Garbiñe Muguruza regresa a la competición tras alcanzar la final en Wimbledon
La Rogers Cup de Toronto será el primer torneo en el que participe tras su buen papel en Wimbledon. La embajadora de BBVA llega en muy buen estado físico y con una fuerte motivación.
La tenista Garbiñe Muguruza viaja a Canadá donde disputará a partir del 8 de agosto la Rogers Cup en Toronto. Será el primer torneo después de haber llegado hasta la final en Wimbledon, su primera final en un Grand Slam. “Mi vida no ha cambiado en nada porque hago lo mismo, entreno igual, mis objetivos no cambian”, comentó sobre su papel en Wimbledon. Además, añadió: “Hay que seguir igual para que todo vaya bien”.
Han sido muchos los elogios que ha recibido en las últimas semanas pero la tenista prefiere tomarlos con precaución: “He estado un poco a mi rollo sin querer escuchar las voces e intentando estar más concentrada para que no me despisten de mis objetivos”.
Pero de todas las felicitaciones recibidas guarda un especial recuerdo de la de su padre. “Para él era su máxima ilusión, que llegase a una final de un Grand Slam y más en Wimbledon. Es un logro conseguido”, comenta.
También Serena Williams le dedicó unas bonitas palabras tras la final. “Para mí es un referente. Desde pequeña siempre me he fijado en ella y todo lo que me pueda decir es de oír y poner atención”, afirma Muguruza.
Entrar en el Top 10 del ranking WTA
La final en Wimbledon la situó por primera vez en su carrera dentro de las 10 mejores tenistas de la clasificación WTA. Muguruza llega a Toronto en novena posición y con ganas de seguir escalando: “Estar entre las diez mejores me produce felicidad. Para eso entreno, para ir escalando en el ranking y creo que voy por el buen camino”.
Además atribuye su éxito a su pasión y dedicación por el deporte que ama: “Creo que mi éxito se basa en que me encanta el tenis, lo adoro, es lo que más me gusta hacer. Además disfruto cada vez que voy a entrenar, cada vez que voy a los torneos. Es ilusión y ganas. Y hambre de seguir mejorando y escalando”.
La experiencia ganada en la primera parte de la temporada ha reforzado su seguridad en la pista. “He mejorado mucho a la hora de estar siempre más positiva, más concentrada en esos partidos que son muy duros o importantes, así como en rondas en las que hay muchos nervios y mucha tensión. El saber llevar esos momentos de la mejor manera posible para que la otra no te supere”, afirma.
Sobre los torneos americanos y el US Open
La Rogers Cup será el primer torneo que dispute Garbiñe Muguruza en América. Un paso previo al esperado US Open. La embajadora de BBVA espera llegar en óptimas condiciones al último Grand Slam de la temporada y busca hacer un buen papel que le permita ascender en la WTA.
“Llego al US Open con gran motivación y aparte ilusionada por ver que realmente planto cara a las buenas jugadoras”, relató Muguruza. El paso a pista dura no presenta grandes dificultades para la tenista: “La pista dura es una superficie en la que yo entreno mucho. En el circuito femenino se juega la mayor parte en pista dura, así que me siento muy cómoda”.
El Abierto de Estados Unidos es uno de los favoritos de Garbiñe Muguruza por muchos motivos: “Cualquier Grand Slam es muy especial, aunque es cierto que US Open tiene un encanto único, ya que es Nueva York, es la pista más grande que hay. Desde luego ir allí y poder jugar es una recompensa. Es sentirte un tenista profesional”.
Garbiñe tiene previsto disputar los WTA Premiers de Toronto y Cincinatti, y descansar una semana antes de la cita del último Grand Slam del año en Nueva York que iniciará el 31 de agosto.