‘I love you’… y todo se colapsó
El amor puede con todo y si no que se lo pregunten al mismo Pentágono. Este 4 de mayo se cumplen 17 años desde que el virus del amor se propagase por los ordenadores de medio mundo provocando un colapso en la red. Un email aparentemente cariñoso: ‘I love You’, titulaba en el asunto, llegó a los correos de miles de personas (incluidos el Pentágono, los parlamentos británico y danés, hospitales, entidades bancarias, instituciones, grandes empresas y medios de comunicación) y afectó a todo aquel curioso que decidió abrirlo. Una vez descubierta la curiosidad por esa declaración de amor inesperada, todos quedaron infectados.
Es el mayor caos informático que se recuerda. Era 4 de mayo del 2000 cuando un gusano informático (RAE: virus capaz de duplicarse e instalarse en otros ordenadores usando los mecanismos de comunicación de una red), cuyo objetivo era colapsar ordenadores y redes informáticas impidiendo el trabajo a sus usuarios, se coló a través de un email titulado I Love You (Te quiero) con un mensaje que invitaba a abrir la carta de amor adjunta: “LOVE-LETTER-FOR-YOU.TXT.vbs”. Una vez abierta, el daño estaba hecho: el virus se activaba llevándose por delante ficheros, inundando buzones, copiando toda contraseña de accesos y activando su propagación enviando por sí mismo el email a todos los destinatarios de las agendas de contactos. Por ello, el contagio fue cuantioso. Más de trescientos millones de ficheros se vieron contaminados y la carta de amor viajó por medio mundo, desde el Sudeste Asiático- Filipinas- donde se inició el contagio, pasando por Estados Unidos y llegando a Europa.
En cinco horas la carta ILoveYou había sido abierta en los cinco continentes. Se calcula que los afectados por el conocido VBS.LoveLetter fueron tres millones de ordenadores tan sólo en las primeras 24 horas. El número total se desconoce pero aproximadamente dejó alrededor de 50 millones de víctimas informáticas.
El ‘te quiero’ más peligroso de un estudiante
El causante de una de las mayores vergüenzas de la seguridad en la red fue un estudiante de Informática de Manila de 23 años, Onel de Guzmán, que en su tesis de carrera (a la que dedicó menos de un mes) decidió “poner en evidencia la vulnerabilidad del nuevo orden mundial de Internet y las tecnologías informáticas”. Su trabajo, como reconoció en una entrevista a Crónica de El Mundo no gustó a sus profesores: “Rechazaron la tesis, decían que iba contra la política de la Facultad y todo porque usé la palabra robar en lugar de acceder. Fue una simple cuestión de gramática”. A pesar de su suspenso, lo cierto es que su nombre ha quedado reflejado en la historia de internet y en la memoria de todos los afectados por su “amor”.
Onel de Guzmán era poseedor de las dos direcciones de correo electrónico (spydersuper.net.ph y mailmesuper.net.ph) desde las que se envió el virus; pero a pesar de conocerse la autoría de tal cadena “romántica”, el joven no fue juzgado. En Filipinas no existía ley sobre delitos informáticos pues no había habido precedentes de ningún tipo. Eso le ‘salvó’. El abogado de Onel comentaba convencido en dicha entrevista que “el caso se archivará. El virus pudo ser enviado accidentalmente o alguien pudo utilizar el ordenador de mi defendido”.
El éxito de tal contagio amoroso se basó en un título llamativo e incitador, en aprovecharse de la curiosidad de la gente por conocer quién les ama anónimamente y en la perfecta combinación de las técnicas de un virus gusano con la ingeniería social para propagar indiscriminadamente el programa maligno (‘malware’). A pesar de causar tal caos mundial, lo que el virus del amor también provocó fue que todos fuesen más conscientes de la importancia en seguridad informática. La gente aprendió a no abrir ficheros de origen desconocido, a proteger a sus equipos con antivirus y, por parte de empresas e instituciones a comenzar a tener de su lado a los mejores 'hackers' que pueden hacer frente a los piratas de esta nueva era.
España, entre los países afectados
En España, las empresas más afectadas fueron Iberia, Endesa y medios de información como Telecinco, el periódico La Razón, ABC, y el grupo Prisa. Pero según el entonces responsable de la empresa antivirus Panda, Xavier López, fue cerca del 80% de las empresas las que quedaron retractadas por su curiosidad en saber quién les proclamaba su “amor”. El total de los contagiados fue de medio millón de españoles, confirmó el que era responsable técnico de Panda Software, Fernando de la Cuadra.
Vencer al virus del amor
Afortunadamente, para esta enfermedad informática hubo cura. La vacuna llegó varias horas más tarde gracias a investigar el código con el que los ordenadores se habían infectado. Los sitios especializados en seguridad virtual colgaron a toda prisa la solución, en forma de antivirus, para hacer frente al ‘te quiero’ tan destructivo. Estas fueron las normas de seguridad elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística e Informática:
- Apagar el equipo y dispositivos conectados a él.
- Colocar diskette de arranque del ordenador que contenga sistema Operativo, archivos de detección y eliminación del virus.
- Si no se tiene diskette, prepararlo en un equipo que no tenga virus, o solicitarlo al área de Soporte Técnico de la Institución.
- Encender el sistema y rastrear en las unidades adicionales la presencia de virus (a discos duros o particiones de los mismos).
- Eliminar los virus una vez detectados usando un antivirus establecido por el órgano de la institución.
- Repetir la fase 4 para una mayor seguridad
- En caso de una Red, su administrador será el encargado de eliminar los virus informáticos
- Según los daños causados, se reconstruirá el sistema (proceso realizado por personal de soporte técnico)
El amor es reclamo para mucho, a veces bueno y en ocasiones como esta, en la que hasta la tecnología se vio afectada, no tanto. Ya saben, si les llega un email con asunto algo cariñoso cuestionen su grado de curiosidad recordando que está misma mató al gato y en un día como hoy de hace ya 17 años… a millones de ordenadores.