Hyperloop: el quinto medio de transporte, capaz de viajar a la velocidad del sonido
“Es un tren que viaja a la velocidad del sonido dentro de un tubo al vacío, donde no hay aire. Por tanto, no hay resistencia; por lo que el trayecto es muy eficiente”, explica Ángel Benedicto, uno de los cinco estudiantes de la Universidad Politécnica de Valencia, que obtuvieron el primer premio en la categoría de Diseño General y también vencedores en la subcategoría de Excelencia en Compresión y Propulsión, organizado por SpaceX -empresa norteamericana de transporte aeroespacial- y la Universidad de Texas A&M.
El concepto de Hyperloop puede suponer una revolución en los medios de transporte y, por ende, generar un positivo impacto económico, puesto que ciudades que a priori son lejanas quedan interconectadas. Por ejemplo, el sector inmobiliario quedaría alterado, puesto que localidades situadas a 100 kilómetros quedarían unidas por tan solo diez minutos, lo que actualmente se tarda en recorrer un par de estaciones de metro. Trayectos como Los Ángeles-San Francisco o Madrid-Barcelona, se realizarían en apenas 30 minutos y sin necesidad de emplear un conductor. Estas cápsulas en las que podrían viajar unos 30 pasajeros alcanzarían los 1.200 kilómetros por hora. El padre de esta criatura, Elon Musk: cofundador de Tesla Motors, Paypal o SpaceX.
Fue una entrevista en un periódico lo que hizo que Elon Musk y cinco estudiantes de la UPV unieran sus destinos: “Daniel Orient estaba leyendo una entrevista con Elon Musk, en ella decía que ‘con Hyperloop los aviones no tendrían sentido en EE UU’. Claro, mi amigo Dani y yo somos aeronáuticos, pensamos: ‘pues, nos hemos quedado sin trabajo”, relata Ángel Benedicto. La entrevista a Musk les generó tanta inquietud que se presentaron al concurso convocado por SpaceX: “Nos juntábamos a la hora de comer y comenzamos a decir ideas locas, un ‘brainstorming’ de estupideces, que al final son las mejores ideas. Y tiramos hacia delante”, explica Ángel.
¿Cómo sería Hyperloop?
“Serían dos filas de pasajeros, equipadas por arneses y pantallas que simularían el exterior, puesto que dentro del tubo de acero no verías nada”, asegura Ángel Benedicto quien también explica que los trayectos son tan cortos en el tiempo que no hay clases turísticas dentro de la vaina que transporta a las personas. “Son vainas de 28 a 30 pasajeros y que tienen una frecuencia alta de salida. Es más eficiente tener trenes cada menos tiempo que fabricar una vaina con muchos pasajeros”, afirma el estudiante de la UPV.
El primer proyecto de Hyperloop fue trazado con un tubo más pequeño al propuesto por los ingenieros valencianos: de una altura de 1,70 metros se ha pasado a los 2 metros, además de reclinar los asientos para ganar espacio en favor del viajero.
El secreto de la alta velocidad
Uno de los motivos por los que los aviones de larga distancia deben alcanzar tanta altura para realizar su trayecto es la densidad de aire. Al experimentar menos resistencia, el viaje resulta más eficiente y se gana tiempo al reloj. El histórico ‘Concorde’ era capaz de completar un vuelo entre Francia y Estados Unidos en la mitad de tiempo que cualquier otro avión comercial al uso, debido a su capacidad de alcanzar altura: podía alcanzar los 18.000 metros y una velocidad de crucero de 2.100 kilómetros por hora. Este efecto es el que intenta recrear el tubo de acero al vacío de Hyperloop, y de ahí que sus creadores mantengan que los aviones en trayectos cortos no tengan sentido. Aunque aún queden varios años para ver el proyecto completamente desarrollado y que la sociedad pueda disfrutar de este medio de transporte como uno más.
A la eficiencia de la distancia recorrida se suma el coste: “Es mucho más barato que una línea de alta velocidad de tren. Para hacer una vía de AVE hay que poner grava, catenaria, los raíles... Hyperloop simplemente es un tubo de acero y las columnas para soportarlo”, asegura Ángel Benedicto quien también cree que en materia de seguridad este medio de transporte sale ganando respecto a otros: “Es un tubo cerrado no puedes descarrilar, no te puedes caer, no hay nada con lo que chocarse porque no hay ningún obstáculo”, asegura.