Garbiñe y el primer ‘match ball’ de su carrera
Garbiñe Muguruza, superada por la número uno del mundo, la estadounidense Serena Williams por 6-4 y 6-4 en la final de Wimbledon, quedó a orillas de la gloria en el All England Club, tal y como tiempo atrás sucedió también con Lili Álvarez y Arantxa Sánchez Vicario, apartadas en el tramo final del éxito que en el tenis femenino español solo logró Conchita Martínez.
La liturgia, la repercusión y la magia del entorno y la fortaleza de su rival frustraron el sueño de Muguruza, una recién llegada a la primera línea del circuito profesional que ya se ha hecho con un espacio propio y un nombre. La cuarta mujer española en disputar el título de Wimbledon advierte, no obstante, un futuro prometedor y más de un titular sonoro en su carrera. “No estés triste. Dentro de muy poco estarás aquí ganando el título”, avisó Serena Williams, número uno indiscutible del tenis femenino, a Muguruza tras la final.
Garbiñe Muguruza, que afrontó su primera final en el All England Tennis Club con 21 años, igual que el primer intento que acometió hace 89 años Lili Álvarez, tropezó en su afán por igualar la hazaña de Conchita Martínez, que permanece aún como la única española en triunfar sobre la hierba de Londres.
El tenis español se quedó a las puertas de ampliar su relación de cosechas en la historia de los Grand Slam y, concretamente, en el cuadro de honor del ‘major’ londinense. Aquél triunfo de Conchita Martínez, tras ganar en 1994 a la nueve veces ganadora estadounidense Martina Navratilova, permanece como un hito inigualable para las raquetas españolas. Pero la española tiene aún una larga carrera por delante.
La tenista aragonesa es la única española que ha vencido en Wimbledon. Ha pasado mucho tiempo desde aquella final que antes se les escapó a Lilí Álvarez y a Arantxa Sánchez Vicario. La primera tiene el honor en ser la española que más finales ha disputado en Wimbledon. Jugó tres seguidas, los años 1926, 1927 y 1928 y no ganó ninguna. Sus rivales, la inglesa Kitty McKane y, en dos ocasiones, la estadounidense Hellen Wills, se encargaron de dejar sin gloria a una de las pioneras del deporte español.
Entre las finales de Lilí Álvarez y la que ganó Conchita Martínez pasaron exactamente 66 años. Fueron más de seis décadas de derrotas en el torneo más importante que se disputa sobre hierba. Y si Álvarez no pudo conseguirlo en ninguna de sus tres oportunidades, Conchita, la nueva capitana de la Copa Davis, ganó a la primera. Su rival, Navratilova, era un ‘monstruo’ del tenis en retirada, una mujer que se iba a despedir de un torneo que había ganado en nueve ocasiones. El duelo ante Conchita iba a ser el último.
En un vibrante encuentro, la española, que en la segunda manga llegó a sufrir una contractura que necesitó asistencia de un fisioterapeuta, hizo historia con una victoria inédita en España. Ganó 6-4, 3-6 y 6-3 y, después, en sala de prensa, todavía algo perpleja, declaró estar emocionada por haber conseguido un trofeo que ninguna mujer logró antes en su país.
Si hubo que esperar 66 años para ver a una española en la final de Wimbledon, Arantxa Sánchez-Vicario se apuntó el tanto solo un año después, tras alcanzar la final de Wimbledon. Su rival, la alemana Steffi Graff, acabó con el sueño de la barcelonesa. Y lo hizo en dos ocasiones seguidas, las veces que Arantxa llegó al partido decisivo. En la primera final rozó la gloria, aunque fue derrotada por los pelos: 4-6, 6-1 y 7-5 en una última manga de infarto. Y la final de 1996, con las mismas protagonistas, la dominó claramente Graff, que venció 6-3 y 7-5.
Garbiñe Muguruza disfrutó de un nuevo intento y al igual que Arantxa ante Steffi Graff o Conchita
Han pasado 19 años de aquel éxito de Arantxa. Casi dos décadas de travesía por el desierto del tenis femenino español en Wimbledon. Garbiñe Muguruza disfrutó de un nuevo intento y al igual que Arantxa ante Steffi Graff o Conchita, frente a Navratilova, se topó con la mejor raqueta del momento. Serena Williams evitó el éxito de Garbiñe Muguruza, la cuarta española en lograr una final.
El tenis femenino queda con una sola jugadora de España en su cuadro de honor. Garbiñe no pudo poner un segundo nombre entre los triunfadores tal y como sucede en el torneo masculino de Wimbledon, que contempla a dos jugadores de la ‘Armada’ entre los vencedores del All England Club: Manolo Santana y Rafael Nadal.
Santana se proclamó campeón en la única final que jugó, en la edición de 1966, ante el estadounidense Dennis Ralston, al que ganó por 6-4, 11-9 y 6-4. Nadal es el único que ha sumado más de un éxito. El tenista de Manacor jugó cinco finales en la pista central de Londres. Ganó dos, en el 2008, frente a Roger Federer, y en el 2010, ante el checo Tomas Berdych. Salió derrotado en el 2006 y 2007 contra Federer y en el 2011 con Novak Djokovic.
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