Consejo para emprendedores: el éxito nunca es definitivo y el fracaso nunca es fatal
El fracaso en los emprendimientos es mucho más repetitivo y común de lo que se cree. Precisamente, de la recurrencia del fracaso entre un grupo de amigos emprendedores surgió Fuckup Nights, un movimiento que busca, entender las razones del fracaso y a partir de ahí oportunidades de progreso y éxito.
Leticia Gasca es la directora ejecutiva del Instituto del Fracaso de México y de Fuckup Nights. Esta mujer emprendedora compartió con los asistentes al Open Talks Colombia 2018, su experiencia como investigadora y analista del fracaso en su país y algunas regiones de Latinoamérica.
En base a todo el conocimiento y experiencias acumuladas, el Instituto del Fracaso de México ha realizado la primera investigación del fracaso en América Latina, del que se pueden extraer varias conclusiones:
La primera es que los hombres y mujeres reaccionan diferente al fracaso. Luego de fracasar, los hombres tienden a emprender en otro negocio que no se parezca al anterior, en un periodo no mayor a un año, no se conforman con lo que pasó y asumen que en el siguiente les irá mejor. Las mujeres, por su parte, son mucho más temerarias y analistas, ellas hacen un análisis de lo que pudo fallar y tienden a no repetirlo en el próximo, el problema está en que les atemoriza comenzar de nuevo, por lo que prefieren emplearse y planear mejor su próximo emprendimiento.
Por otro lado, el informe afirma que un negocio fracasado se puede evitar si se mata una mala idea de negocio desde que empieza. Y es por eso que para evitar el fracaso, Leticia Gasca recomienda ocho pasos que, a su parecer, deben seguir los emprendedores para huir de un descalabro.
1. Investigar: internet, otros emprendedores, inversionistas...todos es susceptible de ser una fuente de información para analizar la idea. Existen tres posibilidades con las que cualquier neonato en este campo se puede encontrar:
- La idea ya existe y es exitosa: en este caso, es mejor no ponerla en marcha o tener un valor agregado que la convierta en la competencia directa de la que ya existe.
- La idea se intentó y fracasó: para estos casos es muy recomendable contactar con los que lo intentaron, escuchar qué salió mal, analizar cómo se podría mejorar y si es conveniente desarrollarla.
- La idea nunca se ha intentado: este es el mejor escenario de todos, aquí se es el primero en probar y solo haciéndolo se sabrá si tiene posibilidad de éxito.
2. Prueba piloto: antes de lanzarlo al público es bueno testar para saber si la idea tendrá acogida y analizar las demandas de los clientes para así lograr satisfacerlas. Este paso ayuda a mejorar el producto antes de darlo a conocer, para no sufrir sobre la marcha y evitar errores que lleven al fracaso. Las pruebas piloto pueden ser a través de cualquier vía que permita obtener las impresiones de los consumidores.
Un caso exitoso de prueba piloto es el de 'Dropbox' cuando solo era una idea. El creador subió a Youtube un vídeo explicativo y en menos de 24 horas ya tenía millones de reproducciones y comentarios solicitando el producto. Una prueba que le permitió saber que su idea de negocio sería exitosa, aún antes de desarrollarla.
3. Iteración y aprendizaje: una vez lanzado el producto debe estar en constante actualización, para seguir vigente en el mercado y hacerle más difícil el éxito a la competencia. Es necesario tener referentes, aprender de las actualizaciones no exitosas y permanecer en constante cambio.
Un ejemplo de iteración exitosa es el logo y las funciones de 'Instagram'. En sus comienzos, esta red social se llamaba 'Burbn' y al no tener éxito, se actualizó, cambió sus funciones y se convirtió en lo que hoy conocemos como 'Instagram'.
Leticia Gasca, directora ejecutiva del Instituto del Fracaso de México y del movimiento Fuckup Nights, en el marco del evento BBVA Open Talks 2018.
4. Establecer métricas: hay que definir a dónde se quiere llegar con el negocio y tener claro cuándo se está teniendo éxito y cuándo no está resultando como se esperaba. Las métricas sirven para evaluar y analizar el proceso del negocio. Cada emprendimiento tiene sus propias métricas, pues no todos se evalúan de la misma manera, pero es indispensable tenerlas, pues ayudan a detectar errores o a ratificar que se está yendo por el camino correcto.
5. Trabajar para el éxito, reconociendo el fracaso: todo emprendedor debe trabajar para el éxito pero reconocer que aún así las cosas pueden salir mal.
6. Gratitud: el mundo de los negocios no suele ser agradecido pero es indispensable demostrar este acto de humildad, tanto con los trabajadores como con los clientes. El hecho de agradecer demuestra respeto y cercanía con las personas para las que se trabaja.
Un caso muy particular de gratitud es el de 'NuFlick', una plataforma de cine online que tuvo que cerrar. Al ingresar a la página www.nuflick.com aparece un mensaje en el que los creadores agradecen a todas las personas que creyeron en el proyecto y dejan un link para que todos sus clientes conozcan las razones que los llevaron a tomar esa difícil decisión. Pero no todo resultó mal para estos emprendedores, asistieron a una Fuckup Night en la que contaron la historia de fracaso de NuFlick y ahí mismo lograron conseguir inversionista para su nuevo emprendimiento. Fracasar siempre traerá algo positivo.
7. Aprender del fracaso: el éxito nunca es definitivo y el fracaso tampoco es letal. Es importante que los emprendedores aprendan a sobrellevar los momentos difíciles de su emprendimiento y aceptar que no siempre todo tiene un buen final. Una vez interiorizado el fracaso el equipo debe desarrollar un plan de ‘post mortem’, que consiste en evaluar qué salió mal, cuáles fueron las razones y poner por escrito los aprendizajes de la situación que llevó a que la idea de negocio fracasara para así mejorarla o cambiarla.
8. ¡A lo que sigue!: fracasar es muy común, lo es mucho más que el éxito, por eso no hay que estancarse. Siempre hay que continuar y enfocarse en algo que tenga triunfo, ya sea la misma idea renovada o comenzar de cero con otra, pero siempre avanzar porque estancarse es mucho peor que fracasar.
Según las estadísticas, ocho de cada diez empresas no logran pasar los dos años de funcionamiento. Esto se debe, entre otras razones, a que los empresarios no logran identificar las señales de riesgo que hacen que su negocio fracase. Estas y otras conclusiones dieron cierre a la conferencia liderada por Leticia Gasca, quien invitó a los asistentes a interiorizar que ‘El éxito nunca es definitivo y el fracaso nunca es fatal’.