Gonzalo Camargo (BBVA Continental): “En el fútbol queremos contribuir a la formación de mejores ciudadanos”
A 177 días del inicio del Mundial de Rusia 2018, las expectativas siguen en aumento en Perú en torno a las posibilidades del seleccionado local que enfrentará en la primera fase mundialista a Francia, Dinamarca y Australia.
Pero más allá de la lógica emoción por volver a un Mundial después de 36 años, el fútbol peruano también debe mirar al futuro. Precisamente el reciente convenio de patrocinio firmado por BBVA Continental con la Federación Peruana de Fútbol tiene como objetivo asegurar la formación integral de las nuevas generaciones de futbolistas nacionales y encontrar talento en las diferentes regiones del país.
Gonzalo Camargo, gerente general adjunto de BBVA Continental, tiene claro que el apoyo del banco al fútbol se basa en el compromiso de contribuir a que los futbolistas del futuro tengan una formación completa que los ayude a ser no solo buenos deportistas, sino mejores ciudadanos.
"La clasificación al Mundial ha sido una inspiración para los peruanos de todo el país. Ahora tenemos más confianza y creemos que podemos lograr todo lo que nos proponemos", señala Camargo antes de iniciar la entrevista.
Pregunta. El fútbol es un nuevo campo de acción para BBVA Continental. ¿Cómo surgió la idea de apoyar a la Federación Peruana de Fútbol?
Respuesta. Hace más de un año, iniciamos en el banco un proceso de reflexión sobre la forma en que nuestra institución debía vincularse con sus clientes y público en general más allá de su actividad comercial. Queríamos reforzar el camino que iniciamos hace nueve años con la gastronomía para promover el orgullo colectivo por lo nuestro. Buscábamos identificar un gran valor nacional que inspirara a los peruanos a trascender más allá de cualquier límite. En esos momentos nuestra selección iniciaba la segunda fase de las eliminatorias y no había obtenido resultados muy alentadores, pero habíamos seguido con atención el trabajo serio que la Federación Peruana de Fútbol y el profesor Ricardo Gareca estaban impulsando, respaldados por profesionales de primer nivel como Juan Carlos Oblitas.
P. ¿Fue difícil apostar por un proceso que, en lo deportivo, no permitía ser muy optimista en 2016?
R. Más allá de esa coyuntura, que nos ubicaba mucho más lejos de los 14.000 kilómetros que nos distancian de Rusia, sentimos que teníamos la posibilidad de enviar un mensaje de confianza a una gestión que privilegiaba la planificación, los objetivos, el compromiso y la apuesta por los jóvenes.
P. ¿Cómo se produjo el primer contacto con la Federación Peruana de Fútbol?
R. Iniciamos nuestra relación con la Federación Peruana de Fútbol mediante la venta de entradas a través de nuestros cajeros automáticos para el partido ante Brasil en octubre de 2016. Fue una iniciativa sin precedentes en Perú. Queríamos asociar nuestra vocación por la innovación con el apoyo a un esfuerzo que, aunque no vivía un presente de alegrías, había dado testimonio de su compromiso por lograr lo que casi todos pensaban como imposible.
P. ¿El resultado adverso ante Brasil no fue motivo de desánimo?
R. Perdimos ese partido contra Brasil, pero no nos amilanamos porque nuestra apuesta era por el futuro sin dejar de alentar el presente. Así que repetimos la experiencia contra Bolivia en Lima. Fue un triunfo. Entonces, el panorama ya era distinto. Demostrando que el talento, acompañado de esfuerzo e inteligencia, otorga grandes satisfacciones, nuestra selección comenzó a sorprender a todos con un fútbol efectivo, pero sobre todo con un equipo unido, esforzado y luchador, valores que sentimos identifican a los peruanos.
P. Llegó así el partido con Colombia y una experiencia agridulce para el banco. ¿Qué lección dejó ese caso?
R. En esa ocasión afrontamos una dura prueba que respondimos con entereza y convicción. En vez de retroceder en nuestra intención de empujar a nuestro equipo y a nuestros jóvenes, tomamos una bocanada de fuerza para ser más ambiciosos en nuestro compromiso. Además, con la venta de entradas a través de cajeros automáticos contra Colombia, por primera vez en la historia de nuestro país, los peruanos que viven en el interior del país tuvieron la oportunidad de adquirir entradas para ver a la selección en una eliminatoria.
P. ¿Cómo surgió la idea de apoyar a las divisiones menores?
R. Siempre nuestra idea original fue sumarnos al esfuerzo de la Federación con miras a promover el desarrollo de las nuevas generaciones de futbolistas que garantizaran que nuestra selección contara con deportistas sanos y mentalmente fuertes, que se entregaran por su bandera y que garantizaran los recambios generacionales.
P. ¿Este apoyo a los menores estará acompañado de acciones comerciales?
R. Sí, a partir de febrero de 2018 tendremos tarjetas de débito y crédito alusivas a la selección. A partir de nuestro acuerdo de patrocinio con la Federación, nuestro banco asume un compromiso económico en su calidad de 'sponsor' y creará, además, un fideicomiso que los clientes de estas nuevas tarjetas podrán ayudar a nutrir. Estos fondos se destinarán exclusivamente para la formación de las selecciones menores. Queremos promover la victoria de los jóvenes peruanos jugando limpio, alejados de la corrupción que destruye sociedades. Con deportistas que sepan que todo es posible, pero que no todo vale. Que los valores van primero y que el esfuerzo logra aquello que el pesimismo posterga.
P. ¿Cuál es el objetivo principal del banco con este patrocinio?
R. Contribuir a tener excelentes futbolistas que sean referentes para las generaciones que vienen atrás y clasificar a todos los mundiales con sana ambición, como bien ha dicho el presidente de la FPF, Edwin Oviedo. Pero sobre todo, vamos a contribuir a la formación de personas que inspirarán a los demás a ser mejores ciudadanos, capaces de construir un país justo y próspero.
P. El fútbol está íntimamente ligado a los resultados. ¿No les preocupa que esos resultados no acompañen el proceso que inician junto a la FPF?
R. En el fútbol uno no puede controlar si va a ganar o perder. Sabemos que iniciamos un camino que estará lleno de retos e incertidumbres y sola una certeza: juntos podemos ser un gran país, tolerante, respetuoso y que brinda oportunidades para todos.