UN Global Pulse y BBVA aplican el 'big data' para afrontar las catástrofes naturales
Presentan un proyecto para medir la resiliencia de zonas afectadas por desastres provocados por la naturaleza
El análisis de datos de operaciones financieras puede ofrecer información crítica para entender la solidez económica de las personas que se ven afectadas por catástrofes naturales. Bajo esta premisa se ha desarrollado un nuevo proyecto de investigación de UN Global Pulse y BBVA Data & Analytics, el centro de excelencia en el análisis de datos financieros del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA).
A medida que suben las temperaturas y los océanos se calientan, algunas regiones afrontarán fuertes cambios y se verán cada vez más afectadas por catástrofes naturales. Ante la evidencia del cambio climático, ¿cómo podría la medición de la actividad económica en tiempo real ayudar a mejorar los programas de preparación, recuperación y reconstrucción ante catástrofes naturales?
Para averiguarlo, BBVA Data & Analytics, en alianza con UN Global Pulse, ha centrado sus esfuerzos en un proyecto que utiliza los datos de las operaciones financieras para entender cómo se comportan las personas antes y después de catástrofes naturales. Los resultados de esta colaboración excepcional se presentarán el próximo día 25 en el Bloomberg Data for Good Exchange, en un evento que tendrá lugar en Nueva York.
"Estamos rodeados de datos de operaciones financieras y utilizarlos para proteger los medios de subsistencia de las personas debería ser una parte integral de la contribución de las empresas a la sociedad", explica Elena Alfaro, CEO de BBVA Data & Analytics.
El proyecto sobre el impacto económico del huracán Odile en el estado mexicano de Baja California Sur (BCS) reveló que, en el ámbito familiar, las personas gastaron un 50% más de lo habitual en productos como alimentos y gasolina como preparación para el huracán. También demostró que las mujeres gastaron el doble que los hombres en los días antes de que el huracán tocara tierra.
El estudio BBVA Data analizó los datos de pagos realizados a través de terminales en punto de venta (TPV) y las retiradas de efectivo en cajeros que realizaron más de 100.000 clientes de BBVA Bancomer, con un total de 25.000 operaciones diarias. Por medio del análisis de datos se obtuvieron indicadores aproximados del impacto económico y la resistencia de las personas de la región.
Tras el paso del huracán Odile, la actividad económica se redujo en toda la región. Se tardaron dos semanas para que las operaciones de los TPV volvieran a la normalidad, y una semana en el caso de los cajeros. El estudio, que midió el nivel de operaciones 30 días después del impacto, mostró que se habían registrado un 30% menos de operaciones en los TPV y un 12% menos de retiradas de efectivo, en comparación con un periodo normal.
"Este tipo de datos cuantitativos en tiempo real sobre cómo se preparan las personas para una catástrofe, podría utilizarse para promover un abastecimiento selectivo de suministros o de transferencias monetarias a las poblaciones más vulnerables y con mayor riesgo", manifiesta Miguel Luengo-Oroz, Científico Jefe de Datos de UN Global Pulse.
"Este estudio nos ha permitido crear un enfoque replicable y demostrable para entender la vulnerabilidad. Sus conclusiones pueden ayudar a las autoridades a mejorar la resistencia de las comunidades, lo que beneficia a las personas afectadas y es bueno al mismo tiempo para la continuidad de la actividad. Los desplazamientos obligados debido a inundaciones, terremotos, huracanes o epidemias representando un riesgo para la sostenibilidad económica", añade Elena Alfaro.
Esta nueva alianza entre UN Global Pulse y BBVA servirá de base para desarrollar las herramientas y los métodos necesarios para pasar de los casos prácticos a una aplicación operativa in situ durante las catástrofes y para estudiar con más detalle el potencial de estas iniciativas en la promoción de ayuda humanitaria y labores de socorro.