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Guía de finanzas para no financieros: ¿Es lo mismo crédito que préstamo?

Es habitual pensar que créditos y préstamos son sinónimos. La confusión se debe a que la finalidad de ambos productos es la misma, pero no su funcionamiento. Estas son las claves que marcan la diferencia y que conviene tener en cuenta antes de decidirse.

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¿Qué es un préstamo?

Se trata de una operación financiera mediante la cual una entidad, normalmente un banco, entrega, en calidad de prestamista, una cantidad de dinero fija a otra entidad o persona, convirtiéndola en prestataria. El cliente que recibe el dinero deberá devolverlo en las cuotas que se negocien (mensuales, trimestrales, etc.), en un plazo de tiempo determinado y añadiendo los intereses que genere el dinero prestado.

¿Qué es un crédito? 

El crédito es la cantidad de dinero que una entidad pone a disposición del cliente para que este vaya haciendo uso de él, a medida que lo necesite. La entidad hará entrega del dinero, según el cliente se lo vaya pidiendo.

Las diferencias entre estos dos productos financieros son:

1. La cantidad recibida

Esta es una de las principales divergencias. Con el préstamo se obtiene todo el dinero que se necesita de golpe. Sin embargo, con el crédito, el cliente puede ir sacando el dinero poco a poco, cuando le haga falta y sin tener que utilizar todo el capital disponible.

2. Los intereses 

Cuando se pide un préstamo hay que tener en cuenta que los intereses que se pagan se generan por el total del dinero prestado. Sin embargo, al contratar una línea de crédito, se pagan los intereses por el capital que se haya utilizado, no por el total del dinero que el banco haya puesto a disposición del cliente. Las personas que pidan un crédito deben saber que se les puede cobrar una comisión por el dinero del que no hayan hecho uso.

3. Plazos de amortización

A la hora de devolver el dinero, también hay diferencias entre préstamo y crédito. Los préstamos tienen una vida determinada, con un plazo mayor de amortización (devolución) generalmente de años. El dinero se suele devolver mediante cuotas regulares (mensuales, trimestrales, etc.). En el caso del crédito, también se concede un plazo para devolver el dinero, pero cuando este termina se puede renovar o ampliar.

4. Finalización 

En el caso del préstamo, la operación se da por acabada definitivamente cuando se ha devuelto todo el dinero a través de las cuotas establecidas. En cambio, el crédito se puede ir renovando cada año para que el cliente pueda ir disponiendo de dinero según sus necesidades. Por ejemplo, una manera de acceder a una línea de crédito es adquirir una tarjeta de crédito.

5. Para qué se utilizan

Los préstamos suelen ser más útiles cuando se va a hacer un gasto importante, como la compra de una vivienda o un coche o la reforma de la casa y conocemos la cantidad de dinero con antelación Los créditos se utilizan habitualmente como un apoyo puntual cuando los ingresos disminuyen. Por este motivo, se trata de un producto muy utilizado por trabajadores autónomos y empresas pequeñas y medianas que necesitan cubrirse las espaldas en momentos puntuales.

Antes de solicitar un préstamo o un crédito, conviene calcular bien el dinero que se necesita y por cuánto tiempo. A la hora de decidirse, es necesario tener en cuenta el tipo de interés, las comisiones de apertura y cancelación total o parcial, los gastos, el plazo de amortización (tiempo para devolver el dinero) y el importe de la cuota (que vendrá determinado por la cantidad de dinero prestada, el plazo y el tipo de interés). Antes de firmar, conviene informarse bien sobre estos aspectos y, si se tiene alguna duda, consultar siempre a un asesor en finanzas para resolverla.