El futuro de la banca: adaptarse o morir
Durante tres días, expertos en finanzas, ‘fintech’ y tecnológicas han debatido en Salzburgo (Austria) sobre el desafío que la tecnología supone para la economía y la industria financiera. La disrupción que conlleva la adopción masiva de nuevas tecnologías acelera el cambio al que se enfrentan las entidades. Les pone, además, ante el reto constante de atraer clientes en un entorno con mucha más oferta.
Los avances tecnológicos, sobre todo la movilidad y la hiperconectividad, pero también el ‘big data’, la inteligencia artificial, el ‘cloud’ y ‘blockchain’, han provocado un cambio en comportamiento del consumidor y los modelos de negocio. La unión de estas tres fuerzas ha dado lugar a la Cuarta Revolución Industrial, que ya está remodelando la economía y la sociedad, y continuará haciéndolo en el futuro, a una velocidad exponencial sin precedentes.
Existe un intenso debate sobre el impacto que el cambio tecnológico tendrá en la sociedad, en la economía, y también en el sector financiero. ¿Qué pasará en el futuro? Se pueden identificar dos posiciones, situadas en polos opuestos, sobre la magnitud de este impacto. Por un lado, los tecno-pesimistas prevén que las nuevas tecnologías tendrán un efecto negativo en desigualdad, crecimiento y productividad. Por el contrario, los tecno-optimistas consideran que aumentará significativamente la productividad y estimulará el crecimiento.
En este sentido, se ha debatido el efecto que la disrupción tecnológica tendrá para el empleo del futuro. Algunas de las soluciones propuestas para que este impacto sea positivo pasan por aprovechar tecnologías como la inteligencia artificial para la automatización de procesos de menor valor añadido y la mejora de la educación para eliminar barreras al emprendimiento.
Un cambio de paradigma para la banca
Una de las ideas que se ha destacado durante el seminario es que cuanto más avanzamos en la era digital, más claramente vemos las oportunidades. ¿Dónde están estas oportunidades para la banca? Fundamentalmente, en su relación con los clientes. En opinión de los ponentes, la banca debe ahora acompañarles en su día a día, ayudándolos a tomar las mejores decisiones financieras. Es un cambio de paradigma para la banca, que ahora debe entender, por ejemplo, que el cliente no quiere una hipoteca sino que busca una solución para poder comprar una casa.
En este contexto de cambio disruptivo, existen dos fuerzas que serán fundamentales para determinar la velocidad del cambio y el escenario hacia el cual se moverá el sector. Una interna, la visión del futuro del banco y su capacidad tecnológica, financiera y organizativa para la auto-transformación; y otra externa, el papel de los reguladores y supervisores como impulsores o frenos de los cambios necesarios durante la transición.
En lo que a regulación financiera se refiere, algunas voces recordaron que la regulación y supervisión ahora tienen el desafío de proporcionar un marco regulatorio que equilibre las nuevas propuestas de valor digitales con la protección frente los riesgos asociados.
José Manuel González-Páramo, consejero ejecutivo responsable de economía, regulación y relaciones institucionales de BBVA
La seguridad, la privacidad y el cumplimiento: puntos fuertes de los bancos
A pesar de que el debate se ha centrado sobre todo en las oportunidades, los expertos no han querido pasar por alto algunos de los riesgos que la tecnología implica para el sector financiero, sobre todo en materia de privacidad, amenazas cibernéticas y delitos financieros.
Respecto a los datos, que se han convertido en el activo más valioso para las empresas, se ha reiterado la importancia de contar, para obtenerlos, con la confianza del cliente, lo que sólo ocurrirá si los bancos consiguen explicar bien a sus clientes por qué y para qué necesitan sus datos, de manera que se consiga un círculo virtuoso de confianza. Así, la necesidad de proteger estos datos ante el crimen en la red, nunca ha sido más acuciante. En este sentido, los expertos han destacado que la seguridad, la privacidad y el cumplimiento son los puntos fuertes de los bancos.
Estas son algunas de las conclusiones que se pueden extraer del ‘Salzburg Global Seminar’, que ha reunido un amplio elenco de representantes de la industria financiera, reguladores y académicos. Entre ellos, destaca la participación de José Manuel González-Páramo, consejero ejecutivo responsable de economía, regulación y relaciones institucionales de BBVA; y Christopher Giancarlo, presidente de la Comisión de Comercio de Futuros de EE.UU.
*El evento se celebró bajo la regla Chatham House, que permite citar opiniones vertidas durante el evento, pero sin identificar a su autor.