BBVA investiga la aplicación de la computación cuántica en tareas financieras complejas con el CSIC y Tecnalia
El banco participa en el proyecto CUCO, que tratará de resolver, con tecnologías cuánticas, problemas de sectores empresariales estratégicos que la computación clásica no puede resolver de forma eficiente. En colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y Tecnalia, BBVA estudiará cómo utilizar estas tecnologías para responder a los retos de tareas de gran complejidad, como la optimización de carteras de inversión o la simulación de variables financieras.
Las tecnologías cuánticas están llamadas a marcar una nueva era tecnológica, por el impacto disruptivo que su capacidad de cálculo masivo podría tener en muchas áreas empresariales. Pero para ello es necesario evaluar la eficiencia de los algoritmos cuánticos en entornos reales de negocio, y así acelerar su implantación y uso a medio plazo.
Con este objetivo, un consorcio en el que participan BBVA y otras seis empresas (Amatech, DAS Photonics, GMV, Multiverse Computing, Qilimanjaro Quantum Tech y Repsol) ha puesto en marcha CUCO. Se trata del primer gran proyecto de computación cuántica a nivel nacional y empresarial para investigar si la computación cuántica puede responder, mejor que la computación clásica, a las necesidades de cinco industrias estratégicas para la economía española: energía, finanzas, espacio, defensa y logística.
Optimizar las finanzas digitales
BBVA trabajará con el CSIC para impulsar el desarrollo de algoritmos y aplicaciones de computación cuántica para el sector financiero. “Centraremos nuestra investigación en tareas complejas que son relevantes para la economía digital, como la optimización de carteras de activos o la simulación de variables financieras”, explica Escolástico Sánchez, ‘discipline leader’ de Investigación y Patentes en BBVA. “Crearemos un equipo de trabajo formado por investigadores del CSIC y de BBVA, para lo cual en el banco hemos contratado a dos doctores en física”.
El objetivo de este equipo será, por un lado, optimizar los cálculos matemáticos que permitan a las carteras de inversión diversificar sus activos minimizando los riesgos y maximizando su rentabilidad. Los investigadores trabajarán en el desarrollo de algoritmos cuánticos que tengan en cuenta muchos más factores, condiciones y niveles de complejidad de la evolución de los activos que los que puede asumir la computación clásica. También llevarán a cabo simulaciones de variables desconocidas para, por ejemplo, estimar qué riesgo tiene una cartera de activos de sufrir pérdidas o ganancias a futuro, lo que ayudaría a la toma de decisiones de inversión.
El centro de investigación Tecnalia también colaborará con BBVA en una fase más adelantada del proyecto, en la que se estudiará cómo aplicar la computación cuántica al ‘machine learning’.
La participación en CUCO consolida la apuesta de BBVA por el impulso de la investigación cuántica en el sector financiero. En los últimos años, el banco está llevando a cabo una estrategia que implica la creación de alianzas, la consolidación de capacidades internas y la realización de pruebas de concepto en colaboración con centros de investigación, empresas y ‘startups’ para la optimización de carteras o el cálculo de derivados.
Nuevas actuaciones de I+D+i y sostenibilidad
Las empresas miembro del consorcio trabajarán además en casos de uso para la lucha contra el cambio climático, la observación de la Tierra, la inteligencia de señales o la trazabilidad de la información en toda la cadena de suministro, entre otras aplicaciones.
Uno de los objetivos de CUCO es posicionar al consorcio y a sus empresas como referentes en la computación cuántica en sus sectores de aplicación, que permita su participación en iniciativas internacionales como el Quantum Flagship, Horizonte Europa, Digital Europe o el European Defence Fund.
Además, y debido a que la computación cuántica promueve algoritmos energéticamente más eficientes, el proyecto tendrá su impacto en la mejora de la sostenibilidad ambiental.
En un esfuerzo de colaboración público-privada, CUCO cuenta con la participación de la Universitat Politècnica de València y de otros tres centros de investigación además del CSIC y Tecnalia: BSC, DIPC e ICFO.
El proyecto está subvencionado por el CDTI y apoyado por el Ministerio de Ciencia e Innovación bajo el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.