Cuando la innovación reside en un edificio: pasado, presente y futuro de la Torre Bizkaia
Desde la antigua sede de BBVA en Bilbao, el centro de emprendimiento B Accelerator Tower se alza como un punto de encuentro entre instituciones financieras, emprendedores e inversores. Un espacio para concebir los servicios y soluciones del futuro que no olvida su pasado: las paredes de la Torre Bizkaia son testigos de la innovación de las últimas décadas.
En 1969, poco antes de que Neil Armstrong pusiera un pie en la Luna, los bilbaínos ya habían lanzado su mirada al cielo de su ciudad. El 23 de abril de aquel año se inauguró la Torre Banco de Vizcaya, un imponente edificio de 21 plantas y 88 metros de altura situado cerca de la ría y que destacaba en la fisonomía de la urbe. Se alzaba en el número 1 de la Gran Vía de Bilbao, el lugar donde antes se encontraba la sede del Banco de Vizcaya, fundado en 1901. Diseñado por los arquitectos José Enrique Casanueva, Jaime Torres y José María Chapa, el edificio incorporaba vidrio teñido en su fachada para conferir un aspecto elegante e innovador al mismo tiempo.
En aquellos años, el Banco de Vizcaya se estaba consolidando como una entidad financiera moderna y con proyección internacional, con la apertura de oficinas en México y Nueva York en 1968 y 1970, respectivamente. La nueva estructura, símbolo de reinvención económica, aunaba la dimensión que había adquirido la entidad y la expansión que desarrollaría durante los años siguientes gracias a la fusión con el Banco de Bilbao en 1988. En 2009, diez años después de la fusión de BBV con Argentaria y el nacimiento de BBVA, se anunció la aprobación de la Ciudad BBVA en Madrid, un epicentro sostenible y vanguardista, que sellaba el traslado de la entidad de su sede en la Torre Bizkaia a la capital.
En 2018 la entidad vendió el edificio a Talus Real State y pasó a llamarse Torre Bizkaia, pero sus lazos con esta construcción nunca se rompieron. Prueba de ello es que hace unas semanas, ha abierto sus puertas el centro de emprendimiento B Accelerator Tower (BAT) tras una profunda remodelación de las instalaciones del edificio, incluida su fachada. Bautizado como el 'Guggenheim del emprendimiento', entre los muros de las tres plantas que conforman este espacio trabajan más de 100 firmas de 'venture capital' nacionales e internacionales, más de 40 'startups' y otras 30 corporaciones entre las que se incluye BBVA Next Technologies, la unidad de 'software' del banco.
"Al igual que el Guggenheim certificó la evolución a un nuevo modelo industrial, el centro de emprendimiento BAT va a permitir dar un salto en la evolución del ecosistema innovador"
De este modo, más de medio siglo después de su construcción, los característicos vidrios de la Torre Bizkaia vuelven a brillar para ser el reflejo de la innovación y emprendimiento del presente y futuro. "Al igual que el Guggenheim transformó la ría de Bilbao y certificó la evolución a un nuevo modelo industrial, este proyecto va a permitir dar un salto en la evolución del ecosistema innovador", asegura Eriz Sainz, director general de BAT.
El futuro de la innovación, en las paredes de BAT
Entender el gen innovador y emprendedor que recorre la actual Torre Bizkaia es imposible sin recordar cómo la antigua sede de BBVA se convirtió en un polo que atrajo diversas innovaciones que revolucionaron el sector financiero, tal y como revelan los archivos históricos del banco. En 1969, la Torre del Banco Vizcaya acogió el servicio de autobanco, una suerte de cabinas donde los clientes podían efectuar el cobro de talones sin bajarse del coche.
Autobanco en la entonces Torre del Banco de Vizcaya - Archivo Histórico BBVA
Eran los primeros brotes de una corriente innovadora que también tomaba forma a través de la instalación de ordenadores electrónicos para realizar estudios técnicos en materia financiera, así como unos primigenios programas de 'reskilling' (adquisición de nuevas destrezas) y 'upskilling' (evolución de competencias ya adquiridas) que, en aquellos años, veían la luz en la torre con el fin de reforzar la formación de los empleados "a través de las técnicas más modernas", según se afirma en la memoria del año 1969 de la entidad bancaria.
Hoy, en las instalaciones de BAT también sobrevuela aquel aroma tecnológico presente en la entonces llamada Torre Banco de Vizcaya. El centro actual, impulsado por la Diputación Foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao, está gestionado por la firma PwC en colaboración con Impact Hub, una de las principales redes globales de ecosistemas de impacto con servicios de consultoría en emprendimiento, innovación y sostenibilidad, y Talent Garden, que también ofrece espacios de 'coworking' para innovadores y un ecosistema tecnológico, para convertirse en un nuevo eje donde empresas emergentes, vehículos de inversión y organizaciones contribuyen a promover proyectos disruptivos.
"Ahora tenemos que trabajar todos, 'startups' y demás corporaciones, para que BAT se convierta en un centro que genere conexiones, innovación y valor"
"Tenemos un sistema económico consolidado, además de la cooperación entre corporaciones y organismos públicos para realizar acciones de impulso a emprendedores y conexiones internacionales", señala María Ocariz, responsable del área de consultoría de innovación y emprendimiento de Impact Hub. "Ecosistemas colaborativos como BAT son clave para que los actores involucrados apuesten todos a una por el crecimiento del proyecto. Sin duda, es un buen caldo de cultivo".
Uno de los agentes que respalda este proyecto es BBVA Spark, la nueva unidad de negocio de apoyo al ecosistema emprendedor de la entidad bancaria, que es uno de los socios colaboradores del edificio. Para la compañía, esta posición le permite conocer a los principales actores de innovación, establecerse como un socio clave para el ecosistema local y dar pie a nuevas conexiones a través de iniciativas como 'Demo Day', eventos de 'networking' o 'Fast Track'.
Construcción de la Torre del Banco de Vizcaya - Archivo Histórico BBVA
"En BBVA Spark queremos ser el banco de las empresas tecnológicas y de alto crecimiento a lo largo de su vida. Lo hacemos gracias a un equipo 100% dedicado a entender los problemas de los clientes y a una oferta de productos bancarios y de financiación que se adapta a sus necesidades específicas en cada fase de crecimiento", sostiene Roberto Albaladejo, responsable de BBVA Spark.
Los cimientos están asentados: el trabajo para innovar comienza ahora
Entre las 'startups' que ya están presentes en BAT se encuentra Oreka, empresa que lucha contra el desperdicio alimentario con el apoyo de otras compañías. Entre ellas, BBVA, que dona el excedente de los comedores de su sede en Madrid. Denis Ugalde, CEO de la compañía, coincide en que la unión de agentes en BAT "es un gran punto de partida para la consolidación y proyección del ecosistema emprendedor". Sin embargo, es consciente del camino que queda por delante. "Ahora tenemos que trabajar todos, 'startups' y demás corporaciones, para que se convierta en un centro que genere conexiones, innovación y valor a largo plazo". Para lograrlo, las 'startups' ubicadas en la torre tienen la oportunidad de generar conexiones a través de servicios y programas, como planes de 'networking', formación y acceso a apoyo público.
Los tintes de innovación que impregnan la Torre Bizkaia desde hace años no han sido el único factor favorable para la apertura de B Accelerator Tower. El centro se ubica en el País Vasco, uno de los ecosistemas de emprendimiento más activos en España. Aquí han nacido empresas como Quantum Mads, compañía que trabaja en el campo de la logística aplicando inteligencia artificial (IA) y computación cuántica, o Sherpa.ai, especializada en asistentes digitales de conversación predictivos. Precisamente, esta última, con sedes en Bilbao y Silicon Valley, recaudó en 2021 más de 8 millones de euros de financiación.
BAT acaba de inaugurarse, pero ya hay planes para su crecimiento. Según confirma Eriz Sainz, de PwC, el centro de emprendimiento que, en la actualidad está presente en tres plantas de la Torre Bizkaia con una ocupación del 80%, ampliará su espacio con la apertura de otras cinco plantas nuevas. Una expansión que habilitará 4.000 metros cuadrados de espacio más para que las iniciativas innovadoras tengan un lugar en el que desarrollarse.
Ya ha pasado más de medio siglo desde que Neil Armstrong pusiera su pie en la Luna y la Torre Bizkaia se alzara para coronar el cielo de Bilbao. Sin embargo, las paredes de este edificio siguen guardando la misma esencia para que 'startups' y emprendedores continúen dejando su huella en la tierra de la innovación.