Civil o cómo 'blockchain' puede salvar el periodismo
La ‘startup’ periodística Civil ha desarrollado una plataforma basada en ‘blockchain’ para que las redacciones encuentren nuevas fuentes de financiación, al mismo tiempo que garantiza la calidad y la veracidad de su contenido. La compañía se ha presentado a los medios españoles en el Open Space de BBVA, al mismo tiempo que en Nueva York lanzaba su primer ‘token’.
Actualmente, 14 medios forman parte del ecosistema que propone Civil en Estados Unidos. Entre sus fundadores y promotores, se encuentran periodistas procedentes de The New York Times, The Wall Street Journal, The Guardian, Politico o EL PAÍS. Algunos de los medios que han crecido a su amparo como el Colorado Sun o el Block Club Chicago están siendo un éxito, y al mismo tiempo, Civil ha logrado captar socios tan reconocidos como Associated Press, que usa su solución basada ‘blockchain’ para monitorear el uso que se hace de sus fotografías 'online'.
La promesa de Civil de utilizar ‘blockchain’ y los criptoactivos para crear un nuevo paradigma que permita a los medios ser independientes y rentables se muestra más que esperanzadora en un sector que ve cómo las cabeceras cierran, las redacciones se desmantelan y la publicidad no llega a cubrir todas sus necesidades.
“Nos hemos adaptado a los nuevos modelos de la criptoeconomía y de ‘blockchain’, modelos que desintermedian para poner en contacto a los lectores con las redacciones. Civil es solo la plataforma que facilita herramientas, pero el medio mantiene su independencia, sus redacciones, sus contenidos”, explicaba Matt Coolidge, fundador de Civil Media Company.
Coolidge recordaba que el problema del periodismo no está en que no haya suficientes ingresos publicitarios, sino que están concentrados en dos jugadores, Google y Facebook. Civil, en este sentido, quiere ser una plataforma que facilite tecnología, conexiones y alianzas, pero lejos de hacer que los creadores de contenidos sean dependientes de un algoritmo dominado por un tercero.
Entre las herramientas que propone Civil, destaca su recién estrenado ‘token’, el CVL. Este ‘token’ pretende dar poder a la comunidad de lectores de Civil, al comprobar la veracidad de los contenidos de los medios de esta red, y conversar con ellos directamente. Igualmente, las redacciones podrán buscar otros usos como cobrar por determinados contenidos.
“Se trata del lanzamiento de un 'token', no de una ICO”, insistía Coolidge, quien huye de este concepto asociado a la especulación en el lanzamiento de nuevos proyectos de 'blockchain'. “Es un 'token' pensado para el consumidor, en el consumo P2P sin intermediarios. No está pensando para los inversores. Queremos hacer un uso muy responsable de CVL”, añadía.
Este nuevo 'token', además de posibles nuevas fuentes de ingresos para los medios, es un paso más en la búsqueda de la veracidad y la calidad. “Para ser miembro de Civil hay que adherirse a una serie de principios recogidos en el Civil Constitution”, comenta Úrsula O'Kuinghttons, representante de Civil en España, quien añade que además existe un consejo que vela porque todos los miembros de la red estén cumpliendo sus fundamentos y mantengan sus principios éticos.
“Ahora el ‘token’ CVL supone entregar una llave a la comunidad para que pueda interactuar directamente con los periodistas y poder señalar si hay informaciones que no parecen correctas o que se saltan los principios de Civil”, apuntaba.
Civil está abierto a cualquier medio de comunicación, ya sea independiente o perteneciente a un grupo de medios, y también a 'freelancers' o emprendedores que quieran probar estos modelos basados en ‘blockchain’.