Caso de éxito: Hoope, el triunfo de una idea sin inversores
El ritmo a la hora de buscar inversión privada es un aspecto esencial del emprendimiento. Así lo atestigua esta startup con fundadores de México, Perú y Kazajistán, que han centrado sus esfuerzos en aplicar investigación y desarrollo al campo de la salud
Que la medicina y el desarrollo tecnológico trazan rutas paralelas no es ninguna novedad. Sin embargo, el boom tecnológico inherente a los tiempos en que vivimos anticipa que algo ocurrirá, y pronto, que cambie el escenario de la salud tal y como se conoce en la actualidad. Hoope encarna la unión de esos dos campos que hace tiempo que amenazan con juntarse y llevar el progreso a una dimensión cuasi futurista.
Todo comienza en la Singularity University, en el Centro de Investigación de la NASA en Silicon Valley. Cursando un programa de postgrado con el acento puesto en el uso de tecnologías exponenciales que puedan resolver los problemas y desafíos que hoy aquejan a la humanidad, Enresto Rodríguez Leal, Irina Rymshina y Damel Mektepbayeva se conocen y fundan Hoope.
Ernesto Rodríguez Leal, Irina Rymshina y Damel Mektepbayeva, fundadores de Hoope
Su startup se centra en las cuatro enfermedades de transmisión sexual (ETS) más comunes, un problema que afecta a 500 millones de personas cada año según la OMS. Por ello, los tres fundadores se lanzan a la caza de un método de detección de ETS que combine los últimos avances tecnológicos con un modelo de negocio innovador.
El resultado es Hoope. Una startup tecnológica que compendia tecnología lab-on-a-chip mediante papel microfluídico de bajo coste --que posibilita la detección de clamidia, sífilis, gonorrea y tricomaniasis sin ninguna fuente de energía-- en un anillo que transmite los resultados en menos de un minuto a una app en tu teléfono móvil.
Este dispositivo médico no solo diagnostica de forma efectiva sino que además lo hace a través de una app de forma personalizada, basándose en las mediciones que registre. Además de lo rápido del proceso, hay que destacar la mejoría en cuanto a privacidad se refiere para este tipo de cuestiones de salud.
Este dispositivo médico no solo diagnostica de forma efectiva sino que además lo hace a través de una app de forma personalizada
Mektepbayeva (kazaja, biotecnóloga), Rodríguez Leal (mexicano, doctorado e ingeniero de hardware) y Rymshina (rusa, afincada en Perú y experta en finanzas y administración), conforman un equipo diverso tanto en especialización cómo en lo cultural. Y esa ha sido una de las claves del éxito de la materialización de su idea.
Financiación
Además del impulso que supone el desarrollo de un proyecto en la universidad que fundaran Peter Diamandis, creador del XPrize y el profesor Ray Kurzweil del Massachusetts Institute of Technology (MIT), actual Director de Ingeniería de Google, Hoope se ha beneficiado de su participación en concursos de startups o programas de incubación. Hasta el momento ha dependido de fondos no reembolsables (equity free) para financiar su proyecto. Aunque en la actualidad se encuentran en conversaciones con Indiegogo para lanzar una campaña de crowdfunding.
“En mi opinión, la financiación con premios, fondos no reembolsables y crowdfunding ayuda a fomentar el emprendimiento y la innovación. Cuando uno comienza es muy difícil encontrar inversores porque el riesgo de fracaso es muy alto. La financiación otorgada por las incubadoras y el Gobierno permite comprobar las hipótesis iniciales, construir MVP, y desarrollar un modelo de negocio más sólido”, asegura en una entrevista Rymshina.
La cofundadora de Hoope incide en que “todo esto ayuda a atraer inversión e incrementa el valor de la startup. Asimismo, en los lugares con poca presencia de los fondos de inversión es casi la única opción de financiar tu idea”.
En total, Hoope se ha beneficiado de ayudas en hasta seis ocasiones, ganando premios como el Google-D.Camp de la World Startup Competition en Corea, organizada por Startup Nations, concursos de startups en Chile, México y Perúo ayudas del Gobierno de la República de Kazajistán.
El futuro para Hoope, que puede presumir de una fiabilidad en la detección de ETS del 97% (el considerado “estándar de oro” de la industria), parece más que esperanzador. En contacto con los 500 usuarios en hasta diez países distintospara traducir su feedback en mejoras, la startup está ahora adentrándose en los campos la ingeniería electrónica y los biosensores, y planea haber completado y tener listo su proyecto para el próximo año.