Las administraciones públicas también quieren registrarse en ‘blockchain’
‘Blockchain’ ofrece a las administraciones públicas un gran atractivo: la mejora en la recaudación de impuestos. Las características de esta tecnología exponencial suponen grandes ventajas para el sector público, que ya ha empezado a adoptarla en algunos países.
Casi dos siglos después de que Mariano José de Larra escribiese su famoso ‘Vuelva usted mañana’, la Administración Pública se sigue viendo en España como una fuente inagotable de lentos trámites y paseos de ventanilla a ventanilla.
Evidentemente, la situación ha mejorado mucho desde el siglo XIX y en los últimos años el español medio se ha acostumbrado a comunicarse con la Administración de forma digital. Por ejemplo, la presentación del IRPF, que hace años conllevaba colas de hasta horas con un buen manojo de papeles, ya se puede hacer en diez minutos ante un ordenador. Pero queda mucho por avanzar y, para lograrlo, ‘blockchain’ presenta también en el sector público una enorme oportunidad.
Uno de los campos en los que el uso de ‘blockchain’ puede ser más interesante para las administraciones públicas es el fiscal. Las características básicas de la tecnología de la cadena de bloques –trazabilidad, fácil detección del fraude, transparencia...– se ajustan perfectamente a las necesidades recaudatorias de las administraciones.
También mejoraría y facilitaría los procesos para los contribuyentes, al tiempo que llevaría a un cambio de actitud: en un sistema que detecta fácilmente el fraude, la tentación de intentarlo pierde atractivo.
China, cuyo gobierno lleva desde 2015 impulsando y apoyando la adopción de ‘blockchain’ en todo tipo de materias, ha sido uno de los primeros países en tomar nota de las posibilidades fiscales de la tecnología de la cadena de bloques y ya se encuentra experimentado con sus primeros usos en el pago de impuestos, así como en la emisión de facturas electrónicas.
Pero, como explicaba un informe de la consultora PwC, se trata de ir un paso más allá. La fiscalidad tal como la conocemos hoy está establecida para el intercambio de bienes físicos. Pero en la era de la economía compartida y la digitalización cabe preguntarse si el modelo se ajusta a nuevas realidades. “¿Tiene todavía sentido que las autoridades recauden los impuestos como siempre han hecho?”, se pregunta el estudio.
Para eso, como afirma Mark Schofield, Global Leader en Tax Reporting & Strategy en PwC, “‘blockchain’ podría ser justo lo que el mundo fiscal estaba esperando”.
La Administración no es sólo impuestos
Las aplicaciones de ‘blockchain’ en las administraciones públicas van más allá del pago de impuestos, como ya demuestra la experiencia de varios países. El libro ‘Blockchain: la revolución industrial de internet’ los detalla: Estonia tiene sus registros empresariales, fiscales y sanitarios en ‘blockchain’; en Reino Unido ya se experimenta con el pago y la monitorización de becas de investigación y ayudas sociales a través de la cadena de bloques; Australia almacena todos los vídeos de la policía en ‘blockchain’, para evitar así cualquier posible alteración; Honduras y Suecia confían registros de la propiedad en esta tecnología; y Dubai tiene previsto que, en 2020, todos sus documentos oficiales estén en ‘blockchain’, despidiéndose para siempre del papel.
Son ejemplos ya reales, pero además la lista de posibles utilidades de ‘blockchain’ para las administraciones públicas es muy larga: licencias de actividad, censo de población, registros criminales, pasaportes, certificados de nacimiento y de defunción e incluso procesos electorales.
Un soporte tecnológico distinto para una sociedad en la que a los ciudadanos les costará mucho entender que haya que desplazarse físicamente por un trámite administrativo.
Lo escribe en ‘Blockchain: la revolución industrial de internet’ Roberto Fernández Hergueta, responsable del capítulo dedicado al sector público: “Los ciudadanos exigimos simplicidad, ubicuidad e inmediatez; un nuevo modelo de Administración Pública más transparente, más rápido, más eficiente y más integrado en la vida diaria de la ciudadanía”. Para lograrlo, hoy por hoy nada ofrece más posibilidades que el desarrollo de ‘blockchain’.