'Agrotech', soluciones digitales y desarrollo rural: sembrar oportunidades contra el vacío poblacional
Un 42% de los municipios españoles están en riesgo de despoblación. No obstante, también se observa un auge del emprendimiento rural que aporta soluciones para, por un lado, reactivar zonas vaciadas y por otro, ofrece herramientas innovadoras para hacer más eficientes tareas vinculadas al ámbito agrario.
La llamada España despoblada, según un artículo de Cruz Roja, abarca "municipios que, por un lado, han experimentado una evolución de la población negativa en los últimos 20 años y, por otro, tienen una densidad de población inferior a 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado". A lo largo de las últimas décadas, las migraciones desde las ciudades más pequeñas hacia las grandes urbes han contribuido a acentuar un problema derivado de factores como la falta de oportunidades o el envejecimiento poblacional. Impulsar el crecimiento empresarial y el desarrollo de estas zonas es esencial para abordar estos retos, y ese es precisamente el objetivo del emprendimiento rural.
Por un lado, se encuentran aquellas iniciativas que buscan reactivar zonas que han perdido población y, por tanto, parte de su tejido social y cultural. Por otro, soluciones digitales que impulsan nuevas formas de entender y realizar tareas tradicionales vinculadas al ámbito agrario, como controlar el ganado o regar los cultivos. Todos estos proyectos tienen algo en común: el poder de sembrar oportunidades.
Soluciones para llenar la España vaciada
El 61% de los habitantes de zonas rurales opina que la digitalización es clave para frenar la despoblación, según una encuesta elaborada por la empresa de telecomunicaciones Asteo. Ya sea con programas de reactivación rural o con iniciativas que dan a conocer ciertas regiones, se están desarrollando una serie de proyectos que ponen en el mapa y llenan emprendimiento las zonas vaciadas.
Son casos orientados a la repoblación como el de AlmaNatura, que nació hace 25 años en el pequeño pueblo Arroyomolinos de León, ubicado en la sierra de Huelva. Tiene como objetivo desarrollar diferentes programas de reactivación rural que van desde el fomento del empleo local hasta la mejora de la educación y el uso de la tecnología en la zona. "Cuando el medio rural desaparece, se generan una serie de descompensaciones. Por ejemplo, se pierde capacidad para compensar ese CO2 generado en zonas urbanas, se deterioran los servicios rurales y se pierde tanto el folclore como la cultura tradicional que compartimos", afirma Juan José Manzano, responsable de alianzas de la empresa.
De hecho, AlmaNatura ha reformado un antiguo molino de aceite para convertirlo en un espacio de innovación rural, donde acogen a mujeres que llegan de toda Europa para participar en un laboratorio de ideas. "Esta iniciativa no solo brinda una excelente oportunidad para el propio pueblo, al servir como incubadora de negocios, sino que también facilita la conexión entre emprendedores locales y aquellos que provienen de otros lugares", destaca Manzano.
Otro de los proyectos ideados por AlmaNatura es Holapueblo, impulsado por Redeia e IKEA. Su meta principal es fomentar la repoblación de áreas rurales, facilitando el encuentro entre emprendedores y comunidades en busca de nuevos habitantes. "El propósito no es simplemente repoblar, sino identificar personas con ideas de negocio que contribuyan a generar empleo en la zona. Hasta ahora, hemos logrado que más de 70 personas transformen sus vidas, con proyectos que abarcan diversos sectores que van desde la economía digital hasta el turismo rural", subraya Manzano.
También existen iniciativas como Voluta.coop, una cooperativa valenciana de trabajo asociado nacida en plena pandemia, al igual que otras alternativas de emprendimiento rural. Tienen tres objetivos: conectar el medio rural y urbano, reducir la brecha digital y promover la conexión con la naturaleza. "El coronavirus fue la gota que colmó el vaso: nos vimos encerrados en pisos pequeños con vistas a patios de interior, lo que nos motivó a emprender para abordar los problemas actuales de desconexión con el entorno rural. Para ello, realizamos formaciones, talleres y experiencias educativas. Nuestra idea es cambiar ese relato predominante que afirma que en las zonas rurales no existen oportunidades o que están ancladas al pasado", apunta Áxel Pena, cofundador de Voluta.coop.
Uno de los proyectos que proponen es un 'hackathon rural', un evento dirigido a jóvenes de la generación Z que aúna tecnología, aprendizaje y valores ecosociales. La primera edición logró reunir a más de 100 participantes y la intención es organizar otros 15 encuentros más hasta 2030 en diferentes territorios en riesgo de despoblación.
Otro ejemplo de reactivación rural es la plataforma Apadrinaunolivo.org, que nació en 2014 con el propósito de recuperar un olivar abandonado en Oliente, un pueblo de Teruel con 350 habitantes. "Escoges tu olivo, lo bautizas y luego lo vienes a visitar cuando quieras. Durante todo el año contamos qué le hacemos a tu árbol, cómo lo podamos, cómo labramos el campo y cómo va el fruto. Además, enviamos a casa una recompensa anual de dos litros de aceite oliva", detalla Leticia Sarnago, responsable de Marketing y Comunicación de Apadrinaunolivo.org. Actualmente, tienen una comunidad formada por 7.000 personas que han permitido recuperar un total de 15.000 olivos.
Profesiones rurales que innovan en el medio agrícola
Además de promover iniciativas para difundir el valor de las zonas rurales y combatir la despoblación, también se están implementando otras medidas para potenciar su desarrollo y mejorar la calidad de vida de los habitantes locales. En este contexto, hay un nuevo tipo de startups que adquiere protagonismo: las 'agrotech'.
"'Agrotech' se refiere al uso de tecnología para facilitar la toma de decisiones y acciones en el ámbito agrícola. Estas soluciones aportan numerosos beneficios al permitir tomar decisiones basadas en datos, enriqueciendo así la experiencia de los agricultores y técnicos", detalla José Luis Bustos, director ejecutivo de la empresa BrioAgro.
Esta startup nació en 2015 en La Campiña, Sevilla, y propone un mecanismo innovador que permite regar los cultivos justo cuando lo necesitan para lograr un ahorro de hasta un 50% de agua. Precisamente, esta es una de las tecnologías disponibles con la Agrobanca rural BBVA, que además ofrece una serie de productos financieros, como Agropréstamo (para invertir en explotaciones) o Agroleasing (para renovar maquinaria), que ayudan a impulsar las actividades de agricultores y ganaderos.
Las compañías 'agrotech' permiten así encontrar nuevas funcionalidades para digitalizar y hacer más sostenible el negocio vinculado al campo. Un ejemplo es la compañía Ixorigue, que utiliza collares equipados con GPS para realizar un seguimiento automático de la ubicación y los movimientos de las vacas. Además, Agrow Analytics, compañía con sede en Málaga y Madrid, ofrece soluciones para supervisar los cultivos y determinar el momento óptimo para el riego.
Lo rural como solución para salvaguardar el planeta
Las iniciativas 'agrotech' tienen consecuencias sociales, culturales y económicas, pero también medioambientales. Los municipios rurales contribuyen un 34% menos al cambio climático que los urbanos y favorecen la conservación de la biodiversidad, según datos de Greenpeace. "La desvinculación con el campo contribuye a esos problemas globales que ahora tenemos, como el cambio climático, la degradación de los suelos y la contaminación del aire. Cuando perdemos la conexión con el entorno rural, olvidamos los ritmos, ciclos y límites de la propia naturaleza", considera Áxel Pena, de Voluta.coop.
Por tanto, fortalecer zonas como la España vaciada es, en definitiva, apostar por un mundo más sostenible. El emprendimiento rural ya no es una opción, sino una necesidad para aspirar a una transición que ponga lo ecológico en el centro del mapa y no en la periferia.
"El medio rural es un entorno propicio para la innovación, ya que no está saturado y ofrece grandes oportunidades para desarrollar nuevas ideas. Por esta razón, cada vez más creativos y emprendedores ven su enorme potencial. Las startups 'agrotech' no solo tienen una oportunidad prometedora, sino que representan el futuro del sector", apunta Juan José Manzano, de AlmaNatura. De esta forma, ya sea a través de soluciones digitales para el sector agrícola o de programas para reactivar zonas despobladas, el emprendimiento rural ha adquirido un valor fundamental para abordar los grandes desafíos que se presentan en el mundo agrícola.