Cada vez que Mario Draghi habla en la rueda de prensa posterior a la reunión mensual de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), los mercados contienen la respiración. Y cuando termina, reaccionan. Las expectativas que genera el discurso desde esta institución han cobrado especial relevancia tras la crisis de 2008, hasta el presente. BBVA Research es consciente de la importancia de entender si el discurso del BCE se corresponde realmente con su política y, para ello, ha usado técnicas de ‘big data’.
BBVA Research ha publicado un Observatorio Económico donde presenta el índice del Sentimiento de la Política Monetaria del Banco Central Europeo, desarrollado a partir de documentos del BCE mediante técnicas de Data Mining y Procesamiento del Lenguaje Natural.
Tal como explica el informe, “los bancos centrales han adoptado compromisos concretos y una comunicación creíble y transparente como instrumentos de su política monetaria”. Por tanto, “construir un indicador objetivo del sentimiento de la política monetaria del BCE tiene mucha utilidad”.
¿De qué habla el BCE?
Del análisis de los comunicados del BCE y sus ruedas de prensa desde julio de 1999 hasta diciembre de 2017 se extraen, fundamentalmente, seis bloques de temas: economía, integración en la Unión Económica y Monetaria (UEM), unión bancaria, crisis financiera, política monetaria convencional y política monetaria no convencional.
El discurso del BCE ha ido cambiando con el tiempo. Del estudio de BBVA Research se desprende que, antes de la crisis financiera mundial (entre 2000 y 2009), los temas con mayor influencia eran la política monetaria convencional (33%), la economía (28%) y la integración en la UEM (15%). En cambio, durante la crisis (entre 2010 y 2017), los temas con mayor peso fueron la política monetaria no convencional (27%), por encima de la convencional (21%) y la crisis financiera (20%).
Los temas económicos han ganado peso en los últimos meses, con la recuperación económica de la eurozona ya en marcha. La integración en la UEM tuvo un peso significativo hasta 2005 y después perdió influencia. Por su parte, la unión bancaria ganó presencia entre 2012 y 2015. Por último, los temas relacionados con la crisis financiera aumentaron tras el colapso de Lehman Brothers y durante los peores días de la crisis de deuda europea (30%). Desde el conocido discurso de 2012, en el que Mario Draghi pronunció la expresión “whatever it takes”, han ido perdiendo peso, salvo en 2015 a raíz de la crisis griega.
“No es de extrañar”, señala BBVA Research, “que la política monetaria sea uno de los temas más significativos en las comunicaciones del BCE”, con variaciones en el tiempo. Así, el BCE habla más de política monetaria no convencional desde 2008, periodo de puesta en marcha y expansión de estas medidas (tipos de interés al 0%, TLTROS, programa de adquisición de deuda, etc.) alcanzando el 45% del total de media en 2017.
La interconexión de los temas a través del análisis de redes
BBVA Research también ha analizado las interrelaciones entre los temas y la forma en que éstas cambian con el tiempo. Durante los primeros años de funcionamiento de la UEM, entre 1999 y mediados de 2007, la creación del BCE y la moneda única fueron movimientos significativos en el proceso de integración. Así, los nodos correspondientes a la integración en la UEM son centrales y relevantes.
Más tarde, en el período de crisis financiera mundial, a partir del tercer trimestre de 2007 y hasta finales de 2013, la política monetaria del BCE se volvió cada vez más compleja y aparecieron las medidas no convencionales. Estas políticas se convierten en ejes principales de la relación entre temas a partir de 2014. Desde mediados de 2017, la atención se ha centrado en la estrategia de salida de estas políticas.
Percepción de la política monetaria del BCE
Por lo general, los comunicados positivos de los bancos centrales se asocian a condiciones económicas y financieras positivas, y el sentimiento es negativo cuando la política monetaria es más laxa. Por ello, se puede interpretar la percepción del BCE como un indicador del grado de dureza o laxitud de la política monetaria. Partiendo de esta base, BBVA Research ha identificado dos períodos principales en la percepción del BCE.
La percepción positiva se concentra entre 1999 y 2007, es decir, la época anterior a la crisis. Esto indica que la orientación de la política monetaria del BCE era más contractiva, especialmente durante los años 2004 a 2007 (etapa asociada a la prosperidad económica). En el segundo período que va de 2007 a 2017, el tono comenzó a suavizarse progresivamente hasta 2014, momento en que la política monetaria alcanzó su mayor nivel de laxitud. A partir de entonces, el tono se ha tornado hacia la neutralidad, ya que el BCE está preparando la salida de las medidas no convencionales.