gobierno: son las acciones para crear y actualizar las reglas implícitas o explícitas de un sistema ‘blockchain’. Estas reglas pueden ser código, leyes, procesos o responsabilidades.
- Interoperabilidad: la capacidad de las diferentes plataformas ‘blockchain’ para comunicarse entre sí y con las infraestructuras del sistema financiero tradicional.
En el informe se apunta a una serie de ‘blockchains’ alternativas, o menos conocidas, que han demostrado cierto potencial y que la compañía considera dignos de “explorar” o, al menos, de seguir su evolución, puesto que proponen soluciones para estos nuevos retos que aparecen en el horizonte:
Tezos:
Tezos es una plataforma para ‘smart contracts’ y aplicaciones descentralizadas (ÐApps) similar a Ethereum que ha empezado a operar en modo ‘beta’ en 2018. Tezos trata de atacar el reto de conseguir un buen modelo de gobierno con su característica más distintiva que es su protocolo en el que se incluye mecanismos para actualizar las normas que lo regulan e implementar nuevas innovaciones. De esta forma, la plataforma es más flexible para evolucionar e incorporar mejoras, algo a menudo complicado dada la naturaleza de extrema inmutabilidad intrínseca a estas plataformas.
Si tiene éxito, asegura el informe, “sería un paso importante para hacer más ágil la gobernanza de sistemas descentralizados”.
Cardano:
Se trata de una plataforma ‘open source’ también diseñada para la creación de ‘smart contracts’ que se define a sí misma como la primera muestra de la “tercera generación” de ‘blockchains’. Cardano es, según sus creadores, la tercera generación ya que incluye funcionalidades para mejorar la escalabilidad, interoperabilidad, 'governance' y sostenibilidad de las anteriores.
El radar destaca que se ha establecido como una de las principales cadenas alternativas y es actualmente “un referente a seguir” que merece la pena estudiar por su “sólida base científica” e importantes mejoras de seguridad y sofisticación del código.
Enigma:
Se trata de un protocolo para la creación de aplicaciones descentralizadas desarrollado por un equipo del MIT (Massachussets Institute of Technology) e incubado como una ‘spin-off’ en el MIT Media Lab. La plataforma tiene como objetivo mejorar las deficiencias de escalabilidad, seguridad y privacidad de otras cadenas de bloques. En concreto, han desarrollado lo que denominan ‘secret contracts’, que permiten que los datos se procesen en una capa secundaria de ‘software’ que refuerza su privacidad. Este año se ha lanzado la primera aplicación construida con ella, Catalyst, que sirve para el ‘trading’ de criptomonedas.
El informe considera que, más allá de este primer ejemplo, es conveniente “seguir la pista” a la plataforma ya que se encuentra en “la punta de lanza” de las aplicaciones de la cadena de bloques “más allá del traspaso de valor”.
IOTA:
Esta plataforma, que estrictamente no puede ser considerada una ‘blockchain’, trata de resolver algunos de los retos de la tercera ola de ‘blockchain’ –como la escalabilidad–, con una arquitectura de aplicación descentralizada que permite una gran cantidad de transacciones por segundo. La plataforma está diseñada para gestionar los micropagos en el ámbito del internet de las cosas (IoT) y opera con un sistema alternativo en el que no es necesaria la “minería” de bloques. Su principal ventaja es que permite que dispositivos con recursos de computación limitados puedan participar en la red ya que las transacciones no se validan “en bloques” sino individualmente.
BBVA Next Technologies considera que en este caso es necesario “seguir la evolución” de esta tecnología. No obstante, aún presenta “incógnitas” en su diseño como la estabilidad del sistema, ya que asume un volumen de transacciones muy elevado y, hasta que se alcance esa masa crítica, “la red depende de un coordinador central", según el radar.
Más allá de la exploración de plataformas, el radar también destaca que el ecosistema en torno a esta tecnología está siendo “extremadamente dinámico” por lo que es muy importante continuar haciendo pruebas de concepto (PoC) tanto con las “nuevas” (como Cardano y Tezos) como con las ya existentes (como Ethereum), para probar los nuevos cambios que se van introduciendo. También continuarán el desarrollo de aplicaciones distribuidas (ÐApps), “sus mejores prácticas e implicaciones en el cambio de paradigma”. En 2019, la compañía también considera esencial seguir la evolución de los principales consorcios: Hyperledger, R3, Enterprise Ethereum Alliance y, a nivel nacional, Alastria.