Garbiñe Muguruza llega a Tokio con ilusiones renovadas
El año 2015 consolidó a Garbiñe Muguruza como la nueva estrella del tenis femenino español. La caraqueña escribía su nombre entre las mejores del mundo de este deporte al colarse por primera vez en su carrera en la final de un Grand Slam en Wimbledon. Pero sería durante la gira de la WTA por Asia cuando confirmaría que había llegado para quedarse en la élite por muchos años.
Muguruza conoció el torneo japonés por primera vez en 2012, aunque por aquel entonces, con 18 años, y casi sin experiencia en el circuito, sólo logró alcanzar la segunda ronda de la fase de clasificación. Tras ausentarse en 2013 por la lesión de tobillo que le obligó a parar durante seis meses, en 2014 Garbiñe se quedaría a las puertas de la final (cayó en semifinales frente a Caroline Wozniacki) de este campeonato de categoría Premier.
Tokio 2015 también supuso un punto de inflexión para la tenista española. Con resultados irregulares durante la gira americana de ese año, Garbiñe buscó dar un giro a su tenis. Para ello decidió cambiar de entrenador y ponerse a las órdenes del prestigioso técnico francés, Sam Sumyk, con el que se probaría en el último tramo de la temporada.
Y se presentó en el torneo nipón con el objetivo de defender los puntos logrados el año anterior. Aunque fue eliminada en cuartos por la suiza Belinda Bencic, su gran gesta la consiguió en dobles. Junto a Carla Suárez, Garbiñe Muguruza logró en Tokio su quinto y último, hasta el momento, título en la categoría, tras los logrados en Hobart (2013, con Tita Torró), Marrakech (junto a Romina Oprandi) y Stanford (2014), y Birmingham (2015), estos dos últimos también con la canaria como pareja.
"Siempre voy con muchas ganas a este torneo"
La actual número tres del mundo guarda también buenos recuerdos de sus otras dos paradas en la gira asiática, Wuhan y Pekín, en China. Una nueva final en el primero y su primer título Premier Mandatory en el torneo de la capital. Pero en el Abierto de China además Garbiñe confirmó su clasificación para las WTA Finals de Singapur por primera vez en su carrera. Era la primera española en lograrlo quince años después de que lo hiciera la gran Conchita Martínez.
Garbiñe Muguruza y Carla Suárez, campeonas del torneo de Tokio (Japón)
En busca de un puesto en las WTA Finals
Esta temporada guarda cierta similitud con 2015. Alcanzar la gloria como campeona de Roland Garros (el año pasado llegó a la final en Wimbledon, aunque no pudo hacerse con el trofeo) frente a la número uno del mundo, Serena Williams, y un tímido paso por la gira americana, han acabado dando forma a una Garbiñe que, como hiciera el pasado curso, busca impresionar en Asia.
Estas semanas de trabajo han permitido a la tenista española prepararse sin descanso para la que será su cuarta participación en Tokio. “Es un torneo al que le tengo mucho cariño porque fue de los primeros que jugué en Asia”, declaró Garbiñe a BBVA.
Sus recuerdos no son sólo deportivos. De su primera vez cuenta que iba a un mundo nuevo para ella, con una nueva cultura y le hacía mucha ilusión conocerla. “Me tratan con mucho cariño, les tengo mucho aprecio y siempre voy con muchas ganas a este torneo”, reconoce Muguruza. Tokio será una nueva oportunidad para Garbiñe de reencontrarse con su mejor tenis y colarse de nuevo entre las ocho mejores del mundo en las WTA Finals de Singapur.
Garbiñe Muguruza, maestra de ceremonias en Tokio
Con las ausencias de la número uno, Angelique Kerber, y Serena Williams, Garbiñe se presenta en el clásico Toray Pan Pacific Open como primera cabeza de serie. Tras alcanzar los cuartos de final en la pasada edición, este año Garbiñe deberá superar un lado del cuadro a priori más asequible para llegar a la última ronda.
Liberada de disputar la primera ronda, la española debutará en este torneo frente a la vencedora del duelo entre Anastasija Sevastova (35ª) y una rival procedente de la fase de clasificación. Tras esta ronda, el sorteo deparó a Garbiñe un posible enfrentamiento frente a Anastasia Pavlyunchenkova (17º) en cuartos de final, o contra la finalista del US Open, Karolina Pliskova (6ª), o Dominika Cibulkova (12ª) en semifinales.
Agnieszka Radwanska defiende título en Tokio. Este año llega como segunda favorita para ganar el famoso trofeo del plato lacado, y Muguruza no se encontraría con la polaca hasta una hipotética final, en la que también podría encontrarse con la otra española en el cuadro, Carla Suárez, con Karoline Wozniacki, semifinalista en el último Grand Slam del año, la estadounidense Madison Keys o la puertorriqueña Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016, Mónica Puig.