¿Habrá en el futuro bancos tal y como los conocemos hoy?
Esta es la pregunta que José Manuel González-Páramo planteó en un reciente discurso en el Banco de Finlandia, donde repasó los escenarios y retos que la transformación digital plantea para la banca. En su opinión, nos encontramos ante una revolución de la banca, que transformará a las entidades tal y como las conocemos hoy en día. Su supervivencia como instituciones dependerá, según el consejero ejecutivo de BBVA, de su capacidad de adaptación al nuevo entorno.
José Manuel González-Páramo participó en un seminario sobre La banca del futuro y el desarrollo de los bancos centrales en los últimos 15 años, con motivo del final del mandato del sub-gobernador del Banco de Finlandia, Pentti Hakkarainen, que pasará a ser Miembro del Consejo de Supervisión del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) el próximo mes de febrero. Además, se contó con la presencia del miembro del Consejo de Gobierno del BCE, Yves Mersch, el gobernador del Banco de Finlandia, Erkki Liikanen y el presidente del Banco Central de Países Bajos, Klaas Knot.
Desde su punto de vista, la disrupción digital puede ayudar a la parte más sólida del sector a sobrevivir a las presiones derivadas del bajo crecimiento económico mundial, la ajustada rentabilidad del sector y la compleja regulación. Así, si los bancos se amoldan a esta nueva realidad, se situarán de nuevo cerca de las necesidades de los clientes y podrán poner a su servicio las oportunidades de esta nueva era.
Y es que los retos que vienen no son menores. Como apuntaba recientemente Francisco González en el diario británico Financial Times, “de momento, empresas como Facebook y Google se mantienen al margen del sector bancario porque no quieren tener que someterse a sus regulaciones”. “Pero tarde o temprano saltarán a nuestro terreno de juego. Tratarán de hacerse con el control de determinadas partes de la cadena de valor. Ese es el verdadero reto", señaló.
La transformación digital de la economía y la sociedad
Para entender los escenarios futuros que se dibujan para la banca, el consejero ejecutivo describió el contexto de la transformación digital que está viviendo la economía, y la sociedad en general. La interconectividad derivada de la tecnología móvil ha liderado este cambio. Por otro lado, las técnicas de análisis de datos permiten aumentar la hiperconectividad entre personas y máquinas, conocida como Internet de las Cosas.
¿Cuál será la próxima frontera tecnológica? Todo apunta a la inteligencia artificial y la automatización, que tendrán un impacto significativo en el mercado laboral y serán una parte esencial de la industria 4.0, explicó.
La transformación digital de la industria financiera
El sector financiero no es ajeno a esta transformación. La llegada de esta fuerza disruptora (la revolución digital) está modificando tanto la oferta como la demanda de servicios financieros. En el lado de la demanda, comentó que asistimos ya a cambios radicales en los patrones de consumo y ahorro de toda una generación. Las dos nuevas generaciones de nativos digitales - los millennials y los centennials - son ya consumidores cada vez más influyentes. Y por el lado de la oferta, el sector afronta una gran competencia por parte de nuevos actores financieros como los fintech y los gigantes de internet y retos a nivel tecnológico que afectarán decisivamente a la cantidad, calidad y precio de los servicios financieros.
En este contexto, hay dos fuerzas que serán fundamentales a la hora de determinar la velocidad del cambio y el escenario hacia el que se mueve el sector. La primera es de carácter interno: la visión que las entidades tengan del futuro y su capacidad de transformación tecnológica, financiera y organizacional. La segunda es el papel de los reguladores y supervisores como promotores o frenos en esta transición.
A su modo de ver, este ecosistema sitúa al cliente como mayor beneficiario de los cambios que se han producido, los que están en marcha y los que vendrán. Pero esta revolución digital implica también retos a la estabilidad del sistema financiero (por ejemplo ciberseguridad), la protección de datos de sus clientes y la protección del consumidor, entre otros.
Con este cambio de contexto en mente, reguladores y supervisores tienen el reto de crear un marco regulatorio que equilibre el impulso a las propuesta de valor digital con la protección ante sus posibles riesgos. José Manuel González-Páramo defendió que la colaboración y comunicación entre el sector público y privado en el marco de una estrategia compartida es clave.
El futuro de la banca: escenarios
¿Tendrán los bancos un lugar destacado en este entorno futuro? El consejero ejecutivo de BBVA considera que dependerá en gran medida de cuál sea el escenario al que se enfrenten, que podría ser, a grandes rasgos algunos de estos dos, o una combinación de ambos:
En el primer escenario posible los bancos y reguladores seguirían haciendo las cosas como se han venido haciendo hasta ahora evolucionando hacia meros proveedores de infraestructura y dejando las propuestas de valor a otros jugadores.
El segundo escenario es el resultado de una estrategia proactiva en la que los bancos completen su metamorfosis y se conviertan en jugadores muy competitivos en el entorno digital. La clave estará en ofrecer una buena experiencia de usuario, restableciendo su reputación y ofreciendo precios reducidos gracias a la incorporación de procesos de automatización.
Este modelo requiere de cambios profundos en materia tecnológica y estratégica pero también en la política de talento y cultura dentro de las entidades financieras: es decir, una completa reinvención del negocio bancario.