En España, las grandes compañías y las ‘startups’ ya han interiorizado el valor de los datos mientras que las pequeñas y medianas empresas empiezan a asumirlo. Revisamos los tres ejes en los que el ‘big data’ puede aportar un cambio diferencial para el éxito empresarial en empresas de todos los tamaños.
Se habla mucho de ‘big data’ y parece la fórmula mágica para asegurar el éxito empresarial. Sin embargo, no todas las compañías saben traducir el acceso a grandes cantidades de datos en una mejora de su cuenta de resultados. Es necesario un cambio de mentalidad y formar a los trabajadores para que sepan trabajar en el campo de los datos.
Carme Artigas, que desde hace más de una década lidera la compañía especializada en ‘big data’ Synergic Partners, y es uno de los pioneros de este sector en España, sostiene que “más que ser algo tecnológico, el ‘big data’ debe liderar el negocio”. Y que lo importante “no es qué es ‘big data’ sino para qué sirve. Y por eso, quien lo va a utilizar tiene mucho que decir”.
Una de las mayores preocupaciones en España, aseguró la experta, es la brecha digital entre las pequeñas y las medianas empresas. “En el mundo digital tenemos dos mundos: por un lado las grandes compañías que han apostado por la tecnología y por otro las ‘startups’ nativas digitales. Tenemos el riesgo de dejar fuera a las pequeñas y medianas empresas, que son la base del empleo de nuestro país. Hay que permitir que las pymes accedan a servicios inteligentes gracias a las nuevas tecnologías”.
La ingeniera química protagonizó la charla magistral 'Big Data, Big Opportunities' en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid, donde comenzó con su opinión personal de qué es 'Big Data': “Para mí ‘big data’ es la democratización masiva del procesamiento de datos a bajo coste: es accesible y ya está al alcance de todos”. Una “democratización” que, según la experta, ha provocado que “hoy en día y por primera vez estemos dando el salto de lo cuantitativo —la cantidad de datos que somos capaces de procesar— a lo cualitativo —la capacidad de cosas nuevas que somos capaces de descubrir—.
El ‘big data’, argumentó, se resume en tres ejes: “O bien nos ayuda a generar nuevas fuentes de ingreso o bien nos ayuda a mejorar la eficiencia operativa o nos ayuda a prevenir y predecir el fraude y el riesgo”. Cualquier industria y sector tiene un caso de uso que se puede encajar en uno de esos tres ejes, según la especialista, que los explicó con detalle.
El primero es la utilización de los datos para generar nuevas fuentes de ingresos gracias a la personalización, ya que permiten conocer mucho más a los clientes. ya que además en la tecnología que está detrás de cada una de las recomendaciones automáticas. “Nunca más a va a existir un precio único para las cosas y a las compañías les interesa distinguir cuáles son los clientes de alto valor, los que son capaces de pagar más por algo porque es personalizado”, argumentó.
Para Artigas, en un mundo donde cada vez se eliminan más las barreras de la competencia, el conocimiento del cliente y la fidelización va a ser la clave del éxito de cualquier compañía. “Todas van a ser compañías de datos y las ventajas competitivas diferenciales van a depender de los datos únicos que seamos capaces de tener y de la inteligencia única que seamos capaces de sacar de esos datos”, defendió. La experta también destacó que el cliente cada vez es más inteligente y está más informado y solo va a ceder sus datos por valor. “No hay barreras de retención más allá de la satisfacción del servicio y tenemos que ganar la batalla del cliente y de la confianza”, añadió.
Carme Artigas, en Espacio Fundación Telefónica
El segundo eje es cómo el ‘big data’ ayuda en la eficiencia operativa: como todas las decisiones basadas en datos y tomadas en tiempo real son contrastadas, el impacto que esto provoca en la mejora de los procesos productivos es cada vez mayor. “Potencia lo que que hoy llamamos la industria 4.0, que es justamente el cruce del ‘big data’ con el internet de las cosas”, destacó.
El tercer eje del ‘big data’ es la prevención de fraude y riesgo que atañe a cuestiones como la seguridad medioambiental, la predicción de fallos de red o el mantenimiento predictivo.
El ‘big data’ “es el tema de preocupación en mesas de los órganos dirección de todas las compañías, que se preguntan cómo utilizar los datos para ser más eficientes, para fidelizar a mis clientes y para prevenir fallos, errores y fraudes”, remachó. Y puso de ejemplo a los bancos.
Artigas contó que en “el sector bancario estamos viendo hasta un cambio en el diseño de las oficinas”. Para consultar el saldo, explicó, “ya no vas al banco, lo consultas desde el móvil. Vas al banco para ver a un asesor”. Este cambio de concepto con relación al cliente afecta, según la experta “también al espacio: si somos capaces de crear un espacio que está 'datificado' —en el que podemos ver las interacciones que hacen los clientes y los empleados—, podremos mejorar la asistencia personalizada”.
Crear talento
Artigas subrayó durante el evento que “los datos van a ser el nuevo alfabeto, todo el mundo va a tener que saber trabajar con ellos”. ¿Está ocurriendo en las compañías? La especialista señaló que las empresas tienen que, primero, “superar una barrera cultural” para abrazar el mundo de los datos. “Hace 10 años que existe el ‘big data’, es una tecnología madura y ya es accesible a muy bajo coste, el problema que existe es cultural. Hay que apostar por el talento analítico, algo que ya hacen compañías como BBVA o como la nuestra”.
Para la ingeniera, “tenemos que encontrar un uso real de esa tecnología para un bien empresarial, social o general. Y por eso hay que democratizar este conocimiento; el reto de las grandes compañías es el reto del cambio cultural y de formación de los nuevos perfiles”. Pidió también un cambio de mentalidad para pasar de “una visión reactiva a una visión predictiva. Las compañías tienen que dejar de fijarse en lo que ya ocurrió —no sirve de nada— para predecir lo que va a suceder”.