Aprendiendo robótica se aprende para la vida

La Liga es una competencia de la que participan más de 20 instituciones que enseñan robótica en el país. En las mismas, los equipos y sus robots miden sus destrezas, completando desafíos y acumulando puntos.

¿Cómo funciona la competencia de la Liga? Los equipos van con sus robots diseñados, construidos y programados por ellos, con la capacidad de realizar tareas concretas. En cada round de la competencia, los equipos no solo deben superar el desafío, que puede ser el de levantar objetos, moverlos, etc., sino que deben hacer que sus robots lo superen en un tiempo que luego se mide con la performance de los demás robots. Es un espacio muy movido en donde los equipos entran y salen de las canchas y se vive con mucha emoción.

En este escenario se observa bien la dinámica de los competidores, y se puede percibir que el trabajo en equipo no solo es una necesidad, sino una conducta natural que se da sin forzar, instintivamente. El equipo funciona como un sistema en el que cada uno tiene una tarea, un tiempo para llevarla a cabo, un espacio y un único propósito: hacer que el robot cumpla con el desafío.

Como lo explica el ingeniero Diosnel Dávalos, de Reeduca, respecto a la construcción de un robot: “Destacamos de sobre manera la necesidad de trabajar en equipo ya que es fundamental en el proceso, podríamos hacer una analogía con el cuerpo humano, es la maquina perfecta y se encuentra en perfecta armonía, esta armonía es lo que se busca en un proyecto de esta envergadura, que los miembros del equipo se sientan parte del todo y que todos y cada uno son indispensables, no hay todo sin uno”.

Ocurre como en los deportes pero con una pequeña gran diferencia: en una competencia de robótica no existe la estrella que hace el tanto ganador, la única estrella es el robot y todo el equipo trabaja con un solo propósito: hacer que la gran estrella se luzca. Esa es la satisfacción de todos sus integrantes.

Es sorprendente ver cómo niños pequeños que normalmente son territoriales y que podrían estar peleando por sus juguetes, comprenden que la única forma de ganar una competencia de robótica es trabajando juntos, atentos ante cualquier situación y respetando los tiempos y las capacidades de otros. Si bien muchos dicen que la tecnología nos aísla, estos niños, a través de la robótica, aprenden a trabajar más unidos y en perfecta sintonía. Tal vez cambien los juguetes, las formas, los objetos, pero ciertas necesidades y habilidades humanas se mantienen intactas.

Estos niños, a través de la robótica, aprenden a trabajar más unidos y en perfecta sintonía

Este es uno de los aprendizajes más importantes que se llevan los niños de una competencia así: para ganar, es necesario tener bien claro lo que queremos lograr y que cada uno asuma un rol y lleve adelante su tarea. Es un aprendizaje para la vida.

Es por eso, que BBVA Paraguay impulsa la robótica, porque a partir de ella los chicos aprenden desde otra perspectiva, aprenden haciendo, cometiendo errores, obteniendo victorias, trabajando y colaborando. Estos aprendizajes son tesoros para la vida, ya que no pierden el brillo, sino que por el contrario, se vuelven cada vez más necesarios e importantes en el éxito de las cosas.

Este sábado 19 de noviembre se realiza la cuarta competencia de la Liga Nacional de Robótica en el Pan American School, con la participación de los alumnos del Laboratorio de Robótica de BBVA Paraguay, quienes estarán demostrando todas sus destrezas para superar los retos y así llegar al mundial de Robótica.

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