El reto de identificar a las personas ‘online’ de forma inequívoca y respetando la privacidad continúa siendo un gran desafío para las empresas y una creciente preocupación para los usuarios. Covault trata de resolver este reto con un modelo en el que los bancos adoptan el rol de verificador de los datos de los usuarios, una apuesta en línea con la tendencia del ecosistema.
Canadá ha sido uno de los últimos países en sumarse a la tendencia: con el apoyo de los bancos, una compañía ha creado un sistema que permite a los ciudadanos contar con una réplica digital de sus pasaportes o carnets de identidad para realizar gestiones en internet. Una solución similar se está desarrollando en República Checa, donde los usuarios podrán utilizar las mismas herramientas de autenticación que los bancos del país, como vía para acceder a los sistemas electrónicos de las administraciones públicas.
La idea de que sean los bancos quienes ayuden a los usuarios a gestionar sus identidades digitales, en un contexto de creciente preocupación por la seguridad y privacidad de nuestras vidas ‘online’, no es nueva. Los países nórdicos han sido pioneros en la adopción de formatos similares. En Suecia, por ejemplo, ocho millones de ciudadanos emplean ya BankID, una solución apoyada en la infraestructura bancaria del país que permite firmar documentos y transacciones con compañías, bancos y entidades del gobierno en internet.
Y los recientes pasos que está dando la industria apuntan a la misma dirección: los bancos podrían ser los mejores posicionados para erigirse como guardianes de las identidades digitales de los usuarios. “Los bancos han dominado la habilidad de operar a escala en entornos altamente regulados, bajo condiciones que requieren estrictos y rigurosos procedimientos de seguridad y verificación de la identidad”, según explicaba un reciente informe de Mobey Forum. El análisis concluía que este contexto histórico ha permitido a las entidades financieras “jugar un rol clave en la evolución de los sistemas de identificación digital nacionales” y les sitúa ahora como “principales candidatos” para ser los protectores de la identidad digital de los usuarios. Además, su papel en estos nuevos modelos digitales podría ayudar a las entidades financieras a “empezar a ofrecer servicios más allá de la banca y generar nuevas vías de ingreso como resultado”.
Se trata de un ámbito en pleno crecimiento: el mercado de la identificación de la identidad está valorado en unos 6.990 millones de dólares en 2020 y se estima que crecerá de forma continuada en los próximos años hasta representar unos 18.120 millones de dólares en 2027 a nivel global, según Statista.
Covault, un aliado preparado
“La banca posee billones de datos verificados de sus clientes dado que todos los bancos siguen procesos regulados de KYC ("know your customer”) durante sus propios procesos de ‘onboarding’. Esto les da ventaja sobre otras compañías digitales para ejercer el rol de “verificador de identidad" en los nuevos ecosistemas en los que los usuarios están demandando una solución global y efectiva para gestionar su identidad digital”, explica Oliver Díaz, CTO de Covault, una de las empresas del portfolio de BBVA New Digital Businesses. La compañía, que opera en EE.UU., ha desarrollado una solución que les sitúa como intermediarios para facilitar que se cierre el círculo entre las empresas, que ofrecen servicios digitales; los usuarios, que necesiten verificar su identidad para contratarlos; y los bancos, que pueden actuar como verificadores de la identidad de sus clientes.
Para ello, Covault ha creado una plataforma que se compone de varios productos: por un lado cuenta con una ‘app’ en la que los usuarios pueden guardar su información de forma segura mediante la generación de claves criptográficas que se vinculan con sus datos biométricos; y por otro, ha construido una solución que permite compartir esta información de forma segura con otras empresas, a través de la ‘Covault Identity Network’.
"Creemos que los bancos jugarán un papel clave a la hora de custodiar los datos de los usuarios"
Covault permite a las empresas verificar la identidad de un usuario que desea contratar sus servicios. Esto se realiza a través de APIs, un sistema de encriptación y un doble factor de autenticación donde se conecta a las empresas con el banco del usuario. Covault solicita al usuario su consentimiento para acceder a determinados datos que el banco tiene sobre él y los comparte con la empresa.
De esta forma, los usuarios mantienen el control sobre su identidad y consienten que el banco comparta sus datos personales ya verificados con la empresa a través de la Covault Identity Network. Dado que la empresa confía en esta información, no tiene necesidad de poner en marcha su propio mecanismo de identificación de cliente. “Lo que les permite ahorrar costes y tiempo, además de reducir la fricción a la que se enfrentan los usuarios a la hora de darse de alta”, explica el CTO.
De cara a los usuarios, esta solución permite reducir notablemente el tiempo y esfuerzo necesarios para registrarse por primera vez en una plataforma, además de garantizar mediante tecnología de última generación que su información está segura y fuera del alcance de posibles atacantes. Mientras que de cara a las empresas, Covault facilita un sistema seguro y sencillo mediante el cual pueden reducir sus costes de adquisición de clientes y las posibilidades de fraude. “Esto les permite verificar la identidad de sus clientes y al mismo tiempo ofrecer una solución más ágil, segura y sin fricciones durante el ‘onboarding’, un proceso donde habitualmente es común que se pierdan clientes por ser largo y complejo”, añade.
Además, al contar con los bancos como ‘verificadores’, se garantiza que el proceso de registro cuenta con la misma protección, seguridad y fiabilidad a la que los usuarios están acostumbrados para la gestión de sus finanzas diarias, “y que ahora demandan también en el resto de servicios digitales donde depositan sus datos”, explica.
Por su lado, los bancos también encuentran claras ventajas en este modelo. “Con nuestra solución queremos ayudar a las entidades financieras a ampliar la gama de servicios que ofrecen a sus clientes y a crear nuevas vías de ingreso. Y lo hacemos facilitando al máximo su integración en las plataformas de terceros”.
A día de hoy, la oferta de Covault sigue creciendo, y la empresa colabora con instituciones y empresas como un aliado clave para facilitar las crecientes demandas de seguridad y privacidad de los usuarios en torno a la identidad digital. “No sabemos aún cuál será la solución definitiva que resuelva todos los retos a los que se enfrenta la industria, pero creemos que los bancos jugarán un papel clave a la hora de custodiar los datos de los usuarios, y estamos preparados para ayudarles a afianzar su liderazgo con éxito en este nuevo ecosistema”, concluye Díaz.
Si quieres saber más, visita Covault.com