BBVA, en busca de los ingredientes para crear ‘startups’ disruptivas
BBVA está trabajando junto con la firma de inversión Anthemis en un nuevo modelo de inversión en ‘startups’ que centra sus esfuerzos en la creación de un ecosistema de talento, ideas y conocimiento donde puedan florecer nuevos modelos de negocio ‘fintech’ con potencial para transformar el sector financiero.
El equipo, la idea, el producto… ¿dónde está el germen de una ‘startup’ con éxito? “No existe una fórmula secreta para crear una compañía que triunfe”, explica Farhan Lalji, responsable del BBVA & Anthemis Venture Studio. BBVA constituyó esta alianza el año pasado junto con la firma de inversión londinense Anthemis, para apoyar el crecimiento de nuevas ideas y empresas emergentes en etapa de pre-semilla. “Nuestro trabajo consiste en crear las condiciones idóneas para que nazcan equipos capaces de ejecutar las ideas con mayor potencial. Pero a veces simplemente es cuestión de sumar todos los ingredientes –talento, ideas y recursos– y esperar a que ocurra la magia”, añade Lalji.
Como parte de este nuevo modelo, BBVA, a través del área de Nuevos Negocios Digitales (NDB), ofrece apoyo a las compañías en etapas tempranas surgidas del BBVA & Anthemis Venture Studio, dedicado a identificar nuevos modelos de negocio con gran potencial de crecimiento, encontrar al talento adecuado para llevarlos a cabo y apoyarles con expertos en emprendimiento para asegurarse que tanto equipo como idea llegan a buen puerto. Este nuevo modelo de inversión y co-creación significa un paso para BBVA en una nueva dirección a la hora de abordar su relación con el ecosistema ‘fintech’. “A lo largo de los últimos años hemos aprendido mucho en cuanto a creación de nuevos modelos de negocio y ahora tenemos la oportunidad de transformar este conocimiento en valor a través de la plataforma que hemos creado, el BBVA & Anthemis Venture Studio, para conectar con ideas y talento”, explica Gustavo Vinacua, responsable global de Venture Creation en BBVA. El responsable acudió la semana pasada a un encuentro celebrado en Open Space donde tanto Anthemis como BBVA compartieron los progresos de este primer año de colaboración y ofrecieron algunas de las claves de su modelo y metodología.
Una de las señas de identidad de este nuevo enfoque colaborativo es que pone énfasis en la creación de nuevos negocios que puedan aportar, no solo aprendizajes, sino una fuente adicional de ingresos y clientes para BBVA. “En este tiempo hemos aprendido que la inversión no es lo más importante a la hora de crear un modelo con potencial de tener éxito: lo que buscan los emprendedores, y lo que necesitan las buenas ideas, es conocimiento, capital humano y una red a su alcance de personas con experiencia”, asegura Vinacua. De cara a BBVA, además, el nuevo modelo permite identificar oportunidades en áreas de crecimiento alineadas con su estrategia, y trabajar con el ecosistema de emprendedores para conocer de cerca la evolución de los nuevos modelos de negocio y tendencias.
“BBVA ha definido una serie de áreas de investigación para encontrar nuevos nichos de mercado con potencial en los que divisan una oportunidad.”
“Cuanto antes estemos involucrados en el proceso, más probabilidades tendremos de detectar oportunidades, así como posibles obstáculos que resolver. También, conoceremos mejor a los fundadores y podremos darles un mejor al apoyo al entender sus necesidades en profundidad”, explica Lalji. Para BBVA y Anthemis, estar al lado de las ideas y fundadores desde el principio es una garantía para cumplir el objetivo del estudio: acompañar a los emprendedores en el viaje de creación de una ‘startup’, unir las ideas con equipos con el talento adecuado, y ayudarles a perfilar sus productos y servicios sirviéndose de metodologías como el ‘design thinking’.
Una red de ideas y talento
El de Anthemis y BBVA es un modelo híbrido en el que las ideas a veces surgen de un fundador externo que ha detectado una oportunidad de mercado y entra en contacto con el estudio a través de su ecosistema, y otras procede del trabajo de investigación del equipo. BBVA ha definido una serie de áreas de exploración en las que se trabaja para encontrar “espacios blancos”, nuevos nichos de mercado con potencial en los que divisan una oportunidad. “Exploramos nuevos comportamientos y tecnologías que pueden generar cambios disruptivos en el sector financiero, estudiamos las tendencias y analizamos el panorama competitivo”, explica Lalji.
En ocasiones, una vez identificada la idea, el proyecto no se materializa hasta que el equipo del Venture Studio encuentra a las personas adecuadas para llevarlo a cabo, “y otras lo que sucede es que encontramos a las personas idóneas para ejecutar una idea que ya teníamos identificada internamente”, explica Katrina Cruz, responsable de la Comunidad de Fundadores de Anthemis. La “serendipia” es por tanto otro de los ingredientes del proceso de trabajo, que otorga gran importancia al rol de las redes de contactos y los encuentros para facilitar la creación de los equipos. De hecho, para garantizar que se producen los puntos de contacto necesarios, el estudio organiza una serie de eventos entre expertos, fundadores y otros miembros del ecosistema, de los que surgen conexiones. “Nuestro trabajo, en muchas ocasiones, supone crear el entorno adecuado y esperar a que haya química entre las personas con las habilidades necesarias”, añade Cruz.
Entre las características que buscan entre los fundadores, además de su experiencia en la industria y en dominios específicos necesarios para cada caso, está la “resiliencia” y la capacidad de “visualizar” el impacto a largo plazo de los nuevos modelos de negocio, así como la perseverancia y una curiosidad innata. Cuando se cuenta con todos los elementos, incluyendo el talento, los recursos y la red de conocimientos necesarios, llega la fase de perfilar, dar forma y mejorar los productos y servicios. Para ello se ha dotado al Venture Studio de equipos técnicos expertos en tecnología, diseño de producto y necesidades comerciales, que analizan y mejoran el producto de la empresa hasta hacerlo “apto” para el mercado.
El objetivo, en definitiva, es que todos los ingredientes sumen, tanto el capital humano e intelectual, como la inversión, el conocimiento y habilidades necesarias, en torno a una “visión común” que les permita crecer rápidamente, concluye Vinacua.