¿Cuál es el estado de los ‘sandboxes’ en América Latina?
La industria ‘fintech’ viene creciendo en América Latina y el Caribe en los últimos años y quiere convertirse en una alternativa para mejorar la inclusión financiera en la región.
La innovación tecnológica en el mundo de las finanzas es ya una realidad. Pequeñas empresas y ‘startups’ disruptivas quieren convertirse en actores del mundo financiero y bancario aportando sus productos y servicios. En este panorama, América Latina no es una excepción. Las llamadas ‘fintech’ (acrónimo de finanzas y tecnología) han crecido en número en los últimos años en la región y ya se cuantifican en 1116 empresas e iniciativas, con Brasil (380), México (273) y Colombia (148) a la cabeza, según el informe 'Fintech en América Latina 2018: Crecimiento y Consolidación', realizado por del Banco Iberoamericano de Desarrollo (BID) y Finnovista.
Las ‘fintech’ iberoamericanas se centraron acabar con la brecha de sub-bancarización en la región, que se estima en el 46% de la población adulta. Los modelos de negocios de estas iniciativas, así lo demuestran: pagos y remesas, préstamos y la gestión de finanzas personales dirigidos a particulares y pymes que no pueden acceder a la financiación a través de los canales tradicionales.
Ante el cada vez mayor peso de las empresas ‘fintech’ y el potencial que tienen en el desarrollo de la economía, los gobiernos de la región ven con buenos ojos su aterrizaje y plantean de forma abierta abrir bancos de pruebas (‘sandbox’) y caminar hacia una regulación y supervisión financiera de sus actividades.
Los ‘sandbox’ en América Latina
Es uno de los temas que más se escucha en los pasillos de los reguladores y supervisores y en los despachos de grandes y pequeñas firmas: cómo integrar a los nuevos actores, como las ‘startups’ y las empresas de tecnología financiera, junto a las empresas tradicionales y transitar juntos en colaboración y bajo una paraguas regulatorio.
No existe una única respuesta, ni en Europa, Asia o América Latina. Pero muchos países ya reconocen que es una necesidad y han comenzado procesos de pruebas para conocer las nuevas tecnologías y servicios en los que se está trabajando. Esto se puede llevar a cabo través de los ‘sandboxes’.
En pocas palabras, un ‘sandbox’ (arenal o banco de pruebas) es un espacio que establece el regulador y supervisor de un país para crear un ambiente que dé cobertura a empresas (ya sean ‘startups’ o firmas financieras tradicionales) que trabajan en la innovación de un nuevo producto o servicio que en ese momento no cuenta con una regulación específica.
Se pretende que en estos ‘sandboxes’ participen ideas novedosas y disruptivas que si se llegaran a comercializar puedan ser un beneficio real para los consumidores. A las empresas se les permite experimentar con clientes en un periodo de tiempo muy concreto (entre seis y 12 meses). Posteriormente, el supervisor y el regulador evalúan los riesgos y deciden crear una regulación específica o modificar la existente para dar cabida al nuevo producto.
Las ‘fintech’ iberoamericanas se centraron en acabar con la brecha de sub-bancarización en la región, estimada en el 46% de la población adulta.
Las mayores economías de América Latina no se han quedado atrás, y pese a diferencias en el enfoque y las medidas tomadas, no esconden que la irrupción de las ‘fintech’ ha cambiado el escenario bancario y financiero.
México
Desde el 9 de marzo de 2018, México es uno de los primeros países del mundo, junto a Reino Unido, que cuenta con una regulación específica sobre las actuación de las 'fintech', la Ley que Regula a las Instituciones de Tecnología Financiera.
El anteproyecto de la ley se enfoca principalmente en actividades colectivas (‘crowdfunding’); plataformas de pago electrónico y la prestación de servicios financieros a través de medios tecnológicos y las criptomonedas.
Colombia
Es el segundo país, tras México, que cuenta con un proceso regulatorio más avanzado. El 7 de mayo de 2018 la Superintendencia Financiera de Colombia anunció la creación de InnovasFC, un espacio de estudio de las empresas Fintech que engloba tres modalidades para el desarrollo de nuevas empresas y su supervisión: ‘hub’, Arenera (‘sandbox’) y ‘regtech’’.
El ‘hub’ es el primer punto de contacto entre la Supertindencia y las empresas ‘fintech’ que estén interesadas en participar del 'sandbox'. Es el equipo supervisor el que decide si el proyecto cumple los requisitos de elegibilidad para pasar a ser testeado en la arenera.
La Arenera (‘sandbox') sirve de marco de trabajo a través del cual la Superintendencia facilita la innovación de productos y modelos de negocio. Sirve tanto para empresas vigiladas como no vigiladas que pondrán a prueba sus servicios.
El tercer mecanismo, ‘regtech’, tiene como objetivo aprovechar los avances que se hayan realizado en el sandbox para que la Superintendencia evalúe posibles cambios en la regulación.
Argentina
El país cuenta con 116 empresas Fintech registradas y desde el 2016 el Banco Central de la República Argentina (BCRA) creó un espacio de trabajo y diálogo entre ‘fintech’, bancos y otras entidades financieras. Este espacio, denominado Mesa de Innovación financiera, trabaja en tres ámbitos:
- Medios e Infraestructura de Pagos (MIP)
- Tecnologías y Sistemas Transversales (TST)
- Canales Alternativos de Crédito y Ahorro (CAL)
La actividad promovida por el BCRA no se trata de un banco de pruebas regulatorio (sandbox), sino más bien un “dispositivo facilitador de la innovación”. Asimismo, desde 2017 el mismo BCRA puso en marcha una aceleradora bajo el nombre de Hackatón de innovación financiera.
Brasil
Es el país con más iniciativas tecnológicas financieras en la región y crecieron en más de un 200% entre 2016 y 2018, según datos de la Comissão de Valores Mobiliarios (CVM), pero no cuenta todavía con una regulación o equipo de trabajo en firme. Sí existe un foro de discusión intersectorial que reúne a la Associação Brasileira de Desenvolvimento (ABDE), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la CVM en el que participan emprendimientos en el sector fintech, finanzas verdes e instrumentos financieros e inversiones de Impacto.