Las empresas se decantan por este tipo de 'cloud', ya que la combinación de la nube pública y privada permite la reducción de costes y garantiza la seguridad.
'Cloud' pública, privada e híbrida. Son las tres opciones de entrar en la nube y entre ellas, las empresas parece decantarse por la agilidad y la seguridad que ofrece la versión híbrida, que reúne las ventajas de la pública y la privada.
Los servicios de la nube pública se suministran por un proveedor a través de Internet. Es rápida, fácil, los gatos se comparten entre todos, y tiene la capacidad de incrementar la computación si aumenta la demanda. El proceso es transparente para el usuario y permite compartir información si se trabaja en proyectos con otras personas o empresas.
La nube privada tiene las mismas características de la pública pero es exclusiva. Garantiza el control y la seguridad de datos críticos aunque para ello su coste es mayor: requiere mayor inversión de capital y un equipo para administrar la nube de forma eficiente.
En cambio, la nube híbrida es la combinación de nubes privadas y públicas de varios proveedores . Puede utilizar los recursos de una nube pública para aumentar la capacidad de de una privada en horas con picos altos de consumo de ancho de banda, sin la inversión de capital que esto implicaría.
En una empresa, la nube híbrida permite que no se tengan que migrar todos los servicios a la nube cuando hay información crítica y confidencial como, por ejemplo, las transacciones en una base de datos -esta información estaría en la nube privada- y, por otro lado, permite aumentar el procesamiento o disminuirlo según la demanda en cada momento -esto se realizaría en la nube pública-.
La infraestructura se adapta, logrando un ahorro de costes al no tener un equipo de más cuando no es necesario. El reto más grande de estas nubes es la seguridad y cerciorarse de que todos los proveedores se pueden comunicar entre sí.
En las nubes híbridas se combina la nube pública para los clientes externos de TI y la privada para los internos. Se puede usar una nube pública para interactuar con los usuarios y al mismo tiempo que mantiene sus datos protegidos en su nube privada. No se invierte en nube privada pues hay servicios que se dan en la pública - mucho más veloz- y como la seguridad es lo que preocupa a las empresas, se puede usar una aplicación de SaaS ('software as a service'), en la que el proveedor de la aplicación puede crear una nube privada exclusivamente para la compañía dentro de su 'firewall'.
Coca-Cola o la Nasa, entre otras muchas, han apostado por las nubes híbridas para sacar el máximo rendimiento a su negocio, en el caso de la primera para compartir información, y en el caso de la Nasa para reforzar las misiones de exploración espacial y para mejorar la vida en la Tierra.
La conquista de la versión híbrida
Entre las tres opciones, las empresas parecen decantarse por la nube híbrida. Casi dos tercios de los encuestados (64%) adopta la nube híbrida por su agilidad y la seguridad que ofrece. Su implantación crece un 9% desde 2013, con un porcentaje de adopción del 27% en todo el mundo, siendo más alto en Europa, Oriente Medio y África respectivamente, según el estudio de EMC realizado a más de 10.000 responsables de TI en 33 países.
Los mercados desarrollados con economías de IT más avanzadas lideran la adopción de la nube, mientras que los mercados emergentes son más reacios y presentan niveles más bajos de consumo de la nube en general.
En España, el 68% de los encuestados cree que las nubes permiten a las empresas una mayor agilidad y seguridad aunque con matices: sólo el 22% se sentirían satisfechos al migrar la mayoría de sus aplicaciones a la nube pública. La seguridad es lo que más preocupa a la hora de migrar los datos. Prueba de ello es la apuesta que lanzaba en febrero del gigante IBM en Interconnect 2015: el desarrollo de una cloud híbrida para que los datos más sensibles no tengan que salir de los países de origen y que sean las aplicaciones de cloud computing quienes viajen para gestionar los datos con los servidores de cada uno de los países.
El gigante azul ha apostado por crear una red en diferentes países ante la creciente preocupación de la industria acerca de dónde se alojan los datos y la privacidad de los mismos. Una estrategia que le permite dar servicios a empresas que manejan información sensible o instituciones gubernamentales, que tienen prohibido migrar sus datos fuera del país. De esta forma pueden acercarse al cloud computing sin salir de casa.